AFL - Arquitectura en Fachadas Ligeras_AF40

ENTREVISTA ¿En cuáles de sus obras esta influencia estámás presente? Si alguien busca influencias de Enric Miralles en mi obra, qui- zás ha de plantearse esta búsqueda al revés; es decir, debería pensar “la obra en la que está trabajando Miàs, ¿en qué pro- yecto de Miralles se advierte que estuvo dibujando?”. Cuando ves iGuzzini, o el puerto de Palafolls, con estas estructuras que tienen un papel tan importante en la definición final, se entiende en qué proyectos de Miralles estuve involucrado. Proyectos como el Pabellón Polideportivo de Huesca o el CNAR de Alicante, donde hay cierta musculatura, son en los que tuve mayor autonomía dentro del despacho y donde quizás aporté más. Cuando entré en el despacho empecé colaborando en el proyecto del Cementerio de Igualada, haciendo pequeñas cosas de hormigón y luego estuve involucrado en él durante los diez años que trabajé allí. Participé en pequeñas estruc- turas de hormigón y en la capilla. Hay proyectos en los que no se identifica tanto mi diálogo con Miralles, pero en otros se ve muy claramente. Más allá de todo esto, Enric consiguió hacer una arquitectura con un peso y una presencia que costará mucho superar. Marcó una generación de arquitectos, y todavía ahora no se acaba de ver el valor que esto tiene, sobre todo porque su arquitectura necesita de unos cuidados excesivos para los momentos en los que estamos. Quizás por eso, en la arquitectura que estamos haciendo ahora en el despacho buscamos que las obras tengan una serie de puntos clave que aguanten mejor el paso del tiempo, capaces de sopor- tar muchas tensiones. De ahí, la importancia de la parte en la exposición que muestra cómo se arruina un edificio, por- que te obliga a pensar en cuáles son los puntos que deben perdurar y muchas veces acaba estando en el esqueleto. De hecho, es una geometría irrompible, que resiste. En la obra de Enric había proyectos que aguantaban y otros que no ofrecían tanta resistencia a la agresión. JLZ- No sabía que estabas en Bartlett y ahora entiendo muchas cosas. Dirigí el doctorado de una estudiante de esa universidad y me sorprendió enmuchas cosas, sobre lo que se estaba haciendo allí. Ahora lo entiendo, veo que se respira otra actitud diferente. Aquella chica no dibujaba, sino que programaba. Constato lo que nos has explicado hasta ahora y considero que hay que defen- der la singularidad de la palabra innovación porque implica procesos. En el ámbito que nos ocupa, como medio divulgativo, la de la fachada ligera es una industria muy potente, capaz de realizar soluciones para edificios altos u otros proyectos singulares en los que el arqui- tecto se expresa más violentamente y fuerza la fachada. Esto obliga a trabajar conjuntamente con la industria y defender los procesos. En este sentido, como arquitectos y como industria, ¿qué tendríamos que dejar de hacer y qué alternativas deberíamos emprender? Quizás sea momento de dejar de aplicar prácticas que han sido muy útiles, pero que ya no responden a lo que ahora se nos pide, deberíamos ir aplicando con naturalidad habilidades que no están por ahora en ningún plan de estudios de arquitectura. El hecho es que nosotros trabajamos habitualmente con esqueletos y que la fachada acaba siendo como un vestido. El último proyecto en que hemos trabajado es el de Andorra Telecom y aquí todo ocurre en la fachada. En lugar de cli- Josep Miàs y Joan-Lluís Zamora, en un instante de la entrevista. 53 AFL

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