AFL - Arquitectura en Fachadas Ligeras_AF40

AFL RETROSPECTIVA R R E T R O S P E C T I V A Por supuesto, los contactos tanto del vidrio en sus apoyos inferiores, como del vidrio contra la costilla y contra el fleje, disponen de intercalarios con dureza adecuada a la posición de trabajo que es la siguiente: 1. Para cargas verticales, el vidrio solo necesita soportarse a sí mismo y actúa sobre los apoyos indicados con voladizo de 2 m. en las esquinas y vano de 2 m. en las zonas centrales. 2. Para cargas horizontales de viento o sísmico en presión o succión, apoya de manera continua sobre las costillas, en apoyos distanciados 2 m. y trabaja en flexión con cargas perpendiculares a su plano. 3. Hay otras acciones de importancia que afectan estructuralmente a estos vidrios del cerramiento exterior y que no puede olvidarse, como son los esfuerzos tér- micos y las producidas por la falta de alineación entre los puntos de apoyo, al ser una viga continúa de tres vanos. Costillas Las costillas son el elemento estructural de vidrio más importante de la fachada, ya que además de soportarse a sí mis- mas, soportan al cerramiento exterior y transmiten su carga y sus acciones a los tirantes del edificio. Después de nume- rosos estudios de distintas alternativas se decidió la solución construida que una la sencillez y la seguridad estructu- ral. En primer lugar se buscó la absoluta independencia entre una costilla y la siguiente, es decir, no hay continuidad mecánica en vertical entre costillas, de manera que no pueden producirse esfuerzos sobre ellas por causas de defor- mación del edificio, o causas térmicas. Esta premisa de independencia per- mitió también resolver de una manera sencilla el posicionamiento exacto de cada costilla, como luego veremos. En segundo lugar, se decidió la composi- ción optando por la máxima seguridad tanto en el vidrio como en su montaje. El vidrio es un conjunto laminar formado por dos lunas templadas incoloras de 12 mm. unidas con lámina de butilo, solución infrecuente, pues al constituir un conjunto laminar con vidrios templados, se corre el riesgo de que la más alta resistencia del vidrio y su ligero alabeamiento, produzca presiones diferenciales sobre el interca- lario de butilo, creando zonas con cierta opacidad. A pesar de este riesgo, se optó por esta solución, pues incrementaba notablemente la seguridad estructural y, sin embargo, el peligro de las opacida- des no era de gran importancia estética, pues la posición de los vidrios, en un plano perpendicular a la fachada, hacía que fuera casi imposible verlos aislados per- pendicularmente a su plano. El montaje del vidrio laminar, se realizó enmarcando todo su perímetro con una perfilería de acero inoxidable íntimamente ligada al vidrio, mediante pegado con poli- sulfuro, realizando además chaflanes en las cuatro esquinas, en los que se colo- can los tacos de intercalario de madera de haya, buscando una doble seguridad. En efecto, si el pegado con polisulfuro no falla el vidrio transmite las cargas del halo exterior a la unión con el tirante traba- jando como elemento en flexión. Si, por el contrario, el pegado fallase, el vidrio se acuñaría entre los chaflanes de las esqui- nas comportándose el conjunto como una estructura tornapuntada, en la que el borde superior del bastidor actuaría como tirante y la masa del vidrio actuaría como tornapunta en un comportamiento estruc- tural conocido como ventanal francés. El borde exterior del marco es el que sirve de apoyo y sujeción al cerramiento exte- rior y tiene, por tanto, todas las piezas de apoyo y anclaje del vidrio ya citadas con anterioridad. El borde interior es a través del que se realiza el anclaje estructural para lo cual, incorpora tres tipos de piezas: 1. La sillería de apoyo a la cual se confía íntegramente la transmisión de toda su carga vertical sobre el bulón que a su vez soporta a la planta. 2. Las bisagras, una superior y otra infe- rior, cuya misión es absorber tanto las cargas de viento o sísmico de presión El sistema constructivo de la fachada de doble piel es un ejemplo de coherencia entre la tecnología del momento y los recursos industriales disponibles en la época para llevarlo todo al límite de lo posible. Fotografía: Rafael de La-Hoz.

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