AFL - Arquitectura en Fachadas Ligeras_AF40

AFL RETROSPECTIVA R R E T R O S P E C T I V A momentos los polímeros ofrecían dudas en cuanto a su durabilidad y al cono- cido problema del amarillamiento; en aquel momento, los policarbonatos y metacrilatos limitaban sus garantías tan sólo a 5 años y esto no era suficiente para un edificio. Por otra parte, ¿qué ocurre si se rompe alguno de los elementos de vidrio? La respuesta al problema fue utilizar vidrio laminar que se comporta bien a compresión y que sigue trabajando solidariamente con su placa gemela si esta se ha roto, lo que permite disponer de un tiempo de reacción si es precisa su sustitución. Estaba ya clara la composición de la piel interior y la de las cartelas, pero la gran cuestión continuaba siendo la piel exterior, que debía vincularse al sistema general mediante perfiles y, en el mejor de los casos, con ‘pincitas’. Las placas de la piel de vidrio más exterior nece- sitan de galces para su soporte, lo que entraba en contradicción con los requi- sitos de proyecto, que eran la máxima transparencia y la mínima estructura. Para ser consecuente con la técnica del momento había que disponer unos perfiles verticales en los ejes de las pla- cas, las cartelas perpendiculares a la fachada y, por tanto, la imagen ‘limpia’ quedaba alterada. No había pues una salida clara. Proceso de construcción de la doble fachada de la Torre Castelar. Fotografía: Rafael de La-Hoz.

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