AE8 - Aeronáutica
38 ELECTRÓNICA Los avances en aviónica ayudan a reducir la huella de carbono La pandemia de 2020 ha cambiado las expectativas sobre el crecimiento de la industria aeroespacial y, por lo tanto, la demanda de los equipos de aviónica que lo permiten. Lo que, según un informe de la consultora Deloitte, ya fue un año ‘bajo’ para las entregas de aviones comerciales en 2019, se ha visto exacerbado por la incertidumbre general sobre los viajes causada por la pandemia de 2020. Martin Keenan, director técnico de Avnet Abacus No está claro si los viejos patrones de viaje se reanudarán una vez que acabe la crisis o si nuestros hábitos y expecta- tivas se habrán rehecho de tal manera que exijan un replanteamiento de todo el sector aeroespacial. Sin embargo, lo que sí parece probable es que la incertidumbre actual acelerará el ritmo del cambio y creará oportunidades a medio plazo para innovar en apoyo de una industria aeroespacial reno- vada. Los ingenieros electrónicos serán los responsables de dicha innovación, construyendo los sistemas de aviónica que permitirán que la industria recon- figurada sobreviva y prospere. OPORTUNIDADES A MEDIO PLAZO Los vehículos eléctricos están alcan- zando el punto en el que se les considera una alternativa creíble a los coches de gasolina o diésel. Aunque esta evolución se encuentra en mar- cha, algunas empresas de propulsión aeroespacial, como Rolls-Royce, han estado desarrollando motores eléctri- cos para aeronaves con el objetivo de reducir la huella de carbono, el ruido y el coste de los viajes en avión. El ‘Spirit of Innovation’ de Rolls-Royce, que se aprecia en la imagen, ha sido cons- truido con la misión de convertirse en el avión eléctrico más rápido del mundo. La compañía afirma que puede volar desde Londres (Reino Unido) a París (Francia) con el respaldo de su paquete de baterías de 6.000 celdas. La adopción de la propulsión eléctrica en los aviones creará una demanda de nuevos sistemas de control sofisticados, que utilizan la experiencia adquirida en los vehículos eléctricos para cons- truir sistemas de control avanzados y trenes de potencia enfocados en la eficiencia. Por ejemplo, la aviónica del avión de Rolls-Royce incluye la unidad de con- trol demotor, la unidad de distribución de potencia y los sensores de vuelo. La compañía podrá recopilar información durante el vuelo, como la tensión de la batería, la temperatura y otros paráme- tros de rendimiento, demás de 20.000 puntos por segundo en el tren motriz. La experiencia con los coches eléctricos nos ha enseñado que, al principio, los sistemas de propulsión eléctrica fun- cionarán mejor en viajes cortos, dados los desafíos de almacenamiento de energía de la tecnología de baterías actual. No obstante, esta limitación aparente puede encajar bien con los ‘Spirit of Innovation’ de Rolls-Royce.
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