AE5 - Aeronáutica

37 FRANCISCO JAVIER AMIGO. INVESTIGADOR PREDOCTORAL EN EL CENTRO DE FABRICACIÓN AVANZADA AERONÁUTICA (CFAA) Ingeniero Industrial. Realiza su Doctorado en procesos de torneado de alto avance en aleaciones termorresistentes, ámbito en el que ha publicado un artículo, y trabaja en otros proyectos relacionados. En otro campo ha realizado y publicado una investigación sobre la simulación de conformado por deformación plástica en procesos de extrusión. JORGE CALVO, TÉCNICO SUPERIOR EN PROGRAMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Actualmente colabora en proyectos de I+D+I en el Centro de Fabricación Avanzada Aeronáutica (CFAA). Está especializado en diseño asistido por ordenador (CAD), siste- mas automatizados CAM y programación de máquinas de Control Numérico (CNC) en mecanizados de torno/fresadora. El uso de taladrina a alta presión favo- rece no solo la eliminación de calor sino el fraccionamiento de la viruta en colaboración con los rompevirutas que permiten su rápida eliminación. LA IMPORTANCIA DEL ROMPEVIRUTAS El torneado es un proceso estable en lo que a fuerzas de corte se refiere. Esto se debe a que, al ser un proceso de corte ininterrumpido, las fuerzas generadas tienden a ser muy cons- tantes. Es por ello por lo que la viruta generada durante el mecanizado de materiales de alta ductilidad, como pueden ser las aleaciones empleadas en los motores aeronáuticos, tiende a ser continua y a no fraccionarse, trayendo consigo la posibilidad de problemas de calidad superficial o en la propia vida útil de la herramienta [4]. Además, la viruta juega un papel fundamental a la hora de extraer el calor que se genera durante el pro- ceso de corte. Para poder eliminar la mayor cantidad de calor posible de la zona de corte, se tienen que cumplir dos condiciones. En primer lugar, que la viruta sea lo más pequeña posi- ble con el fin de que no se transfiera calor a la pieza o a la herramienta. En segundo lugar, la extracción ha de hacerse lo más rápido posible [5]. Esta problemática de romper la viruta se ha visto resuelta en las herramientas de torneado de metal duro a finales de la década de los setenta. Desde entonces, el uso de placas de metal duro sin rompevirutas es práctica- mente nulo. Además, el hecho de incluir un rompevirutas en la herra- mienta dificulta, de manera positiva para el proceso, la generación calor ya que, al poder redirigir y facilitar la extracción de la viruta, existe una menor fricción entre pieza y herra- mienta, haciendo que la vida útil de esta última aumente en comparación con una herramienta desprovista de rompevirutas. Figura 6. Rompevirutas en insertos FreeTurn de diferentes calidades y geometrías.

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