A216 - Maquinaria Agricola

19 RECAMBIOS no registrada en el ROMA, que hasta este momento no se había argumentado con datos oficiales. UN POCO DE TEORÍA DE CUENTAS ECONÓMICAS En las cuentas económicas de las explotaciones agrarias se encuentran diversas partidas asociadas a la maquinaria agrícola, cuyo análisis es esencial para entender el comportamiento de su demanda: • Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF): Comprende las adquisiciones menos las cesiones de activos fijos realizadas por los productores durante un período determinado, incluyendo en el caso de la maquinaria, los equipos nuevos y usados. Como en la adquisición de un activo nuevo se suele ceder un usado, se puede simplificar la FBCF como adquisiciones de equipos nuevos, ya que las cesiones de equipos usados de unos son las adquisiciones de otros. • Gasto en reparación y mantenimiento: Son actividades que los propietarios o usuarios de activos fijos están obligados a realizar periódicamente para poder utilizar dichos activos a lo largo de su vida útil prevista. Son costes corrientes que no pueden evitarse si se quiere seguir utilizando el inmovilizado. El propietario o usuario no puede permitirse descuidar el mantenimiento y las reparaciones ya que la vida útil prevista puede acortarse drásticamente en caso contrario. El mantenimiento y las reparaciones no modifican el inmovilizado ni su rendimiento, sino que simplemente lo mantienen en buen o restablecer su estado anterior en caso de avería. Las piezas defectuosas se sustituyen por piezas nuevas del mismo tipo sin cambiar la naturaleza básica del activo fijo. La distinción entre mantenimiento y reparaciones y formación bruta de formación bruta de capital fijo no es clara. El mantenimiento y la reparación de un activo fijo utilizado en la producción constituye un consumo intermedio. El mantenimiento y la reparación ordinarios, incluida la sustitución de piezas defectuosas, son actividades auxiliares típicas, pero estos servicios también pueden ser prestados por un establecimiento separado dentro de la misma explotación o adquiridos a otras empresas. El problema práctico consiste en distinguir el mantenimiento ordinario y reparaciones de las renovaciones, reconstrucciones o o ampliaciones que van mucho más allá de lo necesario para para mantener el inmovilizado en buen estado de funcionamiento. Las renovaciones importantes, reconstrucciones o ampliaciones de activos fijos existentes pueden mejorar su eficiencia o capacidad o prolongar su vida útil prevista. Deben considerarse como formación bruta de capital fijo, ya que se añaden al stock de activos fijos existentes. FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL FIJO EN MAQUINARIA AGRÍCOLA Los datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y EUROSTAT muestran que la FBCF en maquinaria agrícola, en 2022, fue 1.726,2 millones de euros. Sin embargo, en España se cuenta con los datos del Registro Oficial de Maquinaria Agrícola (ROMA) para diferenciar la inversión en maquinaria nueva. En 2022, este valor se situó en 1.140,3 millones de euros, pero como existen equipos suspendidos que no se registran, dicho valor debe aumentarse para aproximarse a la inversión real en maquinaria nueva. La diferencia entre la FBCF y la inversión declarada por el ROMA debería ser equivalente a la inversión en maquinaria nueva suspendida, más un porcentaje de equipos usados que no es posible cuantificar (aquellos equipos en uso no cedidos en adquisiciones de activos fijos nuevos). ¿Podriamos entonces pensar que parte de la inversión en máquinas usadas aparece en las cuentas económicas como gasto en reparación y mantenimiento? En la teoría ya se sabe que es posible que ocurra porque no es clara la distinción entre ambos componentes, así que vamos a proceder a su verificación con datos. GASTO EN REPARACIÓN Y MANTENIMIENTO DE MAQUINARIA AGRÍCOLA Conforme a la información publicada por EUROSTAT (Gráfico 1), el gasto en reparación y mantenimiento de maquinaria agrícola sería de 1.278,5 millones de euros en 2022 –prácticamente un 75% de la inversión en maquinaria–, así que, de momento, se puede empezar a dudar de su validez como indicador del gasto real en reparaciones y mantenimiento.

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