83 ENERGÍAS Uno de los debates abiertos en el sector agrario a escala global se refiere a los distintos tipos de energías renovables que pueden llegar a convertirse en alternativas a los combustibles fósiles, que de momento continúan siendo imprescindibles en ciertas aplicaciones debido a la alta potencia necesaria en determinados tipos de maquinaria. Así se puso de manifiesto en la III Jornada sobre las Alternativas al Uso del Petróleo en Aplicaciones Agrícolas, organizada el pasado 7 de marzo en el Museo vivo e integrado del campo y de la locomoción agraria (MUVICLA), situado en Traslite, Láncara (Lugo). MARÍA JOSÉ BANDE: “Habrá un crecimiento de energía eléctrica en el campo” La inauguración de la jornada corrió a cargo de la anfitriona, María José Bande, quien subrayó que "el método de desarrollo actual basado en el consumo masivo de combustibles fósiles crea una dependencia total de los países consumidores respecto de los productores, además de provocar una degradación paulatina del medio ambiente cuyos efectos futuros son, hoy en día, impredecibles". Recordó que el grado de dependencia en España de los combustibles fósiles es del 79 % de su consumo y confía en que esta cifra vaya reduciéndose dado que "la tecnología de generación de energía eléctrica está avanzando de forma acelerada, abaratándose los costes de las baterías y mejorando las prestaciones, al igual que con otras fuentes renovables, como la eólica o la solar fotovoltaica, cada vez más utilizadas en la agricultura". La presidenta de la Asociación de Amigos del MUVICLA apeló a datos del Instituto de Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), según los cuales el sector agrícola supone el 3,2 % de la demanda de energía final en España. "A nivel global, por lo tanto, no tiene incidencia significativa en la crisis energética medioambiental derivada del uso másivo de combustibles fósiles", señaló. No obstante, considera que “las 3.000 horas de sol anuales que disfruta España pueden suponer una ventaja competitiva para el autoconsumo y la generación a gran escala de electricidad mediante paneles solares, pero a la vez deja margen a la competencia y la especulación”. “Habrá empresas interesadas en instalar nuevos campos fotovoltaicos en espacios agrícolas, significando una pérdida de terreno de cultivo”, advierte. En un “futuro cercano”, Bande apuesta por una “mayor automatización y robotización en el campo y habrá un crecimiento de energía eléctrica”. Y concluyó su intervención planteando dos cuestiones: ¿Existe una simbiosis entre agricultura y producción eléctrica solar? ¿Es necesaria o puede haber una convivencia? ROSA ROMERO: "Cuidemos la tierra, porque así también cuidamos a sus gentes” Desde el ámbito académico, la directora de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Lugo (USC) coincidió en la necesidad de buscar con urgencia alternativas al petróleo, porque "la Agencia Internacional de Energía ya ha advertido de que con los niveles de producción actual hay reservas únicamente para unos 53 años". "Y esto se agrava si hablamos del diésel, que es motor de nuestra economía, ya que es esencial para el transporte de mercancías, en la obra civil y en la maquinaria agrícola y forestal", apostilló Rosa Romero. La docente recordó que "actualmente, la investigación científica y técnica hace posible que existan energías alternativas a las procedentes de derivados del petróleo, algunas de ellas controvertidas como la obtención de biodiésel a partir de girasol, colza o soja, u otras más novedosas como el uso de residuos de animales". A su juicio, estas energías alternativas "pueden ser determinantes en la lucha frente al cambio climático, tarea nada fácil pero posible". Montero rescató datos de la FAO, según los cuales “si reducimos un 50 % las emisiones procedentes de combustibles fósiles y apostamos por una agricultura más conservacionista, Marcos Vázquez Marey, promotor de la jornada, organizó también una visita a la exposición de MUVICLA.
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