DIGITALIZACIÓN 131 nueva adquisición han comenzado a disponer de sensores (ver Figura 3) que miden la producción de forraje y su contenido en humedad, con lo que georreferenciando estos datos con las posiciones calculadas por un receptor GNSS situado encima de la cabina, permiten obtener mapas de rendimiento. Diversos sensores para la medida del rendimiento en las cosechadoras de forraje fueron probados entre finales de los años 90 y principios de los 2000. Finalmente, la solución adoptada por todos los modelos comerciales de picadoras de forraje fue el sistema de medida del desplazamiento en los rodillos de alimentación. Para la medida del contenido de humedad se utilizan dos tipos de sensores, los de tipo capacitivo y los que se basan en espectroscopia de reflectancia en el infrarrojo cercano (NIR). Estos últimos tienen un coste mucho mayor y también pueden determinar otras propiedades cualitativas del forraje (proteína, almidón, azúcar, fibra, cenizas…). Dependiendo de la marca de la picadora de forraje, esta información se almacena en el sistema informático de la máquina en un formato diferente. En el mercado español el 59% de las unidades nuevas vendidas en los últimos 8 años son del modelo Figura 2. Inscripciones de picadoras de forraje nuevas en el ROMA por Comunidad Autónoma en el período 2015-2022. Figura 3. Sensores necesarios para obtener mapas de rendimiento en cosechadoras autopropulsadas de forraje. Figura 4. Inscripciones de picadoras de forraje nuevas en el ROMA por casa comercial en el período 2015-2022.
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