A207 - Interempresas Maquinaria Agrícola

MECANIZACIÓN 93 El control de las hierbas 'no deseadas' es una de las labores clave a la que se tiene que enfrentar todo agricultor, horticultor o jardinero: el problema de las 'plantas adventicias' o 'malas hierbas' siempre ha sido difícil de entender y plantear. Cuando hablamos de 'malas hierbas' deberíamos entender que no existe ninguna 'hierba mala', todas están por algo; pero es verdad que a veces estas plantas adventicias pueden suponer un problema en nuestros cultivos porque compiten con ellos por luz, agua, espacio, nutrientes...; también pueden dificultar las labores de recolección haciendo que no tengamos una buena calidad de nuestras cosechas y si dejamos a estas plantas libres, suponen unos focos de contaminación para años posteriores en nuestras parcelas debido al banco de semillas que proporcionan. Por otro lado, estas mal llamadas 'malas hierbas', tienen aspectos 'buenos', porque controlan la erosión, albergan insectos beneficiosos, aportan polen, son bioindicadoras de nuestros suelos, por lo que son un componente más de la biodiversidad, que juega un papel importantísimo en el mantenimiento de la salud del suelo y del agroecosistema en general. Es por ello que tenemos que aprender a gestionarlas de forma racional y controlarlas para que no nos perjudiquen, tanto en nuestros cultivos, como en nuestra vida sin ellas. La cuestión y la clave está en el equilibrio y gestión de dichas poblaciones. Desde que el hombre empezó a cultivar, se han empleado técnicas y métodos mecánicos de control de malas hierbas. En la época actual tenemos técnicas modernas que no vienen a sustituir a las técnicas de deshierbado químico mediante herbicidas, pero que son unas herramientas que tenemos a nuestro alcance y que planificando una buena estrategia de manejo con un enfoque técnico y agronómico nos pueden dar buenos resultados en cualquier sistema de cultivo actual, bien sea convencional, de agricultura de conservación o de producción ecológica. Muchas prácticas agrícolas están dictadas por la necesidad de controlar las malas hierbas, y aunque los herbicidas han reemplazado ya a muchos métodos tradicionales de control de plantas, los métodos mecánicos son necesarios para que el control de éstas sea más efectivo y más económico para el agricultor. Hoy en día en nuestro país y debido a normativas europeas, cada vez existen en el mercado menos materias activas para erradicar las 'malas hierbas'; también, con el uso continuo de herbicidas las plantas se están haciendo más resistentes a los mismos, con lo que las técnicas de deshierbado mecánico son una muy buena alternativa si se saben usar, compaginar y actuar con ellas en el momento óptimo. En algunos sistemas de producción, como puede ser el sistema de Agricultura Ecológica, los sistemas comunes de herbicidas no están permitidos, por lo que labrar superficialmente es uno de los métodos que puede estimular la germinación de semillas y la posterior eliminación física de las plantas adventicias del suelo mediante equipos mecánicos antes de sembrar los cultivos principales o durante la temporada de crecimiento de los cultivos. Para estos agricultores, es importante conocer y aprender a utilizar estas técnicas y opciones mecánicas de control para poder tener éxito en sus cultivos. Para un agricultor convencional, estos sistemas que vamos a describir posteriormente también serían efectivos, porque reducirían el uso de herbicidas. Rastra de púas flexible El objetivo del deshierbe con la rastra de púas (Foto 1) es fortalecer el cultivo y eliminar las plantas adventicias: reducir las hierbas hasta el mínimo umbral y proporcionar una ventaja inicial al cultivo. • Se trata de eliminar plantas adventicias pequeñas, que competirán en el futuro con el cultivo principal. • Esta máquina, está constituida por púas delgadas (entre 5 y 10 mm). Se utiliza en cereales, leguminosas, cultivos hortícolas cuando éstos ya han desarrollado una o dos hojas y están enraizados. Foto 1. Rastra de púas flexible.

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