EL APUNTE Cierto es que lo hacían con la boca pequeña, pero no eran pocos los profesionales del sector de la maquinaria agrícola que, a priori, albergaban serias dudas sobre Demoagro 2023. La edición presencial anterior, celebrada en Huesca en mayo de 2019, lejos de ayudar a ‘olvidar’ la cita de 2017 en San Clemente (Cuenca), vino a acrecentar las dudas sobre un evento que requiere una importante inversión y esfuerzo por parte de la organización y de los expositores. Tampoco fue mucho mejor la edición ‘Specialty’, en octubre de 2019 en Tuis (Valencia), si bien en su caso el foco se dirigió a un segmento de mercado de menor dimensión. Han transcurrido ya algunos meses desde que las marcas retomaran sus propios eventos en campo, alcanzando poco a poco el ritmo previo a 2020. También las ferias han ido recuperando sus espacios. Solo faltaba por volver la gran demostración multimarca, un evento que no resulta sencillo de impulsar, y más desde las propias empresas que a la postre son competidoras. Precisamente, estos cuatro largos años de espera (la edición 4.0 tuvo un carácter muy especial) parecían un buen argumento para pronosticar un gran Demoagro. Sin embargo, en el ambiente flotaban los elementos geopolíticos que tanto condicionan los mercados en el último año, a los que se ha unido en los últimos meses la sequía que asola algunas zonas de España. Y, para colmo de males, tampoco favorecían los pronósticos meteorológicos durante los días previos, que afortunadamente se fueron corrigiendo a medida que se acercaba la inauguración. Finalmente, se puede hablar de un Demoagro exitoso, como demuestran los más de 32.000 visitantes que accedieron a la finca ‘La Plaza’, en Rueda (Valladolid). Además, visitantes en su mayoría de perfil claramente profesional -llegados de varias comunidades españolas- interesados en probar los centenares de equipos puestos a su disposición en las 80 hectáreas de superficie. Cada expositor hace balance en función de las expectativas puestas en el evento, pero en líneas generales la satisfacción es la nota predominante. Es difícil, casi imposible, valorar el retorno de la inversión porque más allá de la posibilidad real de vender alguna de las máquinas utilizadas en las demostraciones, muchas empresas aprovechan Demoagro como punto de encuentro con las redes y los clientes, en esta ocasión especialmente los de Castilla y León y zonas próximas. En cualquier caso, se había vuelto casi imprescindible una respuesta de público satisfactoria para despejar dudas y afianzar Demoagro en el calendario de citas ineludibles de los años impares. Eso sí, asentado en Castilla y León. Un éxito así lo merecía el sector en su conjunto, pero especialmente el equipo de ANSEMAT, como organizadora del evento, y las numerosas firmas que apuestan desde la primera edición de 2013. ¡Enhorabuena! Demoagro 2023: Éxito merecido
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