38 ENTREVISTA En este sentido, ¿qué se está haciendo de forma concreta desde CEMA? Como representantes de la industria europea de la maquinaria agrícola, estamos informando a políticos, funcionarios, ecologistas... sobre lo que podemos hacer. Y he llegado a la conclusión de que nuestra comunicación no debe ser tan defensiva, sino más ofensiva, porque estamos muy orgullosos de lo que hacemos. Ayudamos a los agricultores a ser más sostenibles y ofrecer alimentos más seguros a los mercados. Y si así lo siguen queriendo, podemos brindárselo, pero necesitamos ayuda, no siempre encontrarnos caminos cerrados. Creo que este mensaje está sonando cada vez con más fuerza en Bruselas y me siento feliz porque observo una evolución positiva. Más allá de reclamar ayudas a las inversiones por el elevado coste de los equipos, ¿llevan a cabo labores 'didácticas' que ayuden a entender a los europarlamentarios la necesidad de las nuevas tecnologías? Hace unas semanas, varios miembros de CEMA nos reunimos con Anne Bucher, directora de la Dirección General de Sanidad y Seguridad Alimentaria, para explicarle cómo gracias a la tecnología se puede reducir hasta un 60 % la aplicación de fertilizantes líquidos. Esto es una gran mejora para los agricultores, ya que este producto es muy caro, y también lo es para el medio ambiente. Necesitamos que se apoyen estas soluciones porque las inversiones son muy altas. En Europa la tasa de renovación de este tipo de equipos es del 2 % anual, mientras que en Norteamérica es del 4 % anual, y aún vemos en nuestros campos máquinas muy antiguas -cierto que de una gran calidad, por eso duran tanto- pero que ya no permiten cumplir los requisitos medioambientales que nos hemos impuesto. Deberíamos encontrar -y digo deberíamos porque es tarea que compete a todos, tanto a los agricultores, como a los políticos y a la industria- una solución para asegurarnos que las nuevas máquinas lleguen al mercado más rápido de lo que lo hacen hasta ahora. Pero no debemos alejarnos de la realidad y uno de los caminos para conseguirlo es alcanzar una 'paz regulatoria', quiero decir, se habla mucho, demasiado, de nuevas leyes a nivel europeo, nacional o incluso regional. Y esto tiene una repercusión paralela: los bancos rehúsan financiar cuando observan escenarios demasiado inestables. Teniendo en cuenta que son, o eran, dos mercados muy importantes para los fabricantes europeos, y cada cual tiene o tenía sus respectivos intereses, ¿mantienen desde CEMA alguna posición concreta con relación a la guerra entre Rusia y Ucrania? Sí, por supuesto. Estamos alineados con las restricciones que han establecido la Unión Europea y Estados Unidos. Wiersma observa en Demoagro un ejemplo de la transparencia que, a su juicio, debe transmitir el sector de la mecanización agrícola. "CEMA es el lobby del sector de la maquinaria agrícola en Bruselas, su embajador para transmitir nuestro mensaje común"
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