EL APUNTE Gumiel de Mercado (Burgos) en 2013 y 2015, San Clemente (Cuenca) en 2017, Huesca en 2019… y Rueda (Valladolid) en este convulso 2023. Demoagro llega a su quinta edición presencial -sin considerar la edición Specialty celebrada en octubre de 2019 en Turis (Valencia), ni la versión 4.0 organizada en 2021 en formato digital debido a las limitaciones impuestas por la pandemia- demostrando la fortaleza del sector de la mecanización agrícola en España. 70 empresas cubrirán las más de 80 hectáreas de la finca ‘La Plaza’, con más de 100 marcas y varios centenares de máquinas y herramientas tecnológicas enfocadas a la agricultura del futuro. El despliegue volverá a ser espectacular, como ya la fuera en citas anteriores, y el encomiable esfuerzo realizado desde la organización por parte de la Asociación Nacional de Maquinaria Agropecuaria, Forestal y de Espacios Verdes (ANSEMAT) bien merece el éxito. Los propios asociados, como expositores que son, se vuelcan también en dar la mayor visibilidad posible a esta gran demostración en campo. Al fuerte impacto mediático en la prensa técnica, sumado en este caso el ofrecido por la prensa regional de una comunidad tan potente en el ámbito agrícola como es Castilla y León, se une también el apoyo de las administraciones públicas y, de manera especial, el anunciado por la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea (DG Agri), que participa como entidad patrocinadora. Los agricultores y ganaderos castellano-leoneses son muy activos y buenos receptores de iniciativas dirigidas a la mejora de su actividad. En el Grupo Interempresas Media lo venimos comprobando de primera mano en las numerosas jornadas técnicas que organizamos desde hace años en esta Comunidad: la última, sin ir más lejos, el pasado 19 de abril en Aranda de Duero, donde aprovechamos para dar otro ‘empujón’ a Demoagro 2023, con una gran ponencia del secretario general de ANSEMAT, Ignacio Ruiz. Pero tampoco nos engañemos. Organizar un evento de la magnitud de Demoagro, más allá del descomunal esfuerzo humano realizado por todos los actores y actrices participantes, conlleva una también relevante inversión económica. Probablemente, el retorno directo de dicha inversión en forma de operaciones comerciales no sea el objetivo prioritario, si bien es cierto que en ediciones anteriores se formalizaron muchas operaciones de compra de equipos durante las demostraciones. Lo que sí quieren y queremos las empresas participantes es que el público profesional responda. La oferta es atractiva, se ha trabajado también en mejorar lo que en ediciones anteriores fue cuestionado por visitantes y expositores, especialmente el servicio de restauración, con el fin de evitar la diáspora a mediodía. Y por supuesto no puedo olvidarme de la meteorología. En un año como el que vivimos, mirando permanentemente al cielo y pendientes de los pronósticos, toda lluvia que llegue será bien recibida, incluso en Demoagro. Eso sí, puestos a pedir, que caiga de forma pausada, sin impedir un recorrido por la finca más o menos cómodo, ni evite la puesta en marcha de las máquinas con absoluta seguridad. Ojalá Demoagro 2023 sea un éxito y todos, absolutamente todos los expositores realicen una valoración positiva de su participación y se muestren satisfechos de los resultados cosechados. ¡Nos vemos en el campo! Demoagro: edición crucial
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