OPINION 163 En Francia, se requiere una formación acreditada en horas, para incorporarse a la agricultura, que multiplica por una decena o más a la exigida en España en algunas regiones (4.000 frente a 300), y, aún así, el éxodo rural les preocupa y mucho. Si evaluamos, por ejemplo, en nivel de CV/ha, en la Bretaña Francesa, ronda los 3 CV/ha, parecido al de todo Francia; en Galicia, nos acercamos a los 10 CV/ ha, y en España, se duplica la tasa de Francia. Si hablamos de datos económicos, y tomando como referencia valores medios de los institutos de estadística de las CC AA, en los últimos 60 años, en España, la producción final agraria se multiplicó casi por 4 y el valor añadido bruto se multiplicó casi por 2,5. En contraposición, el valor añadido bruto respecto del total pasó porcentualmente del 19% al 3%, el número de empleos sobre el total del 60% al 5%, los ocupados en la agricultura se dividieron por 13, y la tierra ocupada con agricultura, en algunos casos se redujo a la mitad (asociada mucha a abandono). En 1933, el inventor irlandés, afincado en Coventry, Harry Ferguson, construyó el primer tractor moderno de la historia, el Ferguson Black, siendo el primer tractor de la historia con elevador hidráulico trasero a tres puntos, consiguiendo solucionar los problemas de transporte de los aperos, la transferencia de peso al eje trasero y evitar las muertes por atrapamiento al empinarse el tractor de la parte delantera. En pocos años, introdujo otras mejoras globales como el volante recubierto de pasta, el silenciador en la línea de escape o el motor de arranque eléctrico de serie. Pero toda esta innovación (que es brutal), no es nada al lado de la idea de partida de su diseño: “democratizar el acceso de los agricultores de todo el mundo a la maquinaria más moderna”; el tractor puso de manifiesto que el tamaño y la potencia ya no eran lo más importante, y dejó de ser un producto para economías muy pudientes, empresas o administraciones, a ser un producto para el pueblo. Yo, labriego, autónomopara la Seguridad Social, productor ecológico con certificaciones oficiales, y creador y director del ‘Museo Vivo e Integrado do Campo e da Locomoción Agraria’ (MUVICLA), pregunté en el foro FIMA Digital: ¿Adaptamos las máquinas al territorio o el territorio a las máquinas? Lo que está claro es que, las máquinas que hacemos, sí, son obras de ingeniería, que yo, y muchos otros disfrutamos viendo cómo una gran fiesta en la FIMA, pero igual de claro, que las máquinas actuales, cada vez necesitan demenos gente en el campo. Joan Artigas, memoria viva de la evolución del sector de la mecanización en España, recuerda cuándo se implantó la fabricación de cosechadoras de Massey en España (Noain); la MF 31 encerraba la filosofía de diseño de una cosechadora por agricultor. Es fácil ver que las máquinas agrícolas son un fuerte atractivo para mucha gente, pero en la actualidad, se están volviendo (como antes del tractor diseñado por el Irlandés Harry) accesibles para pocos. Por otro lado, se focaliza casi toda la tecnología en los tractores, aperos y similares, y resulta complicado encontrar soluciones para evitar que una familia de cabras salvajes arruine una cosecha de trigo o maíz en Galicia. Espero haber sido algo útil. Me brindo para ayudar a conseguir máquinas adaptadas al territorio y que ayuden a que se quede más gente en el campo, de verdad, quedamos muy pocos, y nos empezamos a sentir solos.n Higuera centenaria en Casa de Vázquez que representa la evolución de la saga familiar en el medio rural. El autor del artículo, Marcos Vázquez Marey, junto a su padre, Manuel Vázquez Amado, y su madre, Oliva Marey Doval, en imagen de 1971.
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