CEEES lamenta "la visión sesgada y limitada de la LCCTE"
A pesar de que la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) “comparte buena parte de los objetivos” de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética (LCCTE), “disiente profundamente tanto de las formas empleadas durante su tramitación parlamentaria como de la visión absolutamente limitada y sesgada de las vías contempladas por el Gobierno para alcanzar estas metas”.
CEEES lamenta que para alcanzar la neutralidad climática en 2050 la LCCTE apueste “de forma casi exclusiva a una electrificación masiva del parque automovilístico español. A pesar de que las estaciones de servicio independientes que conforman CEEES están convencidas de que la movilidad eléctrica debe ser un pilar fundamental en la lucha contra el cambio climático y el avance hacia un transporte sostenible, lo cierto es que ésta no puede ser la única carta a la que fiar la descarbonización de la movilidad y la economía”, informaron en una nota de prensa fuentes de la confederación.
“La electromovilidad no puede ser el único camino en la lucha contra el cambio climático”. CEEES considera que el futuro será multienergético y que “las estaciones de servicio dispensarán la energía que nos demanden nuestros clientes”.
El colectivo empresarial señala que “es necesario que los consumidores cuenten con diferentes opciones para protagonizar una movilidad sostenible, especialmente en zonas rurales y en aplicaciones profesionales del transporte”.
“Para conseguir este objetivo, CEEES propuso a las formaciones políticas con representación parlamentaria una serie de enmiendas que, lamentablemente, no han sido aceptadas ni en el Congreso ni en el Senado”. Las modificaciones sugeridas por la patronal “tenían como objetivo el despliegue de una red suficientemente mallada de infraestructuras de recarga y repostaje de combustibles alternativos”.
CEEES propone una red de recarga “verdaderamente útil”
En su artículo 15, la LCCTE obliga a las estaciones de servicio con mayores volúmenes de ventas de gasolina y gasóleo a instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos. “Sin embargo, tal y como CEEES ha explicado en reiteradas ocasiones al ministerio que dirige Teresa Ribera, imponer cargadores eléctricos en esas instalaciones no satisfará las necesidades de los usuarios de coches eléctricos, pues las gasolineras que más venden son las más frecuentadas por camiones, en las inmediaciones de los pasos fronterizos, puertos o polígonos industriales y plataformas logísticas”.
Con obligaciones relacionadas con el volumen de ventas de carburantes no se conseguirá una malla tupida y sostenible en las principales vías de comunicación. Por eso, CEEES propuso al ministerio seleccionar criterios como la ubicación o proximidad a las poblaciones, o la proporción de venta exclusivamente de gasolina (que es directamente proporcional al número de turismos o vehículos ligeros que visitan las estaciones de servicio). Así se contempla en los proyectos europeos de desarrollo de infraestructuras de suministro de energías alternativas para el transporte, como los CEF (Connecting Europe Facility), recuerdan desde el colectivo presidido por Jorge de Benito.
“La propuesta de CEEES daría como resultado una red de infraestructuras de recarga eléctrica más sensata y útil que la que contempla la LCCTE. Seguir el criterio del volumen de ventas servirá sólo para poner chinchetas en el mapa y caer en la autocomplacencia, sin lograr la instalación inmediata de puntos de recarga en las zonas que más lo necesitan si queremos avanzar hacia una movilidad más sostenible”, continúa la nota de prensa.
Apuesta por la neutralidad tecnológica
CEEES señala que para lograr una movilidad sostenible España necesitará “no sólo puntos de recarga para vehículos eléctricos, sino también de gas licuado de petróleo (GLP), gas natural comprimido (GNC), gas natural licuado (GNL) e hidrógeno”. La patronal aboga por un criterio de neutralidad tecnológica que contribuiría a que los consumidores tuvieran “libertad para elegir la solución que mejor se adapte a sus necesidades, sin partir de conclusiones apriorísticas y sin beneficiar artificialmente unas tecnologías en detrimento de otras”.
De Benito lamenta que los partidos que apoyan al Gobierno no hayan tenido en cuenta las enmiendas sugeridas por CEEES y planteadas por algunos grupos parlamentarios durante la tramitación parlamentaria de la norma. “Aunque parece que la ministra Teresa Ribera no quiere darse cuenta de ello, es su ministerio, el de Transición Ecológica y Reto Demográfico, del que dependemos las estaciones de servicio españolas, en su mayoría pymes y micropymes de carácter familiar. Y aún así, ni ella ni su equipo ha tenido a bien escucharnos ni mucho menos recoger nuestras propuestas para mejorar la LCCTE”.
“Tampoco se ha escuchado al resto de partidos políticos durante la tramitación de una norma que, dada su relevancia, debería ser materia de un pacto de Estado. Y, sin embargo, la tramitación de la ley se ha realizado, incomprensiblemente, por la vía de urgencia, algo que llama poderosamente la atención cuando en su redacción no existe un solo punto que deba entrar en vigor de forma inmediata y cuando el horizonte se fija en 2050”, critica CEEES.
“Esas prisas han propiciado que no se ha haya escuchado a muchos de los afectados por el texto ni al resto de las fuerzas políticas con representación en las Cortes”. CEEES denuncia que durante su paso por el Congreso y el Senado “los diferentes grupos han presentado más de 1.300 enmiendas al articulado, de las cuales se han aprobado tan solo diez”.
Una transición energética ¿justa?
“La ministra repite hasta la saciedad que la transición energética que propone la norma será una transición justa que no deje a nadie atrás. Eso, sencillamente, no es cierto. De hecho, la ley deja en entredicho la viabilidad de más de 45.000 empleos del sector de las estaciones de servicio, que ven cómo su futuro queda comprometido tras la aprobación de la LCCTE”, afirma Jorge de Benito.
“En cualquier caso, las estaciones de servicio independientes agrupadas bajo el paraguas de CEEES continuaremos trabajando sin descanso para continuar ofreciendo a empresas y particulares la energía que estos demandan para su movilidad”, subraya el presidente del colectivo empresarial, quien añade que “aún nos quedan muchos años por delante para seguir suministrando a los automovilistas españoles carburantes para sus vehículos de combustión interna. Mientras tanto, continuaremos ofreciendo a nuestros clientes todo tipo de energías alternativas que poco a poco vamos incorporando a nuestras estaciones de servicio, aún a pesar de que a día de hoy están aún muy lejos de ser rentables y pese a que las ayudas por parte del Gobierno brillan por su ausencia”.
“Sea como fuere, el presidente de CEEES ha reiterado su disposición a sentarse a negociar con los responsables del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico” para explicarles que “las estaciones de servicio no somos un problema, sino parte esencial de la solución al reto de la lucha contra el cambio climático”, apostilla De Benito.