Aibe, el valor del trabajo bien hecho
18 de abril de 2011
En la actualidad Aibe hace valer todo el conocimiento adquirido durante sus casi 50 años de existencia, con una alta calidad en el diseño y fabricación de utillaje especial y mecanizado de precisión.
Claves de la competitividad de Aibe
Los clientes
Los clientes son el activo más importante que posee Aibe. Todos los empleados de saben que la clave para fidelizar a un cliente es siempre ir un paso por delante de sus exigencias, por eso todos realizan un esfuerzo extra en superar las expectativas de calidad y flexibilidad que los clientes tienen puestas en Aibe. El compromiso de toda la empresa con el trabajo bien hecho se refleja en los clientes que Aibe ha ido fidelizando durante años, entre los que se encuentran empresas líderes en sectores como la automoción, aerospacial o máquina-herramienta.
Las personas
Para Aibe las personas son clave para mantener la calidad de los productos y procesos de la empresa. Sólo así se pueden satisfacer las necesidades tan exigentes de sus clientes. El equipo humano de nuestra empresa combina personas con muchos años de experiencia, que aportan un gran conocimiento, con personas jóvenes que aportan energía y soluciones innovadoras. En Aibe se considera importante encontrar un equilibrio entre experiencia y juventud.
Los productos
Uno de los potenciales de crecimiento de Aibe es la gran diversidad de productos que se fabrican, aunque todos tienen en común la precisión. La diversidad de productos heredada del pasado es una clave de la competitividad de Aibe, en la medida de que la empresa fundamenta su crecimiento en aquellos productos donde es más competitiva.
En Aibe existen dos líneas de producto bien diferenciadas:
- Diseño y fabricación de utillaje especial
- Mecanizado de precisión
El diseño y fabricación de utillaje especial es la línea de producto propio de la empresa. Se diseñan y fabrican utillajes de amarre hidráulicos, neumáticos o mecánicos, verificación, para ensayos de laboratorio, etc.
Aunque se puede fabricar un útil bajo plano, la especialidad de Aibe es la de diseñar y fabricar un útil partiendo de una necesidad específica del cliente. Los sectores que demandan estos productos son muy variados: máquina-herramienta, automoción, aeronáutica, centros tecnológicos, entre otros.
En la línea de producto de mecanizado de precisión se fabrican productos bajo plano de diferentes geometrías, materiales y recubrimientos. Se dirigen a diversos sectores industriales, entre los que cabe destacar aeronáutica, máquina-herramienta, automoción, defensa, etc.
El diferencial de esta línea de producto reside en el grado de complejidad, precisión y acabado que es capaz de alcanzar Aibe.
Los medios productivos disponibles para esta actividad ofrecen una gran variedad de operaciones de mecanizado de precisión. Destacan las centros de mecanizado de 5 y 3 ejes, a los que hay que unir fresadoras, tornos CNC, rectificadoras, planeadoras o punteadotas rectificadoras.
Integración de ingeniería
Un factor muy importante de competitividad de Aibe es la integración vertical de Ingeniería de diseño y fabricación en sus procesos. Esto aporta un importante valor añadido a la oferta.
Inversión permanente
Es muy importante mantener una inversión que mantenga un nivel alto de modernidad en los medios productivos de la empresa. Esto también va asociado a la formación de los operarios, que se deben adaptar a las nuevas tecnologías.
Este factor es de vital importancia en Aibe. Sólo así se pueden superar los nuevos retos que plantean los clientes, cada vez con exigencias superiores en geometría, tolerancias, acabados superficiales, plazos de entrega y costos.
Calidad
La calidad de los procesos y productos en Aibe está acreditada por los certificados ISO 9100 e ISO9001. No obstante, en Aibe somos conscientes que la calidad es algo que se debe asociar a la actividad normal de la empresa. En todos los procesos, sean internos o externos, las personas que los ejecutan y controlan están comprometidas con aportar la mejor calidad posible. El objetivo es superar las expectativas de los clientes y diseñar procesos que transformen las habilidades particulares en capacidades de la empresa.