Cuidar los jardines en pleno verano: un jardín sano y florecido en 5 pasos
Durante el verano, cuando suben las temperaturas y la gente se va de vacaciones, mantener el jardín verde y frondoso puede convertirse en una auténtica misión imposible. Un césped sano puede ser beneficioso para el bienestar gracias a una mayor sensación de conexión con la naturaleza y, además, proporciona un rico hábitat para muchos insectos y pequeños animales, favoreciendo la biodiversidad local y el equilibrio natural. Cada jardín es, por tanto, un pequeño ecosistema que depende de quien lo cuida, especialmente durante el verano, para superar los duros retos climáticos y, en última instancia, prosperar.
Un cuidado óptimo del jardín requiere una serie de prácticas específicas, adaptadas a cada espacio verde. Fabio Banin, experto de Stiga e ingeniero agrónomo, comparte 5 sencillos consejos para un jardín saludable en verano:
1. Riego eficaz y sostenible
En particular, a primera hora de la mañana es menos probable que sople el viento que, en otro momento, evaporaría parte del agua impidiendo que llegue al suelo. Además, el riego matinal reduce el tiempo que el césped permanece húmedo, gracias a la exposición posterior a la luz solar; sobre todo en verano, es importante que el jardín se seque lo antes posible tras el riego para evitar la proliferación de hongos patógenos y plagas, y mantener sano el espacio verde.
2. Corte de césped: evitar las horas más calurosas y respetar la regla de 1/3
La frecuencia de corte también es importante para la salud del césped. La frecuencia ideal se determina en función de la velocidad de crecimiento de cada césped y de la altura deseada. Como explica el experto de Stiga Fabio Banin, la regla básica es que nunca se debe cortar más de 1/3 de la longitud de la hoja de hierba. Cuando la materia vegetal cortada supera este límite, significa que la frecuencia de corte es demasiado baja; como consecuencia, el estrés sufrido por la planta puede llegar a ser problemático, haciendo necesario aumentar el número de cortes. Ante esta situación, se recomienda elevar la cuchilla del cortacésped y cortar a la altura máxima permitida por la máquina realizando, a continuación, un primer corte a una altura superior a la deseada. Pasados unos días, será posible realizar otro con el nivel que se quiera.
3. El cuidado del jardín también es sinónimo de protección de la biodiversidad
Para proteger la biodiversidad, un enfoque holístico del cuidado del jardín también implica prestar atención a los animalitos que lo habitan, como las abejas y los erizos, creando un entorno favorable para su vida y manteniendo, así, el equilibrio del ecosistema en su conjunto. Para ello, las recomendaciones del experto de Stiga son:
- Evitar el corte nocturno con el robot cortacésped. Muchos animales se mueven o se alimentan de noche.
- Mantener el césped más alto en algunas zonas del jardín, como debajo de los árboles. Así se crean refugios para animales o insectos.
- Fomentar la diversidad. Utilizar en el jardín una variedad de flores y plantas, preferiblemente autóctonas y que produzcan flores y bayas, para favorecer la presencia de insectos polinizadores o de pájaros y otros animales.
- Limitar el uso de productos químicos. Los pesticidas químicos, sobre todo durante la época de floración, son perjudiciales para los insectos del césped. Cuando sea necesario utilizarlos, hay que seguir atentamente las instrucciones de seguridad de la etiqueta y, si es posible, solicitar asesoramiento profesional.
4. Las vacaciones son un obstáculo
De cara a las vacaciones de verano, uno se pregunta a menudo qué hacer para proteger y mantener sano el espacio verde durante un periodo fuera de casa. Aunque es útil contar con una persona de confianza que corte el césped durante la ausencia para mantener la altura de corte habitual, una alternativa es utilizar un robot cortacésped, como el robot de Stiga. Esto evitará que el césped crezca en exceso, evitando así el posible shock que sufriría con un corte drástico tras regresar —como marca la regla del 1/3—. También es fundamental asegurarse de que el sistema de riego automático funcione correctamente y, por último, eliminar las malas hierbas de los bordes del césped, evitando que sigan expandiéndose en nuestra ausencia y se vuelvan incontrolables tras la vuelta a casa.