Los españoles pierden calidad de vida dentro de sus casas, según Andimac
Los españoles han perdido calidad de vida dentro de sus casas como consecuencia de la pandemia, según la última edición del estudio ‘Quiero Vivir Mejor’ elaborado por la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac). La iniciativa lanzada por la patronal tiene como objetivo construir un culto al hogar y mejorar el confort y el bienestar dentro de las viviendas.
La patronal explica que, desde el inicio de la pandemia, los españoles han pasado en casa más tiempo que nunca, lo que la han usado de manera más intensiva y se han percatado de sus posibles mejoras. Por este motivo, el número de reformas se disparó hasta los 1,7 millones en 2021, año en el que la actividad creció un 15,5% y la facturación, un 17,1%.
A Andimac no le sorprende el grado de insatisfacción de los españoles con sus viviendas que recoge este estudio, realizado tras consultar a 400 personas, ni que la puntuación media general (6,64) no llegue ni al notable. Y es que, pese a que se sobrevalora el estado de las viviendas, el parque inmobiliario español avejenta a un ritmo anual del 2%, mientras la rehabilitación edificatoria afecta únicamente al 0,15% del mismo. De esta manera, actualmente el 83% de las viviendas en España tiene más de 18 años, lo que tiene su reflejo en términos de confort y bienestar.
Tras la pandemia, aumentaron las reformas en el hogar hasta alcanzar los 1,7 millones en 2021.
Las mujeres, menos satisfechas que los hombres
Sin embargo, el estudio constata algunas diferencias en función del sexo, el modelo de hogar y la franja de edad. Así, por ejemplo, las mujeres muestran un mayor descontento que los hombres; mientras que las personas que viven en familia o en pareja son quienes mayor bienestar expresan. Finalmente, los mayores de 45 años ofrecen una valoración más satisfactoria que los más jóvenes.
Entre las categorías analizadas, el ahorro energético es una de las que peor han valorado los españoles, cuya preocupación en el inicio de las tensiones inflacionistas, que dispararon el precio de la electricidad, se vio agravada por la sensación de no tener una casa adecuada para ahorrar energía, atendiendo a factores como la iluminación natural o los sistemas de aislamiento y cerramientos.
Como consecuencia, además del uso de sistemas de calefacción o refrigeración, el confort energético es otra de las categorías peor valoradas. Y en este marco, Andimac confía en que la asignación de fondos europeos a proyectos orientados a mejorar la eficiencia de viviendas y edificios contribuya a mejorar la puntuación de los españoles.
Pilar fundamental del bienestar
Por otro lado, la patronal incide en que, una sociedad realmente comprometida con la mejora de sus condiciones de vida, debe prestar especial atención a las condiciones de habitabilidad de sus viviendas, ya que la casa no es simplemente un espacio básico de abrigo, sino un pilar fundamental del bienestar.
Por ello, para Andimac, los resultados de este Informe deberían contribuir a diseñar políticas, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos dentro de sus hogares. Sobre todo, en aspectos relacionados con la accesibilidad, los problemas acústicos, las pérdidas de temperatura o el diseño y la distribución de los espacios.