Aseamac analiza las tendencias en el alquiler de máquina herramienta
Continuando con el completo programa de webinars que viene organizando desde la irrupción de la pandemia de COVID-19, la Asociación de alquiler de maquinaria y equipos, Aseamac, celebró el pasado 15 de abril una nueva edición para profundizar en las tendencias que se aprecian en el alquiler de la máquina herramienta. Y lo hizo además con la participación de tres grandes especialistas en la materia: Vicenç Homs, director general de Germans Homs, José Luis Aliaga, director general de Toolquick, y Miguel Callejo, responsable de Prescripción en Milwaukee.
Como punto de partida, los tres ponentes coincidían en catalogar como máquina herramienta todo aquel producto que pueda transportarse en una furgoneta, es decir un equipo manual, ya sea eléctrico (cable o batería) o de gasolina, que no exceda los 200 kg aproximadamente, abarcando desde un pequeño destornillador hasta grandes herramientas eléctricas o de gasolina.
Aunque son productos que tradicionalmente ya formaban parte de la oferta de muchos alquiladores, sí es cierto que su presencia ha aumentado significativamente en los últimos años, tanto en los catálogos de las firmas más generalistas como en las empresas más especializadas que suelen contar con tiendas de proximidad o puntos de contratación dentro de grandes superficies de bricolaje y construcción.
En cuanto a la tipología de clientes que solicitan este tipo de productos, el abanico es muy amplio ya que va desde una UTE que los puede necesitar para una gran obra, hasta el particular que lo solicita para una pequeña reforma en su vivienda. Y la modalidad de suministro es inversamente proporcional al tamaño del cliente: si es un particular o un autónomo, lo normal es que recoja en tienda para ahorrarse los costes de transporte; y si es una gran empresa prefiere la entrega en obra.
El crecimiento del alquiler de máquina herramienta se ha visto claramente impulsado por varios factores. En primer lugar, los requerimientos cada vez mayores, de los responsables de Prevención de Riesgos Laborales de las obras, de contar con herramientas más ergonómicas, más ligeras, con menos vibraciones y que emitan menos polvo. En resumen que permitan a los operarios trabajar con más seguridad y de forma más confortable, lo que redunda en su rendimiento. De hecho, y sumado a las crecientes restricciones en materia de emisiones, está aumentando el número de obras que sustituyen las versiones de gasolina (que requieren en muchos casos importantes sistemas de ventilación) por las eléctricas.
En segundo lugar, el impulso que está teniendo en España la rehabilitación y la reforma, más aún con la llegada de la pandemia, ha incrementado notablemente la demanda de estos productos por parte de particulares, autónomos y pymes. Todos estos clientes buscan herramientas que cada vez pesen menos, que rindan más y que tengan más autonomía, algo que no siempre es sencillo y que guía las inversiones en I+D de todos los fabricantes.
Y por supuesto, hay una tercera razón importante para este crecimiento del alquiler de la máquina herramienta: la concienciación ambiental, que no solo parte del cliente o del usuario final, sino también de la propia visión empresarial de muchas firmas alquiladoras. Es indudable que la máquina herramienta eléctrica permite a estas compañías profundizar en sus estrategias 'eco', a la vez que ven reducido su riesgo de averías (sobre todo las versiones de batería que evitan los habituales cortes accidentales de cables) y costes de mantenimiento, y aumentada su tarifa de alquiler (llevan asociados más componentes: baterías, cargador…).
Para alquiladores y fabricantes el verdadero reto ahora está en que los usuarios prueben las máquinas a batería porque están convencidos, y así lo demuestra su experiencia, que una vez que las usan no querrán volver a las versiones eléctricas con cable o de gasolina.
Analizadas las principales ventajas del alquiler de máquina herramienta, los tres ponentes también coincidieron en señalar a la gestión de incidencias como el principal hándicap de este servicio. Estamos hablando de productos pequeños, fáciles de sustraer en las obras y que además, en el caso del alquiler, suelen ser de primeras marcas muy cotizadas en el mercado. Hurtos que suelen ser más frecuentes en grandes obras, donde la cadena de subcontratistas hace más difícil el control de las máquinas. Los alquiladores intentan hacer frente a este problema con fianzas y pólizas, y los fabricantes ayudan con sus nuevos sistemas de rastreo, geovallas y bloqueo en remoto, pero lo cierto es que este parece ser un mal endémico en este negocio.
El asesoramiento profesional es clave
Como se afirmaba en el webinar, el alquiler de máquina herramienta no consiste en despachar un producto. De hecho, aunque el cliente llegue al punto de venta con una idea preconcebida de lo que quiere, el alquilador debe preguntarle qué trabajo quiere realizar y asesorarle sobre el producto que mejor puede realizar esas operaciones.
Con todo ello, en estos últimos meses, a raíz de los confinamientos y del crecimiento experimentado por las labores de bricolaje, sí se aprecia que los clientes llegan a los puntos de alquiler con cada vez mayor información sobre lo que necesitan. El visionado de vídeos, tutoriales y páginas web ha crecido exponencialmente y eso también facilita la relación entre proveedor y usuario final.
Aún así, el personal de las firmas de alquiler debe estar en todo momento formado sobre las últimas soluciones que ponen en el mercado los fabricantes para poder ofrecer siempre a sus clientes la solución óptima. Y para lograrlo es clave asistir a los cursos que organizan frecuentemente estos fabricantes.
Un personal, por cierto, que como se recalcaba en el webinar no son ya meros dependientes en los puntos de alquiler, sino comerciales de la propia empresa que deben cubrir sus “tiempos muertos” en las tiendas con la gestión de sus propias carteras.
Alquiler en grandes superficies
Una tendencia al alza en esta actividad durante los últimos años es claramente ofrecer el servicio de alquiler de máquina herramienta en las grandes superficies de construcción y reforma, lo que no se ve desde el sector como una competencia sino como un complemento. De hecho, son las propias firmas de alquiler especializadas las que lo están ofreciendo en muchas ocasiones como partners de estos grandes grupos, contando con puntos de servicio bien identificados en los almacenes.
Alguno podría pensar que se canibalizan ambos servicios, venta y alquiler, pero en realidad hay clientes para ambos, para aquel que prefiere comprar un producto muy económico que le permita hacer un trabajo de bricolaje sin grandes exigencias, y para aquel otro que busca alquilar una máquina herramienta de calidad contrastada que no se averíe en mitad de la obra causándole un gran trastorno. Además, la gestión de cualquier incidencia no es la misma en un producto vendido que en uno alquilado.
Un servicio en auge
Como el resto de productos que componen un catálogo de alquiler, la máquina herramienta también está disfrutando de una clara tendencia ascendente, entrando además en nuevos perfiles de usuarios, como el de los instaladores.
Sí, aún hay mucho camino por recorrer, sobre todo si comparamos la tasa de penetración del alquiler en España con la de otros países como Reino Unido, EE UU o Francia, pero los pasos que se han venido dando en los últimos años han sido muy favorables. El alquiler no es solo la entrega temporal de una máquina, sino una gran variedad de servicios que lo complementan (transporte, asistencia técnica, asesoramiento, gestión de incidencias…), por lo que cada vez está calando más hondo en una sociedad que tiende hacia las vías colaborativas.