Concluye con éxito el proyecto ganador del Premio BigMat 2008 a la Solidaridad
14 de octubre de 2009
Tan solo un año después de la entrega del galardón han concluido las obras de construcción de las 38 viviendas con toda normalidad y en los plazos previstos, gracias a la participación del Comité de Desarrollo de la Comunidad (elegido democráticamente por hombres y mujeres del pueblo), el profesor comunitario y los miembros de las familias beneficiarias.
Jesús Prieto, director general del Grupo BigMat, señala que “Estamos muy satisfechos al ver que el Proyecto Ganador de nuestro galardón ha concluido con éxito y nos sentimos sumamente orgullosos de aportar nuestro granito de arena para ayudar a construir un mundo y una sociedad más justa para todos”.
El Premio BigMat a la Solidaridad, que convocará su próxima edición en los próximos meses, valora muy especialmente la justificación de la acción, el número de beneficiarios directos e indirectos, la estrategia para abordar el proyecto y para prolongar su continuidad, el impacto en la zona de este proyecto, su viabilidad y la relación con el sector de la construcción. El galardón al Mejor Proyecto Solidario, dotado con 24.000 euros, tiene una periodicidad bienal, por lo que la próxima convocatoria se celebrará en 2010. Se trata de un reconocimiento que BigMat alterna con el Premio de Arquitectura, otorgado recientemente al Edificio Mediapro de los arquitectos Carlos Ferrater, Patrick Genard y Xavier Martí.
Mucho más que un techo
Las viviendas tienen una superficie total de 42,30 metros cuadrados distribuidos en una cocina, un salón-dormitorio y un porche, que es donde se realizan la mayoría de las tareas domésticas. Se construyen a unos 40 centímetros del suelo para evitar inundaciones, con paredes gruesas de ladrillo macizo y ventanas de pequeñas dimensiones para protegerse del calor.
Las familias beneficiarias participan en la construcción de su vivienda para potenciar el sentimiento de responsabilidad y de propiedad en una comunidad profundamente condicionada por la discriminación.
Finalizado el proyecto, 38 familias disponen de una vivienda digna que se ha puesto a nombre de las mujeres para protegerlas, junto a sus hijos, del abandono de sus maridos. Se ha potenciado el sentimiento de solidaridad y la cohesión de la comunidad al realizar un trabajo conjunto que incrementa la autoestima y el sentimiento de dignidad. Además han adquirido conocimientos sobre materiales de construcción y métodos para comprar artículos a precios justos.