Una casa demasiado pequeña, el exceso de ruido e instalaciones de baño inapropiadas son los tres principales problemas de la vivienda que la pandemia ha empeorado, según el informe elaborado por Kingfisher
La COVID-19 agrava los problemas de residir en una vivienda mal acondicionada
El 66% de los españoles asegura que vivir en un hogar mal acondicionado se convertido en un problema más grave a raíz de la pandemia de la COVID-19. Así lo revela el informe ‘Si las paredes hablaran’ elaborado por la compañía internacional de mejora del hogar Kingfisher, matriz de Brico Depôt Iberia, que también pone de relieve cómo el hecho de pasar más tiempo en casa está teniendo un efecto perjudicial en el bienestar de los españoles.
La situación de confinamiento ha sacado a la luz ciertos aspectos negativos de las viviendas mal acondicionadas que se han vuelto más importantes a raíz de la COVID-19. El 51% de los españoles considera que el tamaño de sus casas no es el idóneo, sino que son demasiado pequeñas; el 46% se queja del exceso de ruido de sus vecinos o el entorno; mientras que otro 46% cree que las instalaciones de su baño o aseo no son adecuadas.
Actualmente, la vivienda mal acondicionada es un problema grave que en España afecta al 58% de la población. Según el informe de Kingfisher, basado en una encuesta a 7.000 personas en Reino Unido, Francia, España, Polonia y Rumanía, revela que el 39% de los españoles cree que esta situación tiene un impacto significativo en sus vidas. Y, además, durante el confinamiento, el hecho de haber tenido que pasar más tiempo en casa les ha hecho sentirse ansiosos (54%), pesimistas (52%) y/o frustrados (51%).
Y es que, el informe ‘Si las paredes hablaran’ elaborado por Kingfisher no solo apunta cómo la COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de vivir en un hogar bien acondicionado, sino que también, muestra las consecuencias negativas que conlleva y que la pandemia ha agravado, tanto en el plano de la salud física como mental, además de otros aspectos de sus vidas.