Las centrales de compra terminarán 2020 con caídas menos pronunciadas frente a la gran distribución
La Asociación Nacional de Centrales de Compra, Anceco, acaba de presentar un nuevo informe centrado en las previsiones de los dirigentes de las centrales de compra y servicios (CCS) sobre diversas cuestiones que afectan tanto a la actividad de sus asociados como la de la propia central. Este estudio, que se realizó entre el 24 y 26 de junio, recoge datos y apreciaciones tras el paso a la nueva normalidad y fin del estado de alarma. En él han participado 41 centrales, el 13% del total de España, representantes de más de 8.500 empresas de 14 sectores de actividad diferentes.
Un 27% de los encuestados afirma que sus asociados cerraran el año con mejoras en comparación con 2019. Forman este grupo los sectores de alimentación (con un crecimiento que se situará entre el 25% y el 40%), gran consumo, ferretería y suministros industriales.
La mayoría de las centrales encuestadas afirman que sus asociados no tendrán problemas financieros para acabar el año. Sin embargo, las centrales de los sectores industriales (21%) opinan lo contrario.
En relación a la solicitud de ayudas financieras (ICO, aplazamientos de pagos, pólizas de crédito, etc), un 80% de los asociados a las CSS las ha requerido a lo largo del 2020. El 20% restante corresponde a los sectores de alimentación, gran consumo y los de suministros agrícolas, que manifiestan no haber sufrido las consecuencias de la crisis del COVID-19.
La pérdida de empleo ha sido otro de los asuntos analizados en esta encuesta. Para este punto, un 57% de las centrales participantes ha afirmado que sus asociados pondrán fin al 2020 con menos trabajadores. Un también notable 42%, correspondiente a los sectores tradicionales del retail, alimentación, gran consumo y construcción, opina lo contrario.
Asimismo, el informe hace referencia a las medidas tomadas por el Gobierno, siendo las laborales las más consideradas por los encuestados, seguidas por las de liquidez, con un 71% y un 21,4% respectivamente. No obstante, han echado de menos otro tipo de medidas tales como un mayor foco en la salud, más capacidad de reacción y de previsión, una bajada y condonación de impuestos, y ayudas a las empresas a fondo perdido.
En cuanto a las previsiones en los próximos doce meses, cerca de un 60% de las CCS encuestadas afirma que un nuevo brote de COVID-19 que requiriese un nuevo confinamiento comprometería su supervivencia económica. Se excluyen de este grupo los sectores de alimentación, gran consumo, auxiliar de la construcción y juguetes, quienes consideran que no les afectaría. Por su parte, las centrales del sector de ferretería y de suministros agrícolas manifiestan no tener certezas suficientes para responder esa cuestión.