“No solo en España sino a nivel mundial, Shell es una referencia muy asociada a lubricación en minería”
Entrevista a Pedro del Amo Alonso, lubricants technical advisor en Shell España
Seguramente muchos se habrán preguntado alguna vez por qué una de las principales empresas energéticas del mundo, Shell, tiene como imagen corporativa una concha marina. La explicación: sus orígenes, allá por el siglo XIX, corresponden a una pequeña empresa londinense, perteneciente a la familia Samuel, que vendía por aquel entonces conchas marinas. Con el tiempo, la compañía fue evolucionando hasta convertirse en una gran multinacional energética presente en más de 70 países y con cerca de 100.000 empleados. Entre sus numerosas actividades está la fabricación de lubricantes para diversos sectores, incluida la minería. Por ello no es de extrañar su presencia en la última edición del MMH, que tuvo lugar en Sevilla del 15 al 17 de octubre, y donde entrevistamos a su responsable técnico, Pedro del Amo Alonso, para conocer qué valores diferenciales puede ofrecer el lubricante Shell en un mercado tan exigente como es el de la minería.
¿Qué objetivos se han marcado con su presencia en esta tercera edición del MMH?
Shell es una referencia en lubricantes para el sector de la minería a nivel mundial, y nuestro objetivo en esta feria es mostrar todas las soluciones que podemos ofrecer a nuestros clientes para ayudarles a incrementar la productividad y maximizar su inversión en maquinaria, gracias a una buena lubricación y servicio de mantenimiento. Por ejemplo, una de las nuevas tecnologías que estamos presentando es el GTL (Gas to Liquids), un proceso para el desarrollo de aceites base a partir de gas natural, en lugar de crudo.
¿Qué posicionamiento tiene Shell actualmente en el mercado de la minería?
No sólo en España sino a nivel mundial, Shell es una referencia asociada a lubricación en minería. Somos una empresa reconocida por aportar soluciones de lubricación innovadoras, tanto a equipos móviles como estacionarios. Con presencia en ferias como el MMH buscamos refrendar esta posición de liderazgo.
¿Qué tipo de maquinaria suele usar el lubricante Shell?
Desde excavadoras a vehículos autopropulsados también conocidos como dumpers, pasando por otros equipos de trabajo a cielo abierto. Pero también se emplea en otras aplicaciones de equipos estacionarios como reductores, hornos, cribas… En resumen, en todo tipo de operaciones donde se necesite un lubricante, bien sea un aceite o una grasa.
¿Cómo comercializan sus productos en España para el sector minero, de forma directa, con partners…?
Trabajamos fundamentalmente de forma directa. En el sector minero tenemos grandes clientes, y a todos ellos les aportamos nuestra experiencia y una amplia gama de productos y servicios.
En el MMH exponen en el stand de Royse (Rodamientos y Servicios)… ¿Cuál es la relación que mantienen con esta empresa?
Royse es un proveedor independiente de servicios de mantenimiento para diferentes sectores, incluida la minería. Presta un servicio integral, incluida la lubricación y eligen la marca Shell a la hora de aportar soluciones integrales que ofrecen a sus clientes.
¿Qué valor diferencial destacaría del lubricante Shell respecto a otras soluciones que pueda haber en el mercado?
La principal diferencia radica en el proceso de fabricación del lubricante. Shell, desde hace siete años, desarrolló una tecnología única y exclusiva, que es la producción de los aceites base a partir de gas natural. Esto ofrece ventajas no solamente estratégicas, con el control de la materia prima y con el hecho que el gas natural sea mucho más abundante como recurso que el crudo, sino también desde el punto de vista de calidad. ¿Qué pasa con el crudo? Que dependiendo de dónde lo extraigas tiene unas propiedades u otras. Por el contrario, el gas natural está más libre de impurezas, tiene menos azufre y, gracias a ello, podemos crear un producto mucho más limpio con el que proteger el motor.
Tenga en cuenta que, por ejemplo, los nuevos motores tienen que hacer frente a grandes desafíos en materia de reducción de emisiones, usan avanzados sistemas tecnológicos como filtros de partículas, catalizadores, etc., que requieren del uso de lubricantes que estén libres de impurezas.
Por otra parte, no hay que olvidar que el lubricante tiene la misión de contribuir a reducir la fricción, por lo que, si este lubricante es más homogéneo y libre de impurezas, podrá optimizar esa función. Y con ello facilitará una reducción en el consumo de combustible y del propio lubricante, aumentando los intervalos de reposición. Aspectos todos ellos que influyen directamente en los costes de explotación de una empresa minera.
¿Se está consiguiendo también reciclar y reutilizar el aceite usado?
El compromiso de Shell es ofrecer productos innovadores cada vez más sostenibles, como muestra la nueva tecnología de producción de aceites base a partir de gas natural, para poder contribuir con el medio ambiente. La regeneración de aceites industriales usados forma parte de un proceso de Economía Circular con el que estamos muy comprometidos y la principal aplicación actualmente de los aceites usados es su utilización como combustible.
"El compromiso de Shell es ofrecer productos innovadores cada vez más sostenibles, como muestra la nueva tecnología de producción de aceites base a partir de gas natural, para poder contribuir con el medio ambiente"
Como proveedores de soluciones a clientes que trabajan en minas…, ¿considera que hay una reactivación de este sector en España?
Es difícil prever qué horizontes puede tener en el futuro, pero desde Shell estamos preparados para poder ofrecer a nuestros clientes nuestra experiencia y todas las soluciones necesarias en materia de lubricación para el desarrollo de su actividad.
¿Llevan solo el mercado español o también Portugal?
Únicamente España, si bien el grupo Shell opera en 70 países diferentes a nivel mundial, incluido Portugal.
De todas las aplicaciones y sectores en los que están presentes los lubricantes Shell, ¿qué porcentaje puede ir dirigido a la minería?
Como dice, Lubricantes Shell está presente en multitud de sectores y muchos de los productos de la gama Shell como la gama Rimula (aceites de motor), Tellus (hidráulicos), Omala (engranajes) o Gadus (grasas) tienen aplicación en minería.
¿Aparte de la minería también van al sector de la maquinaria de obra pública?
Sí, desde Shell ofrecemos productos para los sectores de construcción y obra pública, igual que para minería, y tenemos una amplia gama de servicios como los que citaba anteriormente.
¿Hay alguna novedad importante en su gama?
Nuestra principal novedad es la tecnología de gas natural con la que se producen los aceites base de todos los productos de nuestra gama, ya que hace que estén más libres de impurezas y, gracias a ello, podemos crear un producto mucho más limpio con el que proteger el motor. En este sentido, nosotros en lugar de ofrecer un catálogo de productos para que el cliente seleccione, lo que tratamos es de acercarnos al usuario en base a nuestra experiencia, identificar qué necesidades tiene de lubricación en cada punto de su planta o maquinaria y, a partir de ahí, ofrecerle el producto más adecuado para conseguir sus objetivos: fiabilidad de los equipos, tiempos mínimos de parada, menores costes.
Entiendo entonces que son productos hechos a la medida del cliente…
Hacemos una auditoría de lubricación donde nuestros técnicos se desplazan a la planta y vamos viendo punto a punto qué necesidades tiene, identificando aplicaciones críticas y a partir de ahí hacemos una propuesta de valor, que puede incluir incluso la comparativa con otro producto que esté ya usando el cliente. Para ello tenemos también centros tecnológicos de I+D en Europa donde podemos hacer los ensayos.
Además, estamos comenzando a ofrecer un nuevo servicio de monitorización de las condiciones del aceite que se denomina 'Remote Sense'. Trabajamos con un programa de toma de muestras 'Shell LubeAnalyst' que luego se envían a un laboratorio para poder ver cuál es la condición del aceite y determinar si es necesario cambiarlo.
Y en esta feria estamos presentando un nuevo sistema de monitorización remota de la condición del aceite, 'Remote Sense', mediante la instalación de sensores. Esa información se almacena de forma online en la nube para que esté disponible en todo momento. Es una fórmula que ya está implantada en otros sectores y que va a tener también cabida en minería.
Al igual que se puede medir de forma remota la presión de un neumático, se pueden identificar diversos parámetros en un aceite de forma complementaria a la tradicional, mediante la que el operario tome una muestra, que esa muestra se envíe al laboratorio, que éste lo analice y que el operario después de horas de espera tenga una respuesta. Al final estamos hablando de equipos que pueden estar trabajando durante 24 horas al día y donde tener una información actualizada puede ser de gran ayuda.
¿Tienen algún estudio comparativo donde se puedan ver claramente los ahorros de coste que puede obtener un cliente usando el lubricante adecuado para su aplicación?
Sí, esto es una práctica habitual para nosotros. Pongo el ejemplo de un aceite de motor. Lo habitual es que el cliente cambie el aceite por ejemplo cada 250 horas. Lo que nosotros le podemos proponer es usar un aceite mucho más avanzado y a partir de ahí determinar, en base a un programa de toma de muestras, que el cliente mantenga el aceite con mejores condiciones tras esas 250 horas, o bien que pueda extender el cambio de aceite a un intervalo más largo, de 400 ó 500 horas, reduciendo con ello el consumo a la mitad. La medición del coste ya no es en base a los euros/litro sino a los euros/litro/hora.
¿Hay algún caso de éxito significativo de los lubricantes Shell en el sector de la minería que le gustaría destacar?
Disponemos de muchos casos de éxito, como, por ejemplo, tenemos clientes que han ahorrado 170.000€ anuales por la utilización de Shell Omala S4 GXV para sus reductores junto con la utilización del programa Shell LubeAnalyst.
¿Quiere añadir alguna cosa más antes de dar por terminada la entrevista?
Me gustaría añadir que somos la única compañía que está ofreciendo lubricantes a partir de gas natural (el aceite base es un 90% del producto ya formulado), y que nuestra propuesta de valor pasa por el desarrollo de nuevos servicios y, sobre todo, por acercarnos al cliente para identificar sus verdaderas necesidades y, con ello, darle la solución que necesita con el propósito de seguir siendo una referencia en el sector de la minería.