Desde su aparición en 1936, CSP ha producido variantes del motor bóxer Volkswagen (VK) de cuatro cilindros refrigerado por agua durante setenta años
La furgoneta ‘voladora’ de CSP
La empresa Custom and Speed Parts (CSP), fundada en 1987 por Peter Köhmann y vieja conocida de los entendidos en el mundo de los Volkswagen antiguos, fabrica sus piezas con máquinas herramienta CNC de Haas, componentes que luego prueba en carreras de coches clásicos. Un VW Karmann Ghia Type 34 exquisitamente modificado nos da la bienvenida en la entrada de la sala de exposición de la fábrica de la empresa, rodeado de otras variantes del motor clásico de VW.
El Type 34 de CSP —que la empresa ha alterado profundamente— ostenta el récord del cuarto de milla en su categoría: 8,85 segundos (251 km/h). Su motor de 2.165 cc tiene 500 caballos de fuerza de frenado, que es diez veces superior a la potencia que produce un coche estándar con un bloque y cárter de las mismas dimensiones. CSP realiza casi todas las modificaciones, así como las piezas de los frenos y la suspensión.
“Es nuestra obsesión de fin de semana”, dice Peter. “Las carreras suponen mucho tiempo y dinero, desde luego, pero es un laboratorio de pruebas perfecto para los productos de CSP y, además, son una publicidad muy buena. Queríamos conseguir el mejor coche posible, así que, a la hora de fabricarlo, tuvimos tan en cuenta la calidad y el acabado como el rendimiento. Después de batir el récord, lo pintamos. Y, sólo para pintarlo, se necesitaron ¡quinientas horas de trabajo!”
La apuesta por la calidad de la empresa no sólo se aprecia en la estética de los vehículos. Todos los productos de CSP se fabrican conforme a los rigurosos estándares alemanes TÜV.
“Producimos y comercializamos piezas que permiten que los Volkswagen y los Porsche superen las velocidades para que las que se diseñaron originalmente. Tenemos que asegurarnos de que todo lo que fabriquemos y vendamos esté homologado y conforme a los estándares más exigentes. Queremos que nuestros clientes tengan la tranquilidad de saber que pueden conducir su vehículo por la autopista con total seguridad. Existen productos más baratos producidos en fábricas chinas, pero yo no me fiaría de ellos para conducir por las carreteras alemanas”.
Thomas Kelm, la mano derecha de Peter Köhmann, es el responsable de la programación y la producción con CNC.
“Al principio, externalizábamos la producción de las piezas”, dice. “La calidad y los plazos de entrega no eran lo que esperábamos, por así decirlo. Y, de repente, la empresa subcontratista cerró. Entonces decidimos comprar un centro de mecanizado CNC Haas VF-3”.
Thomas aprendió a usar SolidWorks y CAMWorks por su cuenta. “Yo soy una persona más de ideas”, dice Peter. “Yo esbozo ideas y Thomas las convierte en modelos CAD y genera el código. Con este método, por fin podíamos hacer realidad las piezas que yo imaginaba. Podíamos diseñarlas, perfeccionarlas y llevarlas a producción rápidamente. Piezas que el subcontratista producía como fabricaciones digitales ahora podíamos mecanizarlas a partir de bloques macizos, con lo que se veían y funcionaban mucho mejor”.
“Por ejemplo, antes teníamos que producir los frenos de disco traseros en dos máquinas: primero en un torno y luego en una fresadora vertical. Ahora los mecanizamos con un solo amarre en la Haas”.
Peter es un gran aficionado a la bicicleta de montaña, así que, al poco tiempo de instalar la fresadora Haas, se dedicó a practicar diseños creando un ampliador de alcance para cambios Shimano de once marchas. Como ocurre con las piezas para los coches Volkswagen, la anilla del cambio Shimano se mecaniza a partir de un bloque macizo y luego se anodiza con una película negra. La empresa no se dedica a las bicicletas, pero es un ejemplo de que las mentes creativas siempre encuentran maneras de aprovechar sus herramientas.
Gracias a la VF-3 y la VF-2SS de Haas, con su husillo más rápido, la empresa también puede fabricar mejores prototipos.
“Usamos las máquinas Haas un poco como si fueran impresoras 3D”, dice Peter. “Por ejemplo, desbastamos unos estribos de freno que luego usamos para ver si se ajustan bien. Aunque el producto final es de hierro fundido, mecanizamos las primeras versiones en aluminio porque es mucho más rápido y sencillo”.
Puede que las piezas acabadas no sean auténticas, pero CSP hace especial hincapié en que el aspecto final sea lo más parecido posible al original. Por ejemplo, la empresa fabrica unos soportes para frenos que el cliente puede usar en vez de los frenos de tambor originales para montar frenos de disco mucho más potentes, y al mismo tiempo mantener la configuración típica de cinco tornillos de las ruedas de los Volkswagen de los sesenta.
“Producimos unas quinientas unidades de esta pieza, lo que es un volumen bastante grande para nosotros. Solemos fabricar series de entre diez y cien unidades por pieza. Muchos de nuestros componentes antes se hacían uniendo otras piezas, mientras que ahora las fabricamos a partir de bloques macizos. También nos gusta digitalizar las piezas y rediseñarlas a partir de los modelos. Es una manera muy rápida y eficaz de producir algo nuevo. En el futuro, también nos gustaría invertir en una Haas de cinco ejes para poder mecanizar culatas. Ese es el camino que queremos seguir: piezas más complejas”.
Aparte del Type 34, la fábrica de CSP alberga otros vehículos con motores Volkswagen, la mayoría de los cuales también se emplean para probar piezas. Bajo unas grandes fundas, se esconden dos Porsche 356: uno está semi-restaurado y el otro, aunque tiene un poco de polvo, se encuentra en estado original: una maravilla para los ojos.
Junto a las máquinas CNC Haas, en lo que parece la mesa de acero de una máquina enorme, está la última obsesión de Peter: una Volkswagen Transporter con el parabrisas dividido en dos que CSP está modificando. Esta clásica furgoneta Volkswagen típica de los años sesenta se pintará con los mismos colores que el Karmann Ghia y se utilizará como vehículo de asistencia del equipo de carreras y para probar piezas nuevas y prototipos. Con la potencia aumentada, la furgoneta ‘volará’.
Mientras admiramos el último proyecto de Peter, éste me da un soporte para frenos: “Una cosa más, muy simple, que antes no podíamos hacer”, empieza. “Grabamos los números de serie en los productos. No parece nada del otro mundo, pero grabar en lugar de estampar números manualmente es mucho más rápido y el resultado final, mucho más profesional”.
Esboza una sonrisa para concluir: “Todo eso es valor añadido. Las máquinas Haas nos han ayudado a fabricar productos mejores, producir piezas nuevas y, en general, perfeccionar todo lo que hacemos. Las cosas nos han salido bien”.
Custom and Speed Parts (CSP), con base en Bargteheide, cerca de Hamburgo, Alemania fue fundada en 1987 por Peter Köhmann.
Tecnología alemana
Para los amantes de los coches antiguos de todo el mundo, pocas cosas son más alemanas que un motor bóxer Volkswagen (VK) de cuatro cilindros refrigerado por agua, ya sea en un Karmann Ghia, un ‘escarabajo’, una Transporter o, en lo más alto de la gama, un Porsche 356.
Desde su aparición en 1936, la marca ha ido produciendo variantes del motor durante setenta años. Hoy en día, tanto por su omnipresencia como por su diseño sólido y sencillo, es para los restauradores y los aficionados a las carreras uno de los motores clásicos más accesibles y fáciles de personalizar.