Instalar un sistema de riego automático o cubrir los muebles del jardín con plástico o toallas, ayudan a cuidar del jardín en largas o cortas ausencias
¿Cómo cuidar y mantener nuestro jardín en verano?
Fernando Pozuelo ofrece una serie de consejos para proteger los espacios exteriores durante estos meses donde el principal contratiempo son las altas temperaturas.
Ya estamos inmersos en el verano y nuestros pensamientos se encuentran divididos entre los temas de trabajo y las vacaciones. Los paseos por la playa, el ruido del mar, la tranquilidad se acercan; pero para marcharnos del todo tranquilos no podemos descuidar los elementos de nuestra casa y del jardín durante el tiempo que estemos fuera.
Es aconsejable regar el jardín en las horas de menos calor, también en verano.
Durante estos días y antes de coger vacaciones, es importante recordar que no se puede dejar de regar el jardín, siempre en las horas más frescas del día – a primera hora de la mañana o a última de la tarde – y que se debe aumentar los riegos sobre todo los días de más calor. Para no olvidarnos de hacerlo cada día, podemos instalar un sistema de riego automático para tener garantías de que nuestro jardín seguirá tan fresco cuando volvamos que cuando lo dejamos al partir. También es importante cuidar el césped y la mejor forma de conservación es segarlo antes de marcharnos, pues así se mantendrá sano y atractivo y se evitará que resulte molesto. Sin embargo, no debemos cortarlo demasiado porque, de esta manera, se debilitará.
Las plantas, flores y árboles del exterior también requieren un cuidado especial durante esta época del año ya que debido a las altas temperaturas, pueden aparecer plagas y hongos. Conviene, en estos casos utilizar insecticidas u otros productos en las últimas horas de la tarde y sin abusar para no quemarlas.
¿Y qué hay del mobiliario de nuestros jardines y terrazas? Aunque estén diseñados con materiales que aguantan prácticamente todo tipo de condiciones climáticas, debemos tener en cuenta algunos consejos para evitar que se deterioren. Si decidimos dejarlos a la intemperie, podemos cubrir aquellos de resina o plástico con toallas y para el mobiliario de forja o hierro, siempre es recomendable aplicarles una capa de pintura o barniz para que se mantengan relucientes a lo largo del verano. En cuanto a los muebles de materiales naturales como mimbre o petan, lo más recomendable es limpiarlos con agua salada para que no pierdan la rigidez.
El mobiliario de jardín es recomendable cubrirlo con resina o plástico con toallas.
Por último, aquellos elementos de madera para exterior, como la teca o el iroco, y aunque están preparados para las inclemencias, podemos darles una mano de capa de aceite protector o un renovador de madera para que luzcan como nuevos.
Estos sencillos consejos nos ayudarán a mantener el jardín en perfecto estado durante la época estival y nos permitirán recuperar todo el esplendor del espacio exterior a la vuelta de las vacaciones.