El sector biotecnológico requiere ajustar la formación académica a las necesidades empresariales
AseBio ha presentado recientemente el estudio “Perfiles profesionales en el sector biotech”, elaborado junto con la Plataforma de Mercados Biotecnológicos. Un trabajo que nace con el objetivo de identificar las necesidades laborales específicas de las empresas biotecnológicas en España y, por otro lado, evaluar si la formación universitaria en biotecnología y otros grados de formación relacionados se alinea con las competencias y conocimientos que se están demandando en la actualidad por la industria biotecnológica.
El capital humano y el talento son dos elementos clave para el desarrollo de las compañías y, el sector biotecnológico, cuenta con una cantera de talento brillante, es el de mayor participación de investigadores entre sus empleados y se caracteriza por la gran presencia de la mujer en actividades de I+D. Los rápidos avances científicos y tecnológicos que están transformando radicalmente nuestra sociedad, con la biotecnología como uno de los campos más revolucionarios, plantean importantes desafíos: el sector biotecnológico requiere nuevos perfiles multidisciplinares, con determinados conocimientos y competencias, para adaptarse a un entorno científico innovador en constante evolución.
“En el sector biotecnológico en España, resulta crucial abordar la discrepancia existente entre la formación disponible y las competencias que demandan las empresas. Reducir esta brecha y anticiparse a las necesidades futuras es fundamental para el crecimiento sostenido del sector. Comprender los perfiles más solicitados y las habilidades requeridas permite diseñar estrategias adaptativas frente a las transformaciones del mercado”, ha destacado Tomás Alarcón, coordinador del Grupo de Trabajo de Talento y Diversidad de AseBio y director de RRHH de 3PBiovian.
En palabras de Alarcón: “Un análisis exhaustivo de esta brecha, que contemple tanto habilidades técnicas como competencias blandas, es esencial para impulsar el desarrollo profesional en las organizaciones. En este sentido, el estudio liderado por AseBio ha proporcionado una base sólida para futuros análisis y enfoques innovadores”.
“Para afrontar los retos del sector, las empresas deben priorizar el fortalecimiento de competencias técnicas y habilidades blandas mediante estrategias de upskilling y reskilling. La personalización del aprendizaje y el uso de tecnologías educativas avanzadas, como las plataformas de aprendizaje adaptativo, la inteligencia artificial o el empleo de metodologías de aprendizaje activo constituyen herramientas clave para cerrar la brecha de competencias de manera eficiente, promoviendo el desarrollo integral de los profesionales y el crecimiento organizacional”.
33 universidades imparten el Grado en Biotecnología en España y contamos con dos títulos de FP superior relacionados con la industria
El estudio revela que el Grado en Biotecnología, uno de los estudios con mayores notas de corte en 2023, se imparte actualmente en 24 universidades públicas y nueve privadas. En relación con los estudios de Formación Profesional, actualmente existen dos títulos de FP Superior relacionadas con la industria biotecnológica: Técnico Superior en Fabricación de Productos Farmacéuticos, Biotecnológicos y Afines (ofertado en 25 centros en ocho comunidades autónomas), y Técnico Superior en Laboratorio de Análisis y Control de Calidad (disponible en 84 centros de 17 comunidades autónomas).
Si hablamos de los conocimientos y habilidades técnicas que los estudiantes adquieren a través de las dos modalidades formativas referidas, estas difieren. Los graduados en Biotecnología adquieren competencias y habilidades generales, específicas y transversales que serán fundamentales para su futuro profesional. En cuanto a los conocimientos adquiridos durante la etapa universitaria sobre la industria biotecnológica, la asignatura más relevante es “Economía y gestión de la empresa biotecnológica”. Una conclusión llamativa del estudio es que los docentes consideran que sería beneficioso incluir más asignaturas sobre la industria biotecnológica impartidas por profesionales del sector.
En relación con las competencias obtenidas en los grados formativos, en el CFGS en Fabricación de Productos Farmacéuticos, Biotecnológicos y Afines, los alumnos adquieren la capacidad de organizar y gestionar operaciones de fabricación, acondicionamiento y almacenamiento de productos farmacéuticos y biotecnológicos, según la planificación de la producción y las guías de fabricación. Por otra parte, en el CFGS en Laboratorio de Análisis y de Control de Calidad, los estudiantes son formados para organizar y coordinar actividades de laboratorio y planes de muestreo, realizando ensayos y análisis de materias y productos en proceso y acabados.
Casi el 90% de las empresas contratan perfiles que tengan el grado universitario
El estudio muestra que casi el 90% de las empresas contratan perfiles que tengan el grado universitario. Sin embargo, más del 70% de las compañías requieren además que los candidatos hayan cursado un máster. Hay que señalar además que en los puestos para los que se requiere una mayor especialización, el 75% también busca incorporar doctores.
En el caso de la Formación Profesional, sólo el 19% de las empresas buscan perfiles con FP de Grado Medio. Se trata de empresas en su mayoría de gran tamaño y con capacidad de producción. En el caso de los perfiles con FP de Grado Superior, el 56% de los encuestados requieren perfiles con este nivel de estudios. Además, son demandados por empresas de todos los tamaños, de las que alrededor del 70% tienen capacidad de producción.
El análisis realizado sobre los perfiles profesionales más demandados y los requisitos que solicitan las empresas, el estudio pone de manifiesto un gran consenso, independientemente del tamaño de la empresa y del área de actividad. De este modo, Biotecnología (82,69%), Biología (71,15%), Bioquímica (50%), Farmacia (44,23%) y Bioinformática (36,54%), son las titulaciones más demandadas por las empresas.
El 38,46% de las empresas encuestadas han necesitado incorporar personal del área administrativa y financiera en los últimos tres años, debido a las características únicas y a los desafíos específicos de la industria biotecnológica. Además, el 42,31% de las compañías participantes en el estudio han requerido perfiles especializados en bioinformática en los últimos años como consecuencia de la creciente disponibilidad de datos biológicos y la necesidad de analizarlos de forma eficiente.
El análisis realizado pone de relieve las dificultades de las empresas a la hora de encontrar perfiles con conocimientos específicos como son la biología computacional, la bioestadística o la ingeniería de proteínas. Además, en el caso de la inteligencia artificial, la demanda supera a la oferta y las compañías pequeñas no pueden satisfacer las expectativas salariales. Esto incrementa la dificultad para captar estos perfiles. Por otra parte, el estudio ha detectado una significativa falta de profesionales con experiencia en la selección y uso de programas de software específicos para biotecnología. Si bien en el mercado existen perfiles competentes en la búsqueda de bases de datos clínicos y genéticos, es difícil encontrar expertos capaces de generar e implementar herramientas de modelado molecular y en el análisis de biomarcadores o nuevas dianas terapéuticas.
La demanda laboral en posiciones como marketing y desarrollo de negocio ha crecido significativamente en los últimos años como consecuencia de la necesidad de diferenciación en un entorno altamente competitivo. Así lo demuestra el hecho de que el 78,43% de las empresas encuestadas han necesitado cubrir este tipo de puestos en sus empresas recientemente.
Además, el 90% de las empresas han requerido puestos del área científica o I+D, regulatoria, técnico de laboratorio o para monitorizar ensayos clínicos. Sin embargo, esas compañías destacan la escasez de profesionales con experiencia en genética, ingeniería genética e inmunología. Además, destacan la escasez de profesionales con conocimientos en legislación y regulación. Por último, para los puestos de producción las empresas destacan la falta de candidatos con conocimientos en normativas específicas del ámbito biotecnológico con GMP, GLP, etc.
Avanzando en las conclusiones del estudio vemos que Desarrollo de negocio, Área científica o I+D y Comercial copan los primeros puestos de las ocupaciones más solicitadas por las empresas biotecnológicas. Asimismo, se ha elaborado una clasificación de los conocimientos técnicos más demandados por las compañías biotecnológicas en los candidatos (además de poseer conocimientos de biotecnología). Este ranking está liderado, en los últimos tres años, por los conocimientos avanzados sobre la industria biotecnológica; los conocimientos en normativas, regulación y legislación en biotecnología; y los conocimientos en marketing en el sector biotecnológico o relacionado (alimentario o sanitario, por ejemplo). En esta línea, si ponemos el foco en los próximos tres años, vemos que la demanda de estos conocimientos en las empresas biotecnológicas se mantiene, a excepción de los conocimientos sobre normativas, regulación y legislación, que se ven sustituidos por una creciente demanda de profesionales con conocimientos en bioinformática, especialmente aquellos con experiencia programación e inteligencia artificial.
Por último, además de los conocimientos y habilidades esenciales para el puesto, la industria biotecnológica busca candidatos que cumplan requisitos adicionales como el manejo de idiomas y competencias digitales. En este sentido, cabe destacar que la actitud proactiva (90%), la capacidad de trabajo en equipo (80%) y la capacidad de organización (67%), conocidas como “habilidades blandas”, son aspectos muy valorados a la hora de seleccionar profesionales.
Falta de prioridad en fomentar el contacto empresa-universidad
La colaboración entre universidades y empresas biotecnológicas es fundamental para responder a las necesidades de la industria. Los profesores universitarios suelen dedicarse a la investigación en el ámbito académico, lo que limita su perspectiva del ámbito empresarial. Sin embargo, los profesionales de las empresas se enfrentan a retos de carácter más práctico y pueden contribuir con esa visión. Partiendo de este contexto, las conclusiones del estudio señalan que las formas más frecuentes de colaboración entre la academia y la industria son la creación de spinn-off, los doctorados industriales, la colaboración entre empresas y grupos de investigación universitarios para fomentar la transferencia de conocimiento; consultas de las universidades y centros de formación con las empresas para adecuar el diseño y adaptación de los planes formativos; y las prácticas externas en empresas. En el caso de FP destaca la figura del prospector: persona asociada al departamento de educación que se encarga de visitar las empresas para que acepten la formación en la modalidad de FP Dual.
En base al análisis realizado una de las principales conclusiones que ofrece el estudio es que tanto las universidades como las empresas entrevistadas señalan que la falta de prioridad en fomentar el contacto empresa-universidad se debe a que el impacto no se ve a corto plazo.
Las empresas biotecnológicas reconocen que los recién graduados poseen una buena formación técnica en materias específicas de su especialidad y que los planes de estudios son completos en cuanto a conocimientos técnicos. Pese a ello, consideran que los estudiantes no están completamente preparados para incorporarse a su plantilla tras finalizar los estudios de grado. Entre los motivos principales que destacan aparecen que las compañías requieren conocimientos y técnicas más específicas; la falta por parte de los graduados de la experiencia técnica necesaria para trabajar de manera autónoma, así como su falta de conocimiento sobre el funcionamiento de la industria biotecnológica; o el cambio en las aspiraciones de los estudiantes en comparación con hace 10-15 años.
En resumen, el estudio elaborado ha hallado un desajuste entre la formación académica y las necesidades empresariales, así como dificultades a la hora de encontrar perfiles especializados. Hay que señalar que las empresas valoran altamente las denominadas como “habilidades blandas”, así como el creciente interés de las compañías por los perfiles provenientes de la Formación Dual. El estudio pone de relieve la insuficiente colaboración entre academia e industria en materia de formación.
En base a esto se recomienda una revisión y actualización de los planes de estudio, así como el fomento de las “habilidades blandas” por parte de las instituciones educativas. Es conveniente además fortalecer la colaboración entre la academia y la industria, ampliar los programas de FP Dual, establecer incentivos para la atracción del talento especializado, y el desarrollo de competencias específicas para reducir el desajuste entre la oferta académica y las necesidades del mercado laboral en el sector biotecnológico. Todo, con el objetivo de mejorar la empleabilidad de los graduados y fortalecer la competitividad de las empresas biotecnológicas en España.