Vacunas para todos: así está trabajando la industria farmacéutica para lograr la inmunización global contra la COVID-19
Apenas 14 meses después de que el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud declarara de manera oficial como pandemia a la enfermedad causada por el coronavirus, ya existen cuatro vacunas contra la COVID-19 aprobadas por la agencias estadounidense (FDA) y europea (EMA), en breve llegarán dos más y más de una veintena está en la última etapa de investigación. ¿Cómo se ha conseguido esta hazaña sin precedentes? Una infografía de Farmaindustria resume este proceso, que recoge el compromiso y los grandes desafíos a los que está tratando de dar respuesta este sector en todo el mundo.
Desde el inicio de la pandemia, la industria farmacéutica se comprometió con la Organización Mundial de la Salud con el doble objetivo de colaborar y compartir conocimiento para ganar tiempo en el desarrollo de terapias y ofrecer las vacunas a precio asequible y cooperar para un acceso equitativo.
Así, las compañías farmacéuticas se han volcado, en colaboración con gobiernos y comunidad científica, para conseguir tratamientos en el menor tiempo posible y, de esta manera, las primeras vacunas fueron aprobadas en menos de un año, cuando este proceso de I+D suele llevar una media de diez años. Pero la investigación no se ha centrado solo en las vacunas. Aunque el desarrollo está resultando más lento, en la actualidad hay 326 medicamentos en investigación, y varios de ellos están mostrando en ensayos efectividad frente al virus.
En todas estas investigaciones, España está teniendo protagonismo, al ser el primer país de Europa y el cuarto del mundo en número de ensayos clínicos contra la COVID-19, con 165 ensayos puestos en marcha en nuestros hospitales.
Más de 270 acuerdos de colaboración
En paralelo a la investigación de las vacunas, la industria farmacéutica comenzó a trabajar para producir miles de millones de dosis en el menor tiempo posible. Así, las compañías desarrolladoras ampliaron sus propias plantas de producción para aumentar la capacidad y muchas de ellas comenzaron a producir vacunas a riesgo, antes de que éstas estuvieran aprobadas por las agencias reguladoras. Además, con el objetivo de movilizar toda la capacidad productora posible, compañías desarrolladoras y empresas capaces de participar en la producción de vacunas han sellado hasta abril 272 acuerdos de licencia, que en su mayoría implican transferencia de tecnología.
Gracias a estos acuerdos, la capacidad mundial de producción de vacunas -que era de unos 4.000 millones de dosis al año antes de la pandemia- se ha más que triplicado y en 2021 se prevé producir entre 10.000 y 12.000 millones de dosis de vacunas sólo contra la COVID-19. Esta cifra permitirá vacunar al 70-75% de la población mundial y lograr la inmunidad de grupo.
El siguiente desafío, por tanto, se centra en la distribución de estas vacunas. Para ello, la industria farmacéutica colabora, dentro de la Alianza Mundial de la OMS, con la Iniciativa Covax, que está respaldada por gobiernos y otras grandes organizaciones sociales y que busca asegurar una distribución equitativa de las vacunas disponibles.