La impresión y la tecnología móvil mejoran la seguridad y atención del paciente
Esta cifra puede parecer algo exagerada, pero nada más lejos de la realidad, pues los errores médicos son la tercera causa de muerte tras las enfermedades cardíacas y el cáncer. Un reciente estudio de Johns Hopkins confirma que hay más de 250.000 fallecimientos en EEUU por errores médicos cada año. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que si se toman las medidas necesarias en la Unión Europea se podría prevenir hasta 750.000 errores cada año. Lo que conllevaría una reducción de 3,2 millones de días de hospitalización, 260.000 incidentes con incapacidad permanente y 95.000 muertes al año. Por ello, cada vez tiene más importancia los esfuerzos en desarrollar sistemas sanitarios más seguros y una legislación de mayor calidad.
Afortunadamente, la tecnología puede mejorar la comunicación entre médicos, la seguridad de los medicamentos, reducir posibles errores y mejorar la experiencia general del paciente. A la hora de asegurar que no haya problemas, tienen un papel destacado la tecnología de impresión y los ordenadores móviles. Este tipo de dispositivos favorece la reducción de errores humanos, garantiza el máximo aprovechamiento de los datos y genera ahorros de costes.
Reducir los errores humanos
En la actualidad, la mayoría de los hospitales europeos registran los datos de pacientes en papel, lo que genera innumerables errores. Para evitarlos se deben utilizar escáneres e impresoras que aportan precisión y rapidez.
Cuando un paciente ingresa por primera vez en un hospital, hay cierta información como la fecha de nacimiento, el historial médico y las alergias que debe ser precisa, de lo contrario conllevará problemas. Cualquier retraso debido a pérdida de documentos, letra confusa o errores ortográficos puede ser fatal. Por ejemplo, entorno al 10% de las bolsas de sangre se administran incorrectamente debido a errores humanos. En el caso de las transfusiones de sangre, el uso de un sistema de identificación automática con seguimiento de códigos de barras impresos y ordenadores móviles podría reducir la tasa de error a menos del 1%.
Es evidente que existe mayor riesgo si los detalles están escritos a mano, sobre todo si las muestras de sangre se congelan criogénicamente durante muchos años. Si los escáneres, las impresoras y los ordenadores móviles registran con precisión la información del paciente, hay menos posibilidades de que se le administre un tipo de sangre incorrecto.
Es muy común que después de un largo turno de trabajo el empleado esté cansado, por lo que la tecnología ayuda a facilitar el trabajo y así evitar errores. Si se utiliza la tecnología móvil, se puede vincular la información de una etiqueta a un sistema que verificará el historial médico y las decisiones. En este caso, la tecnología ayudará a mejorar la seguridad de los pacientes y la reputación del centro.
Uso de datos en sanidad
La mejor recopilación y análisis de los datos conlleva a un sistema sanitario más eficaz. Una forma de conseguirlo es mediante la observación de los posibles errores y la creación de un manual de “lecciones aprendidas”.
En la actualidad, existe la expresión “conato de fallo”, que se aplica cuando los errores médicos casi se producen. Éstos pueden servir de aprendizaje para el personal en el futuro. Del mismo modo, el intercambio de información es importante para encontrar nuevos tratamientos y posibles curas para enfermedades potencialmente mortales.
Si bien existen beneficios indudables a la hora de compartir y analizar datos, la seguridad de los mismos debe ser primordial. Con el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en toda la Unión Europea, vigente desde el 25 de mayo de 2018, existe un gran incentivo para que la industria sanitaria en la UE lo implemente correctamente debido a las sanciones relacionadas. Si no se protegen los datos del paciente, la organización puede recibir una multa de 400.000 €.
Ahorro de costes
El uso de la tecnología de impresión y los ordenadores móviles también permiten ahorrar costes dentro del sistema sanitario. Por ejemplo, un área donde deben reducirse costes es litigios.
Las prácticas médicas inseguras y los errores de medicación son las principales causas de daños evitables en la atención médica. En todo el mundo, el coste de los errores de medicación se ha estimado en 42 billones de euros anuales. El uso de la tecnología puede ayudar a minimizar los litigios al garantizar que la información vital, como cuándo administrar el medicamento correcto o la bolsa de sangre para una transfusión, esté claramente etiquetada o registrada.
Tecnología: el diagnóstico del futuro
Hoy en día, la tecnología puede impulsar la eficiencia, la seguridad, la productividad, la visibilidad y el ahorre de costes y litigios en el cuidado de la salud. En el futuro, es posible que el acceso a los registros médicos se realice a través de smartphones, como ya se hace para ver los detalles de la cuenta bancaria.
No cabe duda de que la tecnología de impresión y la informática móvil pueden desempeñar un papel importante en la creación de un sistema de salud más eficiente. El desafío actual es que gran parte de la industria todavía está atascada, usando formularios escritos a mano en lugar de capturar información electrónicamente. Esto debe cambiar para que los médicos puedan ofrecer la atención que una sociedad actual y digital exige.