Medición de nivel en depósitos pequeños
Todos los centros de investigación y desarrollo de la industria farmacéutica y la biotecnológica disponen de depósitos de agitación y depósitos con conexiones a proceso pequeñas. La mayoría de estas aplicaciones tienen una cosa en común: por norma general no hay espacio suficiente para poder montar el sensor de nivel en los depósitos, ya que las conexiones a proceso de los sensores disponibles hasta ahora simplemente eran demasiado grandes.
En todos los contenedores y depósitos de pequeño tamaño, como los de las plantas piloto de ensayo, los usuarios se encuentran a menudo con dificultades, principalmente en el aspecto constructivo debido, por ejemplo, a la zona muerta del sensor, al tamaño y el diseño de las antenas o incluso la incertidumbre de una medición correcta en el fondo del depósito. Otras dificultades proceden de los serpentines y los agitadores que, en proporción, ocupan mucho más espacio en los depósitos pequeños. En el pasado, la medición con instrumentos de medición radar era muy difícil y costosa, ya que surgían muchas interferencias por reflexiones. Además, para este tipo de aplicaciones, los equipos deben proporcionar unos valores de medición muy precisos en los depósitos.
Tecnología: medición exacta en el fondo del depósito
El sensor radar a 80 GHz muestra una de sus principales ventajas en la medición de líquidos con una baja constante dieléctrica en el fondo de los depósitos. Hay que recordar que en los productos con bajas constantes dieléctricas, una parte de la señal atraviesa el producto y se refleja en el fondo del depósito situado debajo.
Por tanto, se obtienen dos señales: la del nivel real y la del fondo del depósito. Cuanto más pequeña sea la constante dielectrica del producto, más grande será la señal del fondo del depósito (por ejemplo, fondos metálicos planos). Gracias a la notable reducción de la longitud de onda de la señal a 80 GHz del Vegapuls 64, desarrollado por Vega Grieshaber KG, estas señales quedan mucho más amortiguadas en el producto que con los sensores de 26 GHz. De modo que la reflexión en el fondo del depósito es mucho más pequeña y, en consecuencia, es mucho más fácil medir hasta el fondo del depósito que con los sensores existentes hasta ahora. Esto permite medir el nivel en todo el volumen del depósito, incluso en los más pequeños, algo que resultaba imposible con los sensores de 26 GHz, ni siquiera con un sensor de radar guiado.
Además, dado que se ha triplicado la frecuencia emitida, los tamaños de la antena pueden ser el triple de pequeños y, aun así, suministrar una focalización de la señal muy similar. En consecuencia, se puede utilizar un tamaño de antena de apenas ¾” (el equivalente a una moneda de un euro) en las conexiones a proceso más pequeñas.