Eficiencia energética: definición, términos y consejos para conseguirla en el hogar
Grupo Ayuso, firma especializada en sistemas de aluminio, pvc y vidrio, se une a las celebraciones del Día Mundial de la Eficiencia Energética, que se celebra este 5 de marzo, sumando una voz práctica y didáctica a la hora de abordar este tema. Con motivo de esta jornada, la firma aclara y pone en valor ciertos términos y consejos para ayudar al usuario final a tomar decisiones informadas sobre los cerramientos de su vivienda
Como afirma Grupo Ayuso, “la eficiencia energética es utilizar la energía de una forma optimizada. Y esto, aplicado a la vivienda, significa conseguir que un hogar sea cómodo y confortable consumiendo la menor cantidad de energía posible”.
Valores a conocer para saber si una ventana es eficiente
Grupo Ayuso recuerda que, aunque se utilizan varios valores para medir diferentes aspectos del rendimiento térmico de los materiales, como el valor C (conductancia térmica) y el valor K (transferencia global de calor entre el exterior y el interior de un edificio), el rendimiento del aislamiento de un producto se suele medir utilizando tres valores térmicos: el coeficiente de conductividad térmica (λ), la resistencia térmica (R) y la transmitancia térmica (U):
- El coeficiente de conductividad térmica (λ) es la propiedad intrínseca de los materiales y está relacionado con la cantidad de calor que se transmite entre las dos caras de una superficie plana de un material. Cuanto más bajo es este valor, mejor aislante térmico es el material. Se expresa en unidades de W/(mK).
- El valor R indica la resistencia térmica de un material o su capacidad para resistir el flujo de calor. Expresado como m²K/W, el valor R depende del espesor del material utilizado. Cuanto mayor sea el valor R de un producto, mayor resistencia térmica y, por lo tanto, más ahorro de energía proporciona.
- El valor U mide la transmitancia térmica global, es decir cómo de rápido se mueve el calor a través de un determinado material debido a la diferencia entre las temperaturas del aire interior y exterior. El valor U de un producto también depende de su grosor, aunque, por el contrario que con el valor R, los valores U más bajos indican un mejor aislamiento.
En el caso de las ventanas es, sobre todo, en este último valor en el que nos debemos fijar, que, a su vez, dependerá de los valores U de las diferentes partes que la componen, entre ellos:
- Valor Uw - Transmitancia te´rmica del conjunto al que llamamos ventana
- Valor Uf - Transmitancia te´rmica del conjunto de perfiles que forman marcos, entendiendo como tal la ventana sin vidrios, ni accesorios (como cajones o persianas)
- Valor Ug - Transmitancia te´rmica del vidrio
- Valor Uc - Transmitancia te´rmica del cajo´n de persiana cuando va acoplado a la ventana.
“Como regla general, hay que recordar -señalan desde la firma- que cuanto menor sea la transmitancia térmica de cada parte, y la global, mayor será la capacidad de aislar de una ventana y, por tanto, más eficiente a nivel energético. Solo fomentando una mayor rehabilitación del parque inmobiliario e impulsando el cambio de las ventanas antiguas por otras de altas prestaciones conseguiremos caminar con ritmo hacia la meta en materia de eficiencia energética que la Unión Europea se ha marcado para 2050: ser la primera economía neutra en carbono”.
Fomentar el cambio de las ventanas antiguas por otras de altas prestaciones permite mejorar la eficiencia energética de los hogares, para legar al objetivo que la Unión Europea se ha marcado para 2050, ser la primera economía neutra en carbono. Fotografía: Grupo Ayuso.
Fotografía de la situación actual
A día de hoy, según el Instituto para la Diversificación y Ahorra de la Energía (IDAE), más del 73% de las viviendas españolas suspenden en eficiencia energética. “Esto es así porque el parque inmobiliario español sigue contando, en su mayoría, con ventanas anticuadas e ineficientes, que no aíslan como deberían”, apuntan desde Ayuso. De hecho, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, casi el 58% de nuestros edificios se ha construido antes de la primera Ley que introdujo unos criterios mínimos de eficiencia energética.
Un mal aislamiento también tiene sus consecuencias en la falta de eficiencia energética, pues además de afectar al nivel de confort en el hogar, tiene un reflejo claro en las facturas de la luz y el gas. De hecho, el uso de la calefacción y el aire acondicionado en los hogares españoles representa casi el 48% del total de la energía consumida. “Por tanto, mejorando la eficiencia energética de una vivienda con la ayuda de ventanas eficientes se consigue ahorrar a final de mes, ya que al estar mucho mejor aislada no se necesita encender los sistemas de calefacción y refrigeración para conseguir mantener una temperatura adecuada en el interior. Sin olvidar, por supuesto, el punto de vista medioambiental, ya que una mayor eficiencia energética va acompañada de una disminución de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Y esto es sinónimo de viviendas y ciudades más sostenibles”, sostienen desde Grupo Ayuso.
Mejorando la eficiencia energética de una vivienda con ventanas eficientes se consigue ahorrar a final de mes, ya que con un mejor aislameinto aislada no es necesario encender los sistemas de calefacción y refrigeración para mantener una temperatura adecuada en el interior. Fotografía: Grupo Ayuso.