Parasoles eficientes y de diseño para fachadas acristaladas
9 de febrero de 2011
En la era de la arquitectura moderna, la estética de los edificios no sólo aspira a hacer más agradable el entorno, sino que también se ha convertido en la firma de los arquitectos, y con ello de muchas ciudades. Belleza sí, pero funcionalidad también. Estos conceptos inseparables constituyen partes de un todo condicionado por las necesidades y recursos de cada construcción.
En esta espiral de estéticas complejas, las fachadas acristaladas son un elemento fundamental. Éstas deben satisfacer cada vez más un mayor número de exigencias (ahorro de energía, predominancia de la luz solar, comodidad...), y para conseguirlo no hay mejor aliado que las persianas parasol, una solución que armoniza la estética y la gestión de las contribuciones solares.
En esta línea, Kawneer, especialista en sistemas arquitectónicos de aluminio para fachadas, ha desarrollado el parasol Kalumen, que permite responder a todo tipo de proyectos de obra nueva o rehabilitación gracias a su máxima adaptabilidad, especialmente al conjunto de estructuras que admiten la gama de la compañía, en la que destacan el muro cortina con aspecto de rejilla y las fachadas acristaladas, entre otros.
Distancias variables
Asimismo, a fin de regular y controlar eficazmente las incidencias térmicas en el interior del edificio, los sistemas de fijación de los parasoles permiten variar verticalmente la distancia entre las lamas y su orientación. En cualquier caso, y para un funcionamiento óptimo de la persiana, el equipo técnico de la marca calcula la mejor solución de parasol según las condiciones climáticas y térmicas de cada proyecto. Gracias a este proceso se puede medir el impacto de los rayos de sol en el edificio, hallar fuentes de ahorro de energía o definir la mejor relación entre comodidad interior e irradiación de luz natural, siempre con el objetivo de obtener el máximo provecho de la persiana tras su instalación.
Con una amplia oferta estética que responde a todo tipo de creaciones arquitectónicas, los parasoles Kalumen incluyen dos sistemas de fijación: un soporte de lamas para fijación en fachadas con aspecto de rejilla, que también sirve para la estructura previa del edificio en caso de rehabilitación; y otro soporte voladizo horizontal para fijar en las fachadas de Kawneer.
Puesto que los parasoles están fabricados con aluminio, las ventajas a nivel técnico y de uso diario se multiplican. El aluminio es un material que permite gran libertad de formas y de tecnicidad gracias a su resistencia y a su fácil transformación, con lo que aumenta su adaptabilidad y facilidades de uso. Además, es una materia prima que respeta el medio ambiente porque es duradera, reciclable y mantiene resultados de aislamiento térmico y acústico estables a lo largo del tiempo.