D Factory, arquitectura 4.0 reflejada en la tradición industrial
El edificio DFactory es un centro de innovación de la Industria 4.0. Promovido por el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, con participación del Ministerio de Industria, Comercio e Industria, ha sido diseñado por TurullSørensen arquitectos.
Edificio DFactory 4.0, en Barcelona. Foto: Turull Sørensen arquitectos.
La cuarta revolución industrial, la llamada Industria 4.0, ha supuesto un cambio de paradigma en lo que respecta a la investigación y desarrollo, con la incorporación de nuevas metodologías de trabajo y de la digitalización al proceso productivo. Subir a este tren ya no es una opción, sino que es algo real y tangible si se quiere progresar en el modelo económico y social en el que nos encontramos. Para ello es necesario contar con mucho talento que conduzca a la investigación y desarrollo de modelos de negocio basados en esta nueva realidad.
Para fomentar ese talento, no se necesita tan solo financiación y medios, sino también un entorno que fomente la investigación y el intercambio de ideas, la colaboración de la iniciativa privada y la pública para favorecer el desarrollo del conocimiento. Así lo entendió el Consorci de la Zona Franca de Barcelona al promover la construcción de un contenedor apropiado para ello, DFactory, un centro de innovación de la Industria 4.0, cuya primera fase entró en funcionamiento a principios de este 2022. El edificio es obra del estudio TurullSørensen arquitectos, con el soporte de la ingeniería Pgi – Torrella engineering.
La fase 1 del proyecto DFactory 4.0, a la derecha destacado en amarillo, tiene un superficie de 17.843 m2. Imagen: Consorci Zona Franca.
Al servicio del talento empresarial
El Consorcio de la Zona Franca, con su continuada labor de impulsar la industria y la innovación del país, promovió la creación de un edificio que capitalizara la capacidad de Barcelona como polo de atracción de talento tecnológico y que hiciera posible el desarrollo de nuevas empresas e inversiones. “Con estas premisas, creamos un edificio inspirado en la tradición industrial del lugar, que pone en el centro a las personas y la tecnología”, explica Fredi Turull, de Turull Sørensen Arquitectos. “El Consorcio de la Zona Franca quería que el edificio respondiera de manera eficaz a sus pretensiones. A las dos semanas de recibir el encargo, les presentamos unos bocetos y les explicamos cuál era el sentido del proyecto. Tras la exposición, tan solo nos dijeron ‘perfecto, adelante’. Aparte de establecer unos límites económicos y de aplicar sentido común a las propuestas, no ha habido ninguna injerencia por parte del promotor”.
DFactory debía ser un acelerador de empresas con el objetivo de potenciar la industria 4.0. Para ello debía estar dotado de unas tecnologías a las que esas empresas difícilmente podrían acceder.
“Nuestra misión como diseñadores del edificio ha sido facilitar que todo esto ocurra, envolviéndolo con una edificación sensible y acorde a estas premisas, diseñando y desarrollando espacios y sistemas constructivos también con criterios de innovación y sostenibilidad”, explican desde Turull Sørensen.
El edificio se diseñó para potenciar el encuentro entre todos sus ocupantes y, sobre todo, con la tecnología. Imagen: Consorci Zona Franca.
Inspiración industrial
El edificio tiene una inspiración conceptual basada en las fábricas tradicionales, con un único espacio central muy abierto y módulos laterales donde se agrupan, en planta baja, espacios y laboratorios para la investigación y desarrollo tecnológico, y en las superiores, espacios para el coworking, todo ello enfocado a procesos productivos. Para salvar la distancia entre los laterales se optó por una solución de cercha que evocaba también el concepto industrial. Además, parte de la cubierta adopta forma de diente de sierra separado para proveer de luz el interior.
“El edificio se diseñó para potenciar el encuentro entre todos sus ocupantes y, sobre todo, con la tecnología. Para ello, aunque su volumetría es muy grande, es muy fácil de distribuir”, argumenta Turull. El estudio de arquitectura diseñó un espacio en el que el centro, aparentemente vacío, estuviera lleno de personas, de espacios de tecnología, con puntos para presentaciones y reuniones, donde se facilitara el encuentro y la puesta en común, en definitiva, un lugar “donde pasen cosas”. Todo ello en un entorno con apariencia de “industria pesada, con grandes luces, un lugar donde no sería difícil imaginar un gran puente grúa. En las grandes industrias metalúrgicas, el centro estaba lleno de máquinas, de materias primas, operarios…. Aquí ocurre algo similar, pero sin elementos tan pesados. En D-Factory, las personas pueden reunirse y exponer sus ideas y después volver a sus cubículos a desarrollar sus ideas; conservar su privacidad, pero al mismo tiempo estar al corriente de lo que pasa en el resto del edificio, lo que provoca que puedan desarrollarse más ideas”.
Vista general desde la entrada. Foto: Consorci Zona Franca.
La planta baja se ha estructurado, con espacios espacios laterales y centrales destinados a la investigación con cubículos con una modulación estructural de 10 metros de ancho por 20 de profundidad. Las empresas pueden alquilar los módulos que necesiten para sus proyectos. Todos los boxes de planta baja tienen acceso por las fachadas laterales para una sencilla carga y descarga de la maquinaria y materiales que precisen para sus proyectos.
Esta modulación también se repite en las plantas superiores, aunque aquí los espacios se han ideado bajo un concepto de co-working para dar cabida a empresas más reducidas. D-Factory ofrece la oportunidad de que las empresas puedan alquilar aquí desde una mesa compartida hasta cubículos habilitados para ocho o diez personas. Todas ellas tienen acceso a los espacios comunes y salas de reunión o ‘call conferences’.
En el gran espacio central se disponen habitáculos y espacios para la muestra de productos y/o eventos y salas de reunión para los cargos directivos del Consorcio de Zona Franca, así como un auditorio donde realizar presentaciones.
La fachada Norte, en la zona donde se concentran máquinas y las infraestructuras necesarias para el desarrollo de las actividades, también cuenta con grandes accesos para carga y descarga.
Imagen donde se aprecian los cubículos en planta baja y los espacios de coworking en plantas 1 y 2. Debajo, detalle del auditorio. Imágenes: Consorcio Zona Franca.
La gran ventaja del edificio es que ofrece grandes facilidades para adecuarse a las necesidades de las empresas o de eventos que puedan realizarse en el espacio, como ferias, congresos o presentaciones, sin interferir en las actividades de sus ocupantes,
Los cuatro núcleos de comunicaciones verticales y servicios se encuentran en las cuatro esquinas del edificio. Asimismo, las plantas técnicas quedan ocultas en el interior, en las crujías, en las partes superiores de los laterales, lo que da un aspecto de limpieza.
Fachadas selectivas
D-Factoy cuenta con cuatro fachadas que destacan por su capacidad de protección selectiva, distinguiendo el ángulo solar entre verano e invierno, con gran luminosidad y flexibilidad. Las fachadas Este, Oeste y Norte cuentan con vidrio extraclaro para demostrar una gran transparencia. Para reducir la incidencia del sol y del calor en verano y aprovecharlo al máximo en invierno, en las fachadas Este y Oeste se ha dispuesto un entramado de lamas verticales frente a la fachada compuesto por tubos de 25 cm separados suficientemente entre ellos para no crear una sensación de enrejado que impida ver con claridad el exterior desde dentro del edificio. Así, desde el exterior se tiene la impresión de unas fachadas muy ciegas, abriéndose a medida que nos desplazamos hacia el centro de las mismas.
Fachadas Sur y Este. En esta última se aprecia el entramado de tubos verticales dispuesto frente a ella para reducir la incidencia del sol y del calor en verano y aprovecharlo al máximo en invierno. Esta solución también se ha aplicado en la fachada Oeste. Foto: iARQCO.
En la fachada Sur, la más expuesta al sol, se recurrió a una solución vítrea selectiva avanzada para disipar los efectos del sol. Desde Turull Sørensen se contactó con Ariño Duglass, que habían trabajado con el estudio b720 en una nueva solución para uno de sus proyectos, que estaban ensayando. Se trataba de Select Sun, un vidrio de control solar pasivo, que mediante la deposición de bandas metálicas limita el paso de la radiación solar dependiendo de la estación del año para extraer el mejor rendimiento del consumo de energía, tanto desde el punto de vista de climatización como de iluminación.
“Yo pedí a Ariño una solución que nos evitara hacer una fachada de doble piel, pero que ofreciera garantías dese el punto de vista térmico. Me comentaron que habían desarrollado en conjunto con el estudio b720, un vidrio tricapa con deposiciones metálicas a diferentes niveles entre las caras 1 y 2 y 2 y 3. Esto significa que entre la primera y la segunda láminas de reflexión existe un desfase, que no alcanza la cámara”, explica el arquitecto. Así, cuando la radiación solar alcanza la primera lámina de reflexión, esta se refleja y sale, y al llegar a la segunda lámina, en función del ángulo de entrada del sol, se reflejará también o entrará. Esto implica que el acristalamiento filtra según el momento del día y de la época del año: en invierno puede entrar mayor radiación a través del vidrio, reduciéndose en verano. Esta solución permitía tener vidrios muy claros sin necesidad de utilizar muchas capas de filtro, que limitarían el paso de la luz.
Efecto desde el interior del vidrio de control solar pasivo SelectSun aplicado en parte de la fachada Sur de DFactory. Foto: iARQCO.
“En esta fachada empleamos solo dos capas en lugar de tres, con un patrón de separación de franjas diferente. Aunque las líneas dobles siempre coinciden, se aumentó la separación de las bandas reflectantes a fin de facilitar la visión hacia el exterior. Contar con un vidrio que tenga la capacidad de reflejar por sí solo es una innovación, es como si hubiéramos instalado una fachada de lamas, pero en el interior de los vidrios y sin cámara de aire, por lo que no pueden deteriorarse.”
El resto del acristalamiento se compone de una cámara y dos vidrios por la parte interior, necesarios para crear la cámara y para garantizar la resistencia al impacto.
La solución descrita se ha aplicado en la parte más plana de la fachada. En el resto se ha empleado un vidrio más claro y transparente porque los aleros que están por encima protegen del sol y este solo tiene una incidencia directa ya está muy bajo.
Valor añadido
D-Factory es un reflejo de aquello que promueve, del diálogo entre la tecnología 4.0 y el capital humano, un gran espacio dedicado al desarrollo de las nuevas tecnologías, pero que facilita y estimula la relación entre las personas para explorar conjuntamente nuevos caminos que lleven la innovación más allá. “Hay que compatibilizar ambos mundos, lo digital con las relaciones humanas. De esta manera consigues aquello que habías previsto y, al mismo tiempo, lo que no se había pensado, que es lo que a menudo aporta innovación. Hacer un edificio tan abierto, en lugar de uno con espacios cerrados y poco implicados entre sí, aporta un valor diferencial. Como estudio de arquitectura tuvimos nuestra primera experiencia en el mundo de las oficinas con el edificio de Desigual, en Barcelona, en 2012. El concepto fue una revolución de cómo se puede trabajar en una oficina. Introdujimos las terrazas exteriores dentro del propio edificio. Hoy, sin terrazas, es difícil competir en el alquiler de oficinas”, explica Fredi Turull.
En la cubierta de D-Factory también se encuentra este espacio exterior, donde se habilita la zona de cantina, una terraza verde que sirve de espacio de reunión y ocio, así como de generación de energía, con placas solares, recuperación de aguas y vegetación, con pavimentos blancos para reflejar el calor.
Un complejo estratégico
El edificio D-Factory se alza en un emplazamiento estratégico, frente al puerto de Barcelona, bien conectado con el aeropuerto, con acceso al metro y a apenas 10 minutos del centro de Barcelona en coche.
Con 17.000 metros cuadrados, el edificio es la primera fase de un complejo que está previsto que se amplíe en el futuro. La segunda fase se prevé que pueda alcanzar otros 75.000 metros cuadrados.
“El planteamiento de esa segunda fase dependerá de los resultados obtenidos aquí. Este es un espacio que surge de una mezcla de tecnología, producción y de personas. Las futuras fases quizás tengan una vertiente más productiva. En el presente edificio, la voluntad principal era generar un espacio donde personas y máquinas interrelacionasen con facilidad. Todo está presente, todo se comparte. Buscamos que la suma de las partes cree una comunidad de innovación”, concluye Fredi Turull.
Ficha técnica
- Proyecto: DFactory 4.0
- Promotor: Consorci Zona Franca de Barcelona
- Localización: Calle D27, nº10-16 sector BZ, Zona Franca, Barcelona
- Arquitectura: TurullSørensen arquitectos
- Ingeniería: Pgi - Torrella engineering
- Año: 2022
- Superficie de actuación: 17.000 m2
- Cliente: Consorci de la Zona Franca
- Constructora: Vopi 4
- Fachadas: Acieroid
- Vidrio: Ariño Duglass
- Carpinterías metálicas: Acieroid
- Fabricante e instalador: Acieroid