‘Slow Building’, el edificio que vela por la salud de sus usuarios

Sant Cugat del Vallès ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años. Su carácter de localidad residencial próxima a Barcelona ha propiciado que su área residencial se haya ido expandiendo con el tiempo hacia zonas ocupadas hasta ahora por suelo industrial o terciario. Así, lo que antes podía considerarse las afueras de la ciudad, hoy es puerta de entrada a la misma, hibridando el uso industrial con el residencial y comercial.

El edificio Slow Building, una iniciativa de la promotora Marcove, se emplaza en este contexto urbano de acceso a la ciudad. El estudio de arquitectura BailoRull ha sido el encargado del proyecto y H.A.U.S., consultora catalana especializada en construcción sostenible, ha prestado su asesoramiento en esta área.

El reto del proyecto era construir un edificio de oficinas que respondiera a las condiciones urbanas de su emplazamiento, maximizando al mismo tiempo las condiciones de salud y sostenibilidad de sus ocupantes. BailoRull Arquitectura incorporó todos los criterios de sostenibilidad y salud en el diseño de este edificio, primando los grandes espacios luminosos y el uso de materiales agradables y flexibles.

El edificio Slow Building define una nueva centralidad urbana en una zona se constituye como una nueva puerta de entrada a la ciudad. Imagen: BailoRull + ADD Arquitectura.

“El proyecto se planteó hace diez años y desde el inicio se planteó a la propiedad y al ayuntamiento, la necesidad de revisar las condiciones urbanas, teniendo en cuenta la evolución urbana que había sufrido el emplazamiento”, explica Manuel Bailo, fundador del estudio BailoRull+ADD Arquitectura.

Desde Bailo Rull se propuso modificar consistía en cambiar las condiciones urbanas de la ubicación con la modificación de la volumetría original de nave industrial de tres plantas ocupando todo el solar, a un nuevo edificio en altura de nueve plantas. Imagen: BailoRull + ADD Arquitectura.

La nueva volumetría está formada por diferentes edificios alineados y retirados de la fachada a la calle en planta baja, presididos por un volumen alto escalonado que organiza el entorno a escala urbana. “La modificación permite, sin aumentar edificabilidad, definir un nuevo acceso a la ciudad dando lugar a una nueva centralidad. Asimismo, ‘levantar’ el edificio permite ganar fachada, iluminación y ventilación naturales e incorporar los criterios de sostenibilidad y salud buscados desde un inicio por Marcove y por H.A.U.S.”, indica Manuel Bailo.

De hecho, por cada 7,2 metros cuadrados de oficina en espacio interior, los usuarios del Slow disponen de 1 metro cuadrado al aire libre.

Imagen donde se aprecia la nueva volumetría de Slow Building. Foto: Duccio Malagamba.

“Este movimiento urbanístico genera, a su vez, unas servidumbres de paso peatonal que, de acuerdo con el ayuntamiento, permitirán que en el futuro los patios interiores de las manzanas se conviertan en un espacio de uso público que se convierta en un flujo de personal con el espacio del Merkantic, un mercado de antigüedades. Todo ello debería acabar de consolidar este espacio de transformación urbana, no tan industrial sino también de actividad comercial y terciaria”, afirma Bailo.

Las fachadas del edificio son diferentes en función de su emplazamiento y soleamiento y la cubierta del volumen de planta baja y planta primera se convierte en cubierta ajardinada, que ofrece a los usuarios de las oficinas un espacio exterior verde que permite a los usuarios del edificio un lugar de encuentro y relajación, donde hacer ejercicios de gimnasia e, incluso, reuniones de trabajo.

La modificación puntual ha permitido que la volumetría propuesta defina un espacio interior de trabajo con vistas dobles al paisaje y ventilación cruzada. El resultado es un volumen estrecho y escalonado que responde a la orientación solar del emplazamiento, casi transparente y largo que toma la longitud total del solar industrial original, concretado por unas fachadas que aprovechan las diferentes condiciones solares para definir el espacio interior. Así, las fachadas Este y Oeste se resuelven con una solución simple de fachada ventilada con un acabado metálico que las relaciona con el contexto industrial del entorno del edificio. El acabado de plancha metálica industrial perforada permite controlar la reflexión, el exceso de asoleamiento y de radiación solar.

Las fachadas Este y Oeste se resuelven con una solución simple de fachada ventilada con un acabado metálico, mientras que la Norte es un muro cortina de vidrio con estructura de montantes de madera. Foto: Duccio Malagamba.

En la orientación Sur, la fachada se resuelve con una protección solar con planchas deployé, ayudando a mejorar el comportamiento térmico del edificio y a controlar el gasto energético durante su uso. Esta fachada dispone también de algunos paneles practicables que mejoran el confort visual interior de las oficinas.

La fachada Norte se cierra con un muro cortina de vidrio y garantiza una luz uniforme sin reflejos, óptima para trabajar. Debido a su orientación, se mantiene abierta a las vistas y a la terraza ajardinada. El muro cortina se ha construido con una estructura de montantes de madera que mejora el confort del espacio interno de las oficinas.

Los objetivos que definían el proyecto de Slow Building eran, en primer lugar, actuar y trabajar sobre la demanda energética y llevarla a los niveles más bajos posibles, lograr el confort térmico lumínico mediante equipos y sistemas de alta eficiencia y, finalmente, tratar de alimentar estos equipos con el mayor porcentaje de energía de origen no fósil o energías renovables.

Los materiales presentes en Slow Building responden a la voluntad de maximizar tres criterios:

• Minimización del análisis del ciclo de vida de todos los materiales incorporados: medido en metros cúbicos de CO2 emitidos, buscando que sean los menos posibles a lo largo de toda la vida del edificio e iniciando el cálculo desde el momento en que se inicia la extracción y transformación de materiales incorporados.
• Minimización del análisis del coste del ciclo de vida: ejercicio que en lugar de emisiones de CO2 mide costes derivados de la construcción y del posterior uso del edificio, consumos de energía y recursos, así como el mantenimiento de este.
• Salud: no se incorpora toxicidad de ningún tipo ni la de elementos o factores que puedan ser generadores de falta de confort.

El edificio se diseñó y concibió antes de la irrupción del COVID, pero las soluciones que incorporaba son totalmente válidas y efectivas en el contexto post-pandémico en el que nos encontramos. En palabras de Ricard Santamaría, fundador de la consultoría H.A.U.S. Healthy Buildings, “el Slow responde a cuestiones que hasta ahora no se habían planteado y haberlo pensado y diseñado antes de la aparición de la pandemia lo hace extraordinario”.

Así, la propuesta de H.A.U.S. innovó en temas como:

• La calidad del aire, mediante la incorporación de un sistema monitorizado de tratamiento del mismo.
• Instalación eléctrica biocompatible, buscando la minimización de campos eléctricos y magnéticos.
• Acústica, mediante la incorporación de elementos fonoabsorbentes para evitar reverberaciones que pudieran producirse en espacios de trabajo abiertos.
• Tratamiento del agua, mediante sistema de ionización y mineralización.
• Selección de materiales desde el punto de vista de la minimización de compuestos orgánicos volátiles y otros tóxicos.
• Iluminación con la incorporación de sensores que activan las luminarias led de temperatura dinámica, adaptándose a la luz solar, entre otros.

Este esfuerzo en salud complementa que se centra en la búsqueda del bienestar del usuario y en la generación de espacios que permitan encajar nuevos modelos de trabajo y de relación de los equipos.

En lo que se refiere a sostenibilidad, además de las referentes a las fachadas o los materiales ya mencionadas, se han aplicado estrategias como:

• Eficiencia energética. Certificación de eficiencia energética A con un consumo de energía primaria no renovable de 64.61 kvh/m² año y unas emisiones de 11.40 kgCo2/m² año.
• Placas fotovoltaicas que alimentan íntegramente los espacios comunes del edificio.
• Agua: Reciclaje de aguas grises para inodoros y pluviales para riego. Dispone de un depósito de 40.000 litros para recogida de agua. Asimismo, cuenta con fuentes de agua de boca filtrada en todas las plantas con el fin de eliminar el uso de plásticos.
• Cubierta Verde: plantada con especies autóctonas de baja necesidad hídrica. Todo ello reduce el efecto isla de calor y genera un espacio ajardinado de uso común apto para todo tipo de actividades. El pavimento tiene un tratamiento foto catalítico que permite absorber Co2.
• Economía circular: se aplican criterios de economía circular como la durabilidad, adaptabilidad y reciclaje. A excepción de parte de la estructura, el resto de los elementos que integran el edificio están realizados en seco facilitando la posibilidad de ser desmontados y reutilizado en un futuro.
• Sistema de gestión BMS. El edificio cuenta con un sistema de monitorización y gestión mediante sensores que optimiza los niveles de confort a la vez que reduce y controla los consumos.
• Movilidad sostenible: cuenta con 24 plazas de aparcamiento con cargadores eléctricos, así como aparcamiento para bicicletas y patinetes.

Plano de Fachada Este. Imagen: Bailo Rull + ADD Arquitectura.

Además, Slow Building cumple con los criterios ESG, Enviromental Social Governance, según los cuales el mundo inversor garantiza que sus inversiones sean responsables en cuanto a sostenibilidad y medioambiente. “Hoy, ganar dinero ya no es lo único exigible, las inversiones deben ir acompañadas de un impacto positivo en lo ambiental y lo social, y deben estar gestionadas por una gobernanza ética, transparente y honesta. Estos principios se afianzan cada vez más en los actores del ámbito financiero mundial. El Slow Building es un ejemplo de este tipo de apuesta”.

Además, Slow Building cuenta con el certificado DGNB Gold en España, que determina el grado de sostenibilidad del edificio.

La construcción de edificios siguiendo valores de sostenibilidad y eficiencia es algo más que una tendencia, es una realidad. Las exigentes normativas en este sentido así lo determinan. Lo que no es tan habitual es que los criterios de salud también se tengan en cuenta. Sin embargo, la promotora inmobiliaria Marcove emprendió en 2008 un camino de especialización en este sentido, como explica Olga Velasco, su directora: “Gran parte del mercado inmobiliario se ha concentrado en grandes fondos, grandes empresas y entidades financieras. Como promotora, Marcove no podía luchar contra eso, por lo que nos centramos en hacer edificios muy exigentes en términos de sostenibilidad y salud, porque la una sin la otra no tiene sentido, y al final los edificios los habitan las personas. Hemos construido una promoción de pisos en Sant Cugat del Vallès incorporando todos estos conceptos que ha tenido muy buena aceptación. El usuario ha pasado de una concepción del lujo basado en los detalles y accesorios a considerar nuevos elementos, como una buena calidad de aire, un buen aislamiento acústico y buenas condiciones térmicas. Slow Building es el primer edificio de oficinas en el que hemos introducido estas filosofías”.

El éxito de la propuesta ha sido tal que el 100% de la superficie comercial del edificio ya se ha vendido y empresas como Pastas Gallo, Ecuphar o Quadis, atraídas por estos conceptos, ya se encuentran trabajando en el mismo. “Es un cambio de paradigma. Es necesario que el mundo económico tenga muy presente la realidad del cambio climático y la necesidad de habitar espacios saludables. Todos estos valores que se han incorporado en Slow Building han sido determinantes en la decisión de compra y de alquiler de los espacios de este edificio, porque todo el mundo quiere alinearse con ello”.

Gran parte de las decisiones que se han tomado en el edificio superan las normativas vigentes en la actualidad, con las miras puestas en las exigencias que serán requeridas en un futuro cercano. “Vamos por delante de la norma. Slow Building responde a las exigencias regulatorias que podamos tener en 2030. Las políticas y directivas europeas apuntan a que muchas de las innovaciones aplicadas aquí se impondrán en un periodo no más allá de diez años”, concluye Ricard Santamaría.

FICHA TÉCNICA:

• Nombre del proyecto: Slow
• Autores Proyecto: Manuel Bailo Esteve y Rosa Rull Bertran
• Arquitectura: Bailorull
• Diseño Interior: Bailorull
• Aparejador: Jose Antonio Quesada, Joel Vives
• Ingeniería Instalaciones: JSS Amaya Arizmendi; Aigua Sol
• Coordinación de Seguridad y Salud:
• Equipo de proyecto: Arquitectos responsables: Carlos Rocha Rodríguez, Julià Garcia Ferrando / Dirección de Obra: Manuel Bailo Esteve y Rosa Rull Bertran; Carlos Rocha Rodríguez, Julià Garcia Ferrando / Dirección Técnica: Jose Antonio Quesada, Joel Vives / Control de Calidad: Jose Antonio Quesada, Joel Vives
• Project Management: HAUS
• Proyecto de Actividades: JSS
• Colaboradores (Empresas consultores: Estructuristas S4: Marc Bàrbara, Guillermo Barenys / paisajistas BAILORULL; PSM GRUP / Light Designers Bailorull / salud y sostenibilidad HAUS / energía y sostenibilidad Aiguasol
• Emplazamiento: c/ Cerdanya 12, Sant Cugat del Vallès
• Cliente / Promotor: Marcove
• Contratista: Marcove
• Fecha Proyecto
• Fecha Construcción: inicio Mayo 2018 y final octubre 2021
• Superficie: 1.5411 m²
• Presupuesto: 15.000.000
• Coste m²: 1.000€/m²
• Fotografía: Duccio Malagamba

INDUSTRIALES:

• Paletería: Marjes Vallés
• Fachadas oficinas y cubiertas (envolvente): Solduct
• Fachadas concesionarios: Kubik
• Estructura Navasa
• Instalaciones: Requejo
• Tabiquería seca: Espai Bcn
• Falsos Techos: Gradhermetic
• Carpintería, mobiliario, panelados.: Carré
• Herrero Cerrajería: Onix / Anfra / Enmometall
• Jardinería: PSM Jardiners
• Puertas metálicas: Puertas Torres
• Iluminación; Lamp
• Pavimento Exterior Urbanización: Dibesa
• Pavimento interior/exterior terrazas: Comercial Ceramista
• Pintura: Pinturas JAF
• Carpinterías interiores: Carinbisa
• Ignifugados: Ignifugacions Generals
• Señalética/Diseño: Ana Clapés
• Cocina: Cuines Solanes
• Perfilería muro cortina y ventanas: Schuco
• Vidrios muro cortina: Vidresif
• Chapa acabado fachada: Europerfil
• Deployé: Imar
• Aislamiento lana mineral: Rockwool
• Tabiquería seca: Knauf
• Máquinas clima: Soler Palau
• Unidades exteriores: Mitsubishi
• Ascensores: Orona
• Pavimento gres: Marazzi
• Pavimento urbanización: Breinco