La Industria 4.0 clave para asegurar la competitividad de la pyme

Para poder avanzar en este escenario incierto, los fabricantes requieren excelencia, eficiencia y sobre todo flexibilidad en sus modelos de gestión. Esto es algo irrenunciable si quieren adaptarse a las cambiantes condiciones, a la vez que aseguran la rentabilidad de su negocio. La respuesta a este reto es la Industria 4.0. Aquella que se basa en la combinación de técnicas avanzadas de producción y operaciones con tecnologías inteligentes que integran organizaciones, personas y activos.

No obstante, es necesario distinguir entre ambición y realidad en industria 4.0, ya que nadie quiere quedarse atrás en la carrera hacia el desarrollo de la fábrica del futuro. Aun así, existe una creciente brecha entre las ambiciones de los directivos y las medidas de transformación y actuación. Por ese motivo, os presentamos aquí los principales ejes estratégicos en los que debe poner foco toda pyme que quiera adoptar el modelo de Industria 4.0.

Santiago Barrios, Product Manager en Ekon.

La transformación del modelo ‘convencional’ a uno 4.0, más allá del cambio operativo, debe entenderse como una ventaja estratégica y una oportunidad para la diferenciación competitiva. La adopción del 4.0 radica en la planificación: alinear las estrategias, crear la hoja de ruta, comunicar la visión, construir el apoyo y disipar los temores sobre la ciberseguridad, las reestructuraciones de plantilla, etc. La estrategia es la clave, y esta debe perseguir en primera instancia las mejoras de rendimiento para crear procesos verdaderamente eficientes y conseguir una metodología que aporte una mejor visibilidad en toda la cadena de valor. En resumen, es la hora de ejecutar las ambiciones transformacionales de tu negocio, con una comprensión clara de sus desafíos y oportunidades de desempeño y con sus capacidades para lograr resultados esperados.

La adopción de este modelo trae consigo una máxima: la obtención de valor. El verdadero desafío de la industria 4.0 es entender el modelo como un todo y que cada mejora sea escalada y, sus sinergias repercutan en la generación de valor a nivel empresarial. Para ello, la identificación de oportunidades de colaboración y generación de valor mutuo entre las distintas áreas del negocio es más probable si el trabajo está orientado a ser transfronterizo dentro de un entrono 4.0 integrado.

Esta integración y aprovechamiento de las sinergias en los procesos transversales es lo que aportará realmente valor a la organización y a sus procesos. En el presente y el futuro la ventaja competitiva radicará en cómo se gestiona el aprovechamiento de los datos internos para escalar ese valor al negocio.

La adopción de la industria 4.0, además de la adopción de innovaciones digitales, requiere nuevas formas de trabajo, nuevas habilidades y capacidades, nuevos modelos operativos, nuevos procesos, y nuevos roles y responsabilidades. Ajustar la estrategia de gestión del talento para desarrollar y retener las nuevas habilidades y capacidades requeridas es indispensable. Estamos ante un cambio que afecta transversalmente a toda la cultura de la organización. Para asegurar el éxito en el cambio, el foco debe estar en tanto el aprovechamiento de las capacidades 4.0 de los trabajadores como la atracción y retención del talento. Esto debe ser gestionado eficientemente por todas las áreas del negocio.

Además de impulsar la eficiencia operativa y el rendimiento, la industria 4.0 trata de ofrecer un valor añadido al consumidor, que está en el centro. Con este enfoque ‘consumer centric’, la conexión inteligente entre los productos y los procesos, a través del aprovechamiento de los datos de los clientes y datos de campo, deben mejorar la forma en que los productos son diseñados, desarrollados y fabricados. La llamada ‘smartización’ consiste en el uso de tecnologías y modelos inteligentes para la generación de valor a la propia organización, al intermediario y al consumidor final.

El verdadero potencial de integración de la cadena de suministros y/o logística en un marco 4.0 ocurre cuando la cadena se convierte en una red de valor donde los datos se comparten de manera fluida entre varios nodos en la cadena. Llegado a este punto, las decisiones y las señales de la demanda se comparten en tiempo real a través de la red y las fuentes de datos se integran en los sistemas. La flexibilización aportada se traducirá en reducción de los stocks de inventario, con la consecuente disminución de presión en caja y la liberalización de recursos.

Para catalizar todas estas innovaciones, los sistemas ERP tienen un papel crucial para desencadenar el potencial de la Industria 4.0 en organizaciones inteligentes, eficientes y competitivas. Los ERP para la industria, diseñados para pymes, son capaces de fomentar la automatización de la fábrica a través de la optimización de procesos, de su digitalización y evaluación continua, y de un intercambio de datos en tiempo real que garantiza una gestión ágil, flexible y orientada a la excelencia operativa. A través de tu ERP alcanzarás una evaluación sistemática de la información generada por los parámetros operativos de todo el ecosistema tecnológico de tu negocio industrial. Lo conseguirás mediante una base de datos centralizada y uniforme; obteniendo así una óptima toma de decisiones relacionadas con la cadena de suministros, la planta de producción y demás áreas del negocio.