Launa apuesta por hyperMILL para aumentar su competitividad

Operar en el sector del mecanizado siempre da la posibilidad de conocer de cerca empresas con las que es fácil empatizar e identificarse. Pequeñas organizaciones surgidas de la experiencia y las ganas de emprender, de esos valores tan mencionados en muchos foros como el esfuerzo, la audacia y la valentía suficiente como para colaborar con otros. La empresa guipuzcoana Launa es uno de esos ejemplos. Una empresa familiar que se apoya en proveedores de primer nivel como OPEN MIND Technologies para llegar a sus objetivos.

Hace ya 20 años, en 2001, se dieron los primeros pasos para la creación de Launa con tan solo dos hermanos de la familia Olaiz y otras dos personas. Los otros dos hermanos y el padre siguieron trabajando en sus respectivos trabajos y en Launa simultáneamente. Una vez que el proyecto se afianzó todos se incorporaron a Launa, S.L., que se creó en la localidad de Rentería. En la actualidad trabajan en Launa 45 personas y se han sumado al proyecto otros dos hermanos. Launa, “de cuatro” traducido al castellano, se ha hecho un nombre en el sector del mecanizado no perdiendo de vista aquellos inicios de horas y horas de cuatro personas produciendo y produciendo, pero mirando al futuro para consolidarse como algo más que un mero taller de mecanizado.

Eusko Olaiz, gerente y CEO de Launa, señala que la inversión ha sido una constante en la evolución de la empresa, con la adquisición de una media de una máquina anual y la más reciente del CAM hyperMILL. Una visita al taller de más de 2.000 metros cuadrados muestra las marcas de primer nivel por las que ha apostado, con muchas Mazak, tres de ellas multitarea, y otras marcas importantes como Doosan (Delteco), Okuma o Victor.

Hasta la crisis de 2008 Launa lo tenía claro: su objetivo era producir todo lo que se pudiera. Pero aquella dura crisis que afectó a tantos mecanizadores también sirvió para abrir los ojos a los que también ponen la mirada en el horizonte y no solo en el día a día. La época de vacas flacas impulsó el acercamiento a otros mercados, principalmente el francés y a otra forma de enfocar el negocio. “No solo decidimos abrirnos a Francia sino también especializarnos en mecanizados más complejos -afirma el gerente y CEO-. Fue entonces cuando comenzamos a invertir en máquinas para situarnos en sectores con unas exigencias de calidad altas, no muy extremas. Estamos cómodos en tolerancias de 1.5-2 centésimas. Y también decidimos apostar por invertir en personas, por una oficina técnica con cinco personas y oficina de calidad con cuatro”.

En este giro que se le dio a la empresa influyó sin duda la necesidad de atender a las crecientes necesidades de los clientes. Launa ya no solo mecaniza, sino que pueda dar soluciones completas e incluso atreverse con piezas muy complejas como un álabe especial para turbinas de agua que actualmente está en fase de estudio.

Además, apostó por profesionalizar también la gestión de la empresa, con la contratación de un gerente. “En Gipuzkoa nos han enseñado a mecanizar pero no a gestionar, ni a vender y diría que somos muchos los que sabemos producir pero tenemos carencias “empresariales”. Con una empresa de 45 personas la gestión es más compleja, requiere un cambio de mentalidad al que nos tenemos que adaptar. Siempre nos hemos basado en el coraje, pero tenemos que superar eso y ser más profesionales”.

Apoyándose en las máquinas ya mencionadas y en proveedores como OPEN MIND Technologies y su conocido software de CAM hyperMILL, Launa mecaniza piezas para una gran diversidad de sectores, aunque no tanto para sectores tan afectados por la actual crisis como el de la automoción o el aeronáutico. Eusko Olaiz explica que “queremos poder hacer cualquier tipo de pieza, tanto en lo que respecta a las máquinas necesarias como por nuestro propio conocimiento. Tenemos mucha experiencia, uno de nuestros hermanos lleva ya 40 años trabajando con fresadoras y, otro, 30 con tornos, es decir el know how lo tenemos. Con estas máquinas, una oficina técnica que se apoya en un CAM como hyperMILL y un personal experimentado, nos sentimos seguros abordando piezas complicadas. Todo ello nos ha ayudado a afrontar esta pandemia sin despidos y sin ERTE. Las Administraciones tienen que saber que las pequeñas empresas nos esforzamos por no despedir y mantener el empleo. Nos ha tocado trabajar muchísimo”.

Con proyectos importantes entre manos, algunos de los cuales todavía son confidenciales, Launa necesita invertir constantemente, incluso en tiempos difíciles como el actual. El pasado año adquirió el CAM hyperMILL y una segunda tridimensional de Hexagon y busca situarse en ese terreno intermedio entre las empresas muy pequeñas y las muy grandes. “Buscamos piezas con tiempos, programación y requisitos de calidad especiales que las empresas de nuestros alrededores no puedan abordar -continúa Olaiz-. Tenemos capacidad de más de 70.000 horas de máquina anuales y mucha versatilidad con nuestros siete tornos, seis centros de mecanizado y tres multitareas. Estamos muy familiarizados con materiales como el inconel y con sectores como el del petróleo o el nuclear, con las dificultades que presentan. También hacemos muchas piezas para valvulería y pocas veces trabajamos para el automóvil o la aeronáutica. Preferimos ganar un poco menos, pero abarcar más tipología de piezas y tener la capacidad de atender mucha diversidad de sectores. Por eso en esta crisis no hemos sufrido tanto”.

La adquisición, hace seis meses, de un segundo paquete de programación de OPEN MIND Technologies está marcando un antes y un después en Launa. Tras un periodo de análisis y estudio, en estrecha colaboración con los técnicos de OPEN MIND, los profesionales de la oficina técnica de Launa comenzaron con pruebas y análisis de los postprocesadores para determinar que, efectivamente, esta herramienta era la adecuada, mejoraba las simulaciones, e incrementaba la agilidad de todo el proceso productivo. Además de suministrar el CAM hyperMILL, la empresa acompaña en los proyectos a su cliente e incluso le acerca a otros colaboradores, por ejemplo fabricantes de herramientas, que conocen hyperMILL perfectamente y consiguen crear un entorno de colaboración con diferentes expertos en el mecanizado.

En Launa destacan el gran paso dado en rapidez y calidad con la incorporación de este CAM. La precisa conexión entre oficina técnica y máquina es la que con frecuencia marca la diferencia competitiva con otros mecanizadores. “Este tipo de programación nos permite ofrecernos en muchas situaciones, desde las muy complejas, por complejidad, a otras más sencillas, por rapidez” destaca Eusko Olaiz.

Otro factor positivo de hyperMILL es la facilidad con la que se ha integrado en los procesos de Launa. Por un lado, explican, porque OPEN MIND aporta la formación y el acompañamiento necesarios, pero también porque Launa ya contaba con personal en su oficina técnica con experiencia en el sector del molde y de la programación especial. “hyperMILL es un software que requiere un aprendizaje, lógicamente, pero es un proceso rápido sobre todo si el programador de CAM conoce bien el mecanizado. El resultado de incorporar este CAM aporta muchas ventajas y comodidades a la horade programar, muestra todo de una forma más visual, simulaciones en 3D”.