La botella medio llena

Al cierre de la última edición de la BIEMH el director general de AFM, Alberto Ortueta aseguró, en relación con la situación de la máquina-herramienta, que “lo peor ha pasado ya”. En fin, en un alarde de optimismo, se podría incluso decir que lo mejor está por llegar. Así lo esperamos y esa es la opinión que la mayoría de los miembros de MetalUnivers recogimos entre los expositores, que no dudaron en mostrar su optimismo y la convicción de que el número de pedidos, si bien lentamente, comenzará a incrementarse a lo largo de este año.

Si de las palabras pasamos a los datos, podemos destacar que en 2001, la producción de la industria española de máquinas-herramienta aumentó un 6,2 por ciento en comparación con el año anterior, alcanzando la cifra de 990,1 millones de euros. Y ello, a pesar de la delicada situación de los mercados externos, a los que se dirige buna parte de nuestra producción, y la del mercado interno. A pesar de ello, la exportación durante el pasado año creció un 10,1 por ciento y se alcanzaron los 531,7 millones de euros. También es interesante el dato que apunta a un aumento del 3,9 por ciento del consumo aparente de máquinas-herramienta en el mercado interior. En otras palabras, los constructores de máquinas tuvieron más trabajo que en el año anterior, a lo que se añade la sostenida actividad de la industria española en general, como lo demuestra el hecho de que también aumentó el consumo de máquinas.

No es cuestión de lanzar un mensaje ciego de optimismo. En rueda de prensa convocada con motivo de la Asamblea General de AFM, su presidente Rafael Barrenechea reconoció que “nos encontramos ante un ejercicio difícil y complicado”. A pesar de todo, el año 2001 supuso la consolidación de un periodo continuado de 7 años creciendo.

Pero la cantidad no lo es todo, y menos en unos tiempos en los que la innovación es a menudo el factor clave. Alberto Ortueta valoró positivamente las tendencias tecnológicas del sector a tenor de los productos presentados en la feria. A grandes rasgos, destacó los centros de mecanizado de cinco ejes y la generalización de la alta velocidad a centros de mecanizado pequeños y medianos. No dudó tampoco en recalcar el alto nivel de la máquina-herramienta española en fresadoras de alta velocidad, “en las que somos líderes mundiales”.

Otra tendencia es el desarrollo de aplicaciones para desarrollos de cinemática paralela y hexápodos, así como conjuntar los centros de torneado y fresado. Más allá del proceso de mecanización, la integración de la telediagnosis en los controles numéricos empieza a tener cada vez más presencia.

Cantidad –aumentos leves, pero aumentos en definitiva– y calidad –la innovación permite a los fabricantes españoles un tercer lugar en el ranking de productores europeos– son dos datos objetivos que nos permiten ver la botella medio llena en estos “momentos delicados”.