La K cana

La K va peinando canas. Pasan los años, gana en sabiduría. Son ya 17 ediciones de esta feria que se celebra cada tres años, así que sí, que le van chirriando las articulaciones por edad, pero no por actitud. Los que van entrando en años dicen que lo importante es el espíritu, así que la K, aunque cana, va de moderna. Lo tiene fácil, la verdad, porque con tanto plástico en nuestras vidas al final acaba siendo tan importante que siempre hay alguien que se dedica a inventar alguna cosilla. Por ejemplo, los de las grandes multinacionales se pasan la vida inventando cositas nuevas y muy útiles. Así, fuentes de toda solvencia informan sobre un pelador de ajos hecho completamente a partir de plásticos. Sí, cierto, es difícil de creer, pero existe. Personas libres de sospechas y no consumidoras habituales (en lo esporádico no entramos) de alucinógenos dan fe de ello. El pelador de ajos de plástico existe. Y si la ciencia ha logrado dar semejante paso, no debe extrañarnos que los niños ya puedan elegir su pantalón para ir al cole hecho a partir de botellas viejas. Queda la duda de si las botellas son de vidrio, lo cual dificultaría un poco el día a día, pero pongamos que son de plástico, que es lo que nos mola en Plásticos Universales. No tiene el mérito del pelador de ajos, pero Mark&Spencer ha presentado ya su línea de ropa escolar cuya principal novedad es que está confeccionada íntegramente en poliéster 100% procedente de botellas de plástico. La cosa es tonta, porque no parece tener sentido hacer primero una botella para luego convertirla en pantalón. Más fácil, más rentable, más directo parece hacer botellas sin cuello y bien largas, talla S (small) y SL (small long), anchotas ellas, de tal forma que los infantes puedan calzarse las botellas por la pierna y tener al menos cubiertas las extremidades inferiores. Quedaría por solucionar zona de pelvis y pubis, así como cuartos traseros, pero seguro que el del pelador de ajos tiene alguna idea. Total, que, tal y como lo tienen montado ahora mismo, las botellas son transformadas en poliéster en Taiwan, para luego confeccionarse la ropa con este material en fábricas de Indonesia. Los pantalones son anti-arrugas y pueden lavarse en lavadora. Esto sí que es importante: primero, que puedan lavarse, un puntazo. Segundo, que puedan lavarse en lavadora, porque, la verdad, uno acaba harto de lavar pantalones en reproductores de CD. Todo esto tiene que ver con la sostenibilidad, que es lo que hay que decir ahora para vender. El que no se sostiene es el pobre hombre, de Canadá el muchacho de 37, que sufrió graves quemaduras en el pecho y el cuello, ruptura de tímpanos y de la mandíbula cuando un relámpago pasó a través de los cables de su reproductor musical. No nos consta si estaba lavando su pantalón en el reproductor, desconocedor de la gran noticia dicha ya, ¡que se pueden lavar en lavadora!!!!!! Pero lo cierto es que, bien lavando sus pantalones, bien escuchando música, el insensato usuario de gadgets electrónicos quedó para el homenaje. Hecho una KK, vaya. Así que señores inventores, ya están por favor dedicando un poco de tiempo a inventar el paraguas plasticoso pararrayos, PPP en el lenguaje técnico, y presentándolo en la K cana. Si no en ésta, en la siguiente. Que no podemos dejar que la K cana tienda a la K K.