Inflamación crónica: Tonificación muscular como solución

Recientes estudios científicos revelan que la hinchazón abdominal y otros procesos inflamatorios pueden evitarse mediante tratamientos innovadores de desarrollo muscular, incluyendo aquellos relacionados con el envejecimiento (conocido como inflammaging). Esto se debe a que el ejercicio muscular intenso incrementa la producción de adipoquina inflamatoria, actuando como un agente antiinflamatorio y contribuyendo a la reducción de la inflamación crónica a largo plazo.

El origen de la inflamación que tanto nos preocupa no está claro. En principio, podemos decir que parte del propio tejido adiposo, siendo este a menudo el principal culpable. Sin embargo, existen otros factores como el estrés oxidativo, la resistencia a la insulina o la permeabilidad intestinal. Lo que sí podemos afirmar es que todos estos procesos están interconectados y forman círculos viciosos que se retroalimentan positivamente. La inflamación crónica, asociada con el envejecimiento y denominada “inflammaging”, ha surgido como uno de los mecanismos fisiológicos clave que vincula la obesidad con la resistencia a la insulina, la diabetes y otras patologías graves como la depresión, la artritis, el asma y las enfermedades cardiovasculares.

Algunos estudios recientes indican que el sobrepeso produce inflamación crónica de bajo grado o inflamación sistémica, que perpetúa la enfermedad y se asocia a múltiples complicaciones. Su intensidad es muy variable: a algunas personas apenas les molesta mientras a otras les altera sus actividades cotidianas y la calidad de vida. Por lo general, la distensión/hinchazón abdominal puede aparecer en cualquier momento del día, pero es frecuente que sea menor por la mañana, aumente por la tarde y sea más intensa tras las comidas.

La llamada musculación estética no solo mejora la composición corporal, el riesgo cardiometabólico, la tolerancia al ejercicio y la biogénesis mitocondrial, sino que también es segura, eficaz y bien tolerada. Esta forma de tratamiento mejora la adherencia al entrenamiento físico en la población en general. Alexander Pérez, creador de este concepto con Wonder Technology para los nuevos tratamientos de desarrollo muscular acelerado, afirma: “El ejercicio físico no solo se muestra como factor determinante en la prevención y tratamiento del sobrepeso, sino que mejora muchos marcadores, como la alteración del metabolismo de la glucosa, la dislipidemia y la hipertensión, además de aquellos implicados como factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular, el estrés oxidativo y la diabetes”.

Estos tratamientos médico-estéticos centrados en el desarrollo muscular mantienen el metabolismo activo y regulan hormonalmente diversos procesos biológicos, incluido el proceso inflamatorio. Este tratamiento tiene un efecto favorable sobre la composición corporal, disminuyendo la masa grasa, incluida la grasa abdominal, aumentando el colesterol HDL, disminuyendo el LDL y reduciendo la concentración de glucosa plasmática y la presión arterial sistólica y diastólica.

El ejercicio muscular intenso aumenta la producción de adipoquina inflamatoria, que actúa como antiinflamatoria y contribuye a la reducción de la inflamación crónica a largo plazo. Además, parece tener un impacto positivo en la capacidad proliferativa de las células madre del músculo. Según Alexander Pérez: “El entrenamiento de fuerza altera la grasa visceral y los niveles de varias citoquinas proinflamatorias, por lo que puede ser clave para maximizar beneficios antiinflamatorios realizado de forma constante, con una frecuencia de dos sesiones semanales de solo 25 minutos cada una”.

Además, este tratamiento disminuye la grasa total y la visceral, incluso sin producir pérdidas relevantes de peso, y tiene un efecto lipolítico más pronunciado. Probablemente, su acción más eficaz sea la reducción del tejido adiposo, limitando la hipertrofia del adipocito y la infiltración de macrófagos. Por tanto, estos nuevos tratamientos se muestran altamente eficaces para prevenir la atrofia muscular.

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