La cosmética natural, clave para proteger el futuro del planeta
La concienciación por el medio ambiente ha incrementado en los últimos años, y con ello, las formas de consumo respetuosas con el medio. La cosmética natural es una opción de cuidado cada vez más elegida, porque las personas van siendo más conscientes de que es una forma de elegir salud y mejorar la apariencia física, sin necesidad de poner en peligro la piel, ni el mundo en el que vivimos. Natalia Olmo, fundadora de Maminat, cosmética natural y ecológica, registrada cosmética natural y ecológica y vegana registrada por Acene, conoce bien la elección por esta tendencia beauty “Cada vez son más las personas que miran los ingredientes de la comida antes de adquirirla, por lo que no es de extrañar que cada vez sea más habitual ver este gesto en diferentes productos de cosmética que se emplean a diario: desodorantes, perfumes, cremas de manos, champús, desmaquillantes, etc.”
El mundo de la cosmética, un sector clave para la mejora de la ecología mundial. De ahí que surjan 10 razones por las que elegir cosmética natural para cuidarse y proteger el futuro del planeta.
Porque está creada a partir de productos naturales: A diferencia de la cosmética tradicional, la cosmética natural no utiliza aditivos tóxicos. Las materias primas utilizadas en estos productos son extraídas directamente de la naturaleza. “En Maminat empleamos materias procedentes del mundo vegetal (lavanda, ortiga, limones...) y proceden de la agricultura ecológica”, indica Natalia Olmo.
Porque su uso evita problemas de salud: Al tratarse de ingredientes procedentes de la naturaleza, con la cosmética natural existen menos probabilidades de desarrollar enfermedades dermatológicas y se evitan alergias. Es importante utilizar productos están libres de parabenos y de otras substancias químicas que puedan afectar a la piel.
Porque el resultado es mejor: La cosmética industrial, ofrece productos tóxicos que hacen que la piel se vuelva más opaca. Es importante utilizar propiedades antioxidantes que retrasan el envejecimiento de la piel, oxigenándola y nutriéndola consiguiendo una dermis mucho más luminosa. La cosmética natural evita las siliconas que afectan directamente al cabello. El uso prolongado de champús industriales puede provocar que el cabello se vuelva más fino y quebradizo, además de ensuciarlo antes.
Porque es fresca: En la cosmética industrial se utilizan estos conservantes con el fin de aumentar la durabilidad del producto, por eso, los cosméticos naturales tienen fechas de caducidad más cortas, que no suelen ser mayores a los 6 meses, para asegurar que todos los ingredientes mantengan intactas sus propiedades. A pesar de que algunos cosméticos naturales pueden presentar algún tipo de conservante suave, lo cierto es que éste siempre aparece especificado en la etiqueta de producto.
Porque es reciclable y reutilizable: En la cosmética natural no se usan envases de 'usar y tirar'. La opción son envases reutilizables, no de un solo uso, y, en la medida de lo posible, que éstos no estén elaborados con plástico. Es muy importante para cuidar el planeta emplear envases que se puedan reciclar o sean biodegradables. Como cuenta Natalia Olmo, “uno de nuestros retos eran las etiquetas, ya que queríamos ofrecer un producto que fuese, por completo, acorde a la filosofía de la marca. Por eso, todas las etiquetas están elaboradas con papel mineral, haciendo que estas sean impermeables, anti grasa y más resistentes que las habituales, algo muy importante si tenemos en cuenta que entre nuestros productos se encuentran geles y champús que suelen ser sometidos a una gran humedad”.
Porque no testa sus productos con animales: El término 'Cruently free' es sin duda, unos de los más utilizados en la Unión Europea para el mundo de la cosmética, en referencia a ser respetuosos con el mundo animal y no testar los productos con animales. La cosmética natural debe ser cruently free real.
Porque comunica de forma real y transparente: Muchas veces y aprovechando la tendencia bio, se ofrece un producto natural, algo que no lo es. Por ejemplo, la cosmética debe ser Cruelty-Free, pero real, ya que en este tema hay mucho mito detrás “Que se venda un producto ‘cruelty free’ no significa que la marca que está detrás de este producto no teste en animales. En Maminat hemos decidido prescindir de la etiqueta ‘cruelty free’ para no dar lugar a confusión y centrar nuestros esfuerzos en resaltar que somos una marca sostenible, que trabajamos con productos de proximidad para reducir la contaminación ambiental, que apostamos por la agricultura ecológica y por elaborar pequeños lotes de producto para que lleguen a casa lo más frescos posible”, destaca la creadora de la firma.
Porque tienen efectos aromaterapéuticos: Al contrario de lo que sucede con los cosméticos industriales, donde se emplean perfumes sintéticos para atraer el comprador, en la cosmética natural no predominan los olores fuertes. Los cosméticos naturales emplean aceites esenciales naturales que pueden llegar a tener efectos aromaterapéuticos en aquellos que los prueban.
Porque está regulada igual que la cosmética industrial: “La cosmética natural no es una cosmética handmade y sin registrar. Debe cumplir con la Declaración Responsable de Fabricación de Productos Cosméticos de la Asociación Española de Medicamentos y Productos Cosméticos. Cada fórmula debe estar admitida, registradas y homologadas para que pueda ser vendida en todo el territorio de la Unión Europea. Cada lote de producto a la venta tiene que pasar una serie de tests que permita ponerlo en el mercado”, concluye Natalia Olmo.
Porque está de moda: “Lo natural en el mundo de la cosmética está muy de moda, y ¿qué mejor manera de seguir las tendencias que cuidan el planeta y cuidar de nuestra salud? Es importante saber diferenciar cada producto, si es natural, ecológico, vegano, sus múltiples beneficios para la belleza y salud y por supuesto para el medio ambiente. Cuidarse y cuidar el plantea es tendencia. El futuro está en nuestras manos”, detalla Natalia Olmo.
