¡Lánzate a la barba!

No hay lugar a dudas de que la barba puede cambiar completamente la fisonomía de un hombre. Por esta razón, en Passaró aplicamos lo que llamamos visagismo facial, a partir del cual interpretamos las formas del óvalo del rostro y cómo éste cambia mediante la barba, la perilla o el bigote, siempre pensando en embellecer a nuestro cliente.

Unos de los principales problemas de la barbas es el hecho de que tiende a envejecer a la persona, todo debido a los posibles cabellos blancos que pueden crecer en la zona del rostro que, proyectados en las facciones, pueden hacer que el cliente parezca de mayor edad. Por esa razón, es muy importante que estemos atentos a estos detalles, para poderlo aconsejar y recomendarle una barba de largura mayor o menor. A la hora de recomendar una barba a un cliente, debemos también tener en cuenta que el efecto del vello en el rostro alargará sus maxilares más apurados y su mentón, aportando así un rostro de facciones más largas. De este modo, en caso de querer conseguir el efecto contrario, el de redondear las facciones, se deberá proceder a dejar los maxilares más poblados y rasurar más la zona del mentón.

Será también importante el decidir y aconsejar el rasurado en las mejillas o el cuello para aportar al rostro un efecto más duro, serio o informal.

Analizando el efecto de barbas, perillas y bigotes en algunas de las celebridades de nuestros días, podemos determinar que en Johnny Deep el minúsculo bigote y la perilla de su mentón le dan a su look un aire más cool, bucólico y maduro. Por contra, si analizamos el look de Brad Pitt, corroboramos que el actor luce una barba comúnmente llamad “de chivo”, con el mentón muy poblado de vello muy largo, algo que alarga considerablemente el óvalo facial, razón por la que no se recomienda en hombres de facciones alargadas. Este tipo de barba aporta mucha personalidad y fue adoptada por las bandas de música grunge en la década de los noventa.

Conseguir la barba perfecta

Conseguir una barba bonita y cuidada no es tarea imposible, pero siempre existen trucos que nos facilitan el trabajo. Por ejemplo, para conseguir una barba con efecto de 7 a 15 días, deberemos rasurarla con maquinas eléctricas de uso profesional con recalces. Antes de hacerlo, es muy importante observar la densidad del cabello para no dejar zonas demasiado rasuradas y que el vello se vislumbre por igual en todo el conjunto del rostro. Para ello, rasuraremos de arriba abajo, dependiendo de la densidad y siguiendo el nacimiento del cabello.

Las barbas también pueden convertirse en un accesorio de moda y personalización mediante el uso de los tattoos faciales, ideales para los clientes que quierense diferenciar de los demás. Para dibujar y crear formas es necesario el uso de una navaja de corte muy preciso que nos permita trabajar casi pelo a pelo para crear líneas y formas concretas. Antes de todo, siempre mojaremos la piel y utilizaremos una crema de afeitado que nos permite ver en todo momento la zona que estamos rasurando. Seguidamente, crearemos el dibujo de las formas concretas y por último rasuraremos todo el resto del ovalo del rostro.

Aunque nos parezca a veces extraño o demodé, este tipo de servicios son muy importantes para nuestros clientes, por lo que debemos ponerlos a su alcance en el salón, dándoles siempre un toque más íntimo y personal, quizá con el uso de aceites esenciales perfumados que creen un ambiente de relajación y conviertan el servicio en un pequeño spa dentro del día a día del salón. La utilización de vapor o toallas calientes para abrir el poro de la piel para que la crema de afeitar se deslice mejor, realizar masajes en el rostro y, por supuesto, aconsejar y recomendar el servicio y los productos que lo cumplimentan, como las cremas de afeitado, productos de styling y perfumes, diferenciará a nuestro salón y a nosotros como profesionales de la peluquería.