¿Cuál es el orden correcto para aplicar los productos de tratamiento facial?
Antes de aplicar cualquier producto de tratamiento facial hay que tener muy claro que el paso básico para mantener la belleza de la dermis es la limpieza: sin limpieza no hay belleza. En este sentido, para una piel libre de impurezas e imperfecciones, es básico hacerse con un buen producto limpiador que elimine las impurezas y que prepare la piel para recibir todos los cuidados posteriores.
Una vez tenemos la piel limpia, según Marta Gamarra llega la hora de aplicar el sérum. Según Gamarra: “Aunque llevamos muchos años utilizando este producto muchas personas todavía se preguntan para qué sirve y cuándo se aplica. Un serum facial es un suero rico en principios activos concentrados que tienen una alta capacidad de penetración y que ayuda a potenciar el tratamiento que vamos a aplicar a continuación. Los sérums nunca deben aplicarse solos, siempre hay que complementarlos con el ritual de belleza habitual”
Un vez aplicado el sérum, llega el turno del contorno de ojos, una zona cuya piel es de las más delicadas y sensibles de nuestro cuerpo. A partir de los 25 años el colágeno y la elastina comienzan a degradarse por lo que nuestra piel empieza a presentar los primeros signos de la edad. Además, el músculo orbicular del área del contorno de los ojos realizauna media de más de 10.000 parpadeos al día, provocando una aparición prematura de líneas de expresión. Si a esto le añadimos la poca irrigación y desintoxicación de la zona, explica la aparición de las ojeras, bolsas y arrugas.
Ahora llegaría ya el turno de la aplicación del tratamiento facial, que variará en función de la edad y el tipo de piel. Este producto será clave para combatir los signos del envejecimiento y mantener un aspecto sano del conjunto del rostro.
En cuanto a las rutinas de cuidado semanal, como las mascarillas o exfoliantes, Marta Gamarra nos recomienda “una o dos veces a la semana es importante realizar un tratamiento mucho más profundo que nos ayude a regenerar la piel, repararla y limpiarla en profundidad. Para ello debemos de realizar una exfoliación y posteriormente aplicar una mascarilla que hidrate y repare toda nuestra epidermis”. El exfoliante está indicado para utilizarlo una o dos veces en semana siempre después de la limpieza pero antes de la mascarilla.
Respecto a las mascarillas, tienen la finalidad de reparar todo el estrato córneo y aumentar las defensas de la piel. Además, al ser ricas en principios activos muy concentrados, ayudan a reparar la piel y nutrirla intensamente. Para elegir la mascarilla adecuada, Marta Gamarra recomienda: “Tendremos que tener en cuenta los resultados que queremos conseguir ya que hay mascarillas limpiadoras, hidratantes, reconstructivas, reparadoras de la luminosidad etc. Incluso estas mascarillas las podemos alternar entre sí, por ejemplo, una vez a la semana aplicamos una mascarilla limpiadora y otro día distinto podemos aplicar una mascarilla reafirmante y de luminosidad; de esta forma tratamos la limpieza y la luz consiguiendo mayores resultados”.