La última alternativa al quirófano
Rejuvenecer la piel lejos del bisturí del quirófano es ahora más sencillo con la nueva técnica Dermolifting Japonés V-Lift, que consigue un importante rejuvenecimiento en la zona tratada.
¿En qué consiste?
El dermolifting japonés consiste en colocar un material en forma de hilos de polidioxanona y ácido poliláctico en cara y/o cuello. Estos materiales son reabsorbibles y biocompatibles con el organismo. El proceso se lleva a cabo mediante unas finas agujas, sin realizar incisiones en la piel y de un modo totalmente indoloro. Tal y como afirma la Dra. María Jose Barba: "el Dermolifting Japonés V-Lifts consigue tensar diferentes zonas, tanto faciales como corporales". El modo de conseguirlo es mediante una acción ambulatoria, indolora y rápida, pudiendo conseguir realizar el lifting facial en sólo 30 minutos (incorporándose el paciente a su vida cotidiana en el mismo momento de finalizar el tratamiento). La técnica no deja cicatrices, no requiere anestesia infiltrada y se puede repetir sin problemas cuando sea necesario.
Resultados
Tras la aplicación del tratamiento, se produce inmediatamente un tensado mecánico de la zona tratada cuya durabilidad es a largo plazo, teniendo en cuenta que se produce una fibrosis de los tejidos circundantes tratados que da lugar a un aspecto más reafirmado y terso. Los hilos aplicados actúan en la zona como una malla, impidiendo la caída de los tejidos y la aparición de arrugas, flaccidez y otros síntomas del efecto del paso del tiempo en la piel. Además, los hilos también favorecen la formación de fibras de colágeno de tipo I y II, que tienen más capacidad de reafirmar y recuperar la elasticidad de la piel. Se reabsorben en 6 meses, pero el efecto tensor tiene una durabilidad de entre 12 y 18 meses, dependiendo de cada individuo y cada tipo de piel.
El precio del tratamiento es de a partir de 300 euros, dependiendo del grado de flaccidez y de la zona a tratar.