Revolucionaria Lady Gaga
En un momento en el que en la música y en la moda todo nos parecía un “déja-vù”, como llamada a ser la reina de la generación de la crisis y los empleos basura, apareció Lady Gaga, esa celebrity excéntrica e inalcanzable que ha revolucionado la moda y la música con un estilo indefinido repleto de lazos de cabello a modo de tocado, máscaras, vestidos de carne cruda o zapatos de tacón invertido. Gaga no es nadie sin la moda y, ahora, la moda no es nadie sin ella, que se ha convertido en la revolución estilística de la música actual.
La neoyorkina Stefani Germanotta sabía que su talento para tocar el piano y su increíble chorro de voz le reservaban un futuro brillante en la música, pero la saturación del mercado y un aspecto demasiado normal podían ser trabas para lograr sus metas. Así, influenciándose por los estilos de vestuario de David Bowie, Madonna, Michael Jackson y Freddie Mercury, creó a Lady Gaga, una cantante menuda, hiperrubia y muy extravagante que en 2008 saltó a la fama gracias a The Fame, su álbum debut, y a su aspecto pintoresco. De un modo estudiado o no, Stefani creó así la historia de uno de los iconos estilísticos de nuestro siglo.
La moda al servicio de la música
En Lady Gaga su imagen tiene tanto o más peso que su música y concibe la moda como algo intrínsecamente ligado a sus canciones. No es extraño que la cantante disponga de Haus Of Gaga, su propio equipo de expertos creativos que se encarga de inventar y crear sus atuendos y peinados, consiguiendo una fusión perfecta entre moda y música.
De este modo, durante el éxito de The Fame, Lady Gaga lució una larguísima melena rubia platino, un maquillaje exagerado, marcado por las pestañas XXL, peinados imposibles creados con postizos y coloridas pelucas, y un atuendo inspirado en los años ochenta, que incluía bodies, medias de rejilla, transparencias, vestidos con hombreras y muchas formas geométricas; la mezcla perfecta entre retro y futurista.
El lanzamiento de su segundo álbum, The Fame Monster, trajo un giro en el estilo de Gaga, que cambió su look de fiestera vividora por uno más bohemio, excéntrico y oscuro. El mayor ejemplo es el estilo del exitoso videoclip de la canción “Telephone”, donde Gaga luce una melena de intenso amarillo, unas cejas marcadísimas, ojos muy delineados y labios rojo pasión, aportando a su estilo aires más cincuenteros de inspiración pin-up.
El pasado año vió la luz Born This Way, tercer disco la artista, con el que llegó la ruptura definitiva con los estilos de sofisticación rococó, para dar paso a un nuevo minimalismo no exento de polémica. Aunque su maquillaje y su peluquería se suavizan, Gaga, ya mucho más segura de sí misma y consciente del efecto que suscita en la moda, se permite licencias excéntricas, como caracterizarse de alienígena que da a luz a una nueva especie o maquillarse como el architatuado Zombie Boy en el videoclip de Born this Way.
No hay duda de que, en apenas cinco años, Lady Gaga se ha convertido en el revulsivo que ha convulsionado la moda y la música. No hay quien no hable de ella, de sus videoclips y de sus apariciones públicas, en las que ha llegado a aparecer vestida con filetes de carne cruda en los MTV Video Music Awards de 2010 o de sistema solar en los Premios Grammy. La artista se ha convertido en el revulsivo musical del momento, cuyo estilo ya imitan desde Christina Aguilera hasta Paris Hilton y cuya imagen ha servido de base de inspiración para firmas como M·A·C, que la fichó para su campaña Viva Glam.
Queda ver hacia donde evolucionará durante los próximos tiempos, si sabrá mantenerse con el paso del tiempo o si su paso por el Olimpo de la música y la moda caerá en el olvido. Por ahora está claro que las extravagancias de Lady Gaga seguirán levantando pasiones y odios allá por donde pasen