Botox, más allá de las arrugas
El primer uso de la toxina botulínica contra el tratamiento de las arrugas se llevó a cabo por los doctores Jean y Alastair Carruthers en Vancouver, Canadá, poco después de que ellos mismos descubrieron sus efectos de casualidad. Desde entonces hasta hoy, el botox se ha convertido en la opción más rápida, cómoda y sencilla de borrar pequeñas líneas de expresión, ya que no requiere cirugía. Además, con los últimos avances sobre la materia, la toxina botulínica ha empezado a usarse también para tratar otras dolencias, como la hipersudoración, las migrañas o el espasmo muscular.
La toxina botulínica inhibe la acetilcolina de la terminación nerviosa con lo que el músculo no puede contrarese. En respuesta a esta inactivación neuromuscular, se generan nuevas terminaciones nerviosas destinadas a restablecer el contacto con el músculo. Cuando éstas contactan con el músculo se forman nuevas uniones neuromusculares y se restablece la neurotransmisión, de manera que la función muscular completa no vuelve a aparecer hasta pasados entre 4 y 6 meses, exactamente la duración del efecto de la toxina botulínica en el rostro. Esta acción permite alisar las arrugas, debido a la inhibición del músculo, estirando visualmente la piel.
Es evidente que los usos anti-age del botox son archiconocidos, pero... ¿En qué otros tratamientos estéticos podemos ayudarnos de los beneficios de la toxina botulínica?
En muchas, hoy en día. Su aplicación en los músculos depresores frontales a nivel lateral de la órbita, permite la elevación de la llamada "cola de la ceja". Si por el contrario, queremos modificar la zona central o media aplicaremos la toxina botulínica a nivel de los músculos corrugadores para permitir una elevación y separación de las cejas en su porción central.
Así pues, el botox, además de mitigar arrugas, nos servirá tambien para conformar la ceja o corregir alteraciones de forma, así como suavizar asimetrías o atenuar la musculatura frontal del rostro.
Los otros nuevos usos del botox en el rostro son la atenuación de las arrugas en el contorno de los labios, aplicando la toxina botulínica sobre el músculo triangular del labio. En el mentón, si la aplicamos en el cuerpo carnoso evitaremos la temida arruga mentoniana. Así mismo, aplicando botox en el músculo del platisma del cuello rebajaremos y atenuaremos las arrugas de la zona.
No sólo el botox realiza grandes resultados actuando sólo, combinado con la cirugía facial permite el reposo necesario de la musculatura facial para una mejor cicatrización.
Así pues, es evidente que, hoy en día, la toxina botulínica ha evolucionado sobremanera, convirtiéndose no sólo en una eficaz terapia para el tratamiento de las arrugas faciales, sino como una cura más completa, tanto en la vertiente estética como, puntualmente, en las terapias de salud.
Fuente: Clínica de la Fuente (www.clinicadelafuente.es)
Foto: Oceanview Medical Weight Loss Spa of Frisco (TX) (www.oceanviewweightlossmedical.com)