¿La tinta es para siempre?
Hasta hace poco el mayor handicap a la hora de hacernos un tatuaje era la duración vitalicia de la tinta: ¿Quién nos aseguraba que ibamos a amar a esa persona para siempre o que siempre nos gustaría llevar ese símbolo en el brazo?
Por fin, hoy en día, ya es posible deshacerse de un tatuaje hecho sin demasiada cabeza o del nombre de aquel desamor que tanto nos dolió. Cynosure, compañía norteamericana líder en tecnología láser para aplicaciones dermatológicas, estéticas y médicas lanza el nuevo láser Revlite, la tecnología más puntera para la eliminación de tatuajes. Gracias a su afinidad por el pigmento y su alta potencia, Revlite desintegra las partículas de la tinta de los tatuajes sin provocar riesgos de cambio en los tejidos. Así mismo, sus varias longitudes de onda permiten la eliminación incluso de los tatuajes multicolores más persistentes. El tratamiento no deja cicatrices en la piel y se necesitan entre 3 y 9 sesiones para su total eliminación, dependiendo de cada caso concreto, en los que influye el tamaño y el color.
"La edad media para la realización de un tatuaje es de 18 años y de 14 años en los más sencillos. Sin embargo, la propia búsqueda de la identidad a las edades de 14 a 18 años provoca tatuajes irrelevantes o embarazosos a los 40, lo que provoca que más del 50% de los individuos se arriepientan de ellos", afirma el Dr. Hilario Robledo, doctorado en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid.
Desamor, salud, trabajo...
Según el Dr. Robledo, "en un estudio realizado recientemente en mujeres con tatuajes profesionales el 94% de las encuestadas estaban satisfechas con su tatuaje y el 55% tenía amigas con tatuajes. A pesar de esta predisposición y la satisfacción que manifestaron, el 38% mencionaron tener problemas significantes en el hecho de llevar un tatuaje y el 28% estaba considerando la posibilidad de eliminarlo".
Los motivos más frecuentes a la hora de eliminar un tatuaje que tenía que ser para toda la vida son el desamor, la salud o un trabajo; incluso en el caso de celebrities como Heidi Klum, que hace poco se eliminó un tatuaje con el nombre de su ex marido. Según el Dr. Robledo, "en general, los tatuajes no están bien vistos por la población y con frecuencia suponen una barrera para el empleo. Las personas tatuadas se perciben con frecuencia como un signo de rebeldía, antisocial, agresivo, de inmadurez o de incapacidad de aceptar el control y la autoridad".