Belleza y salud mental: las dos caras de la moneda
Ahora que parece que el tabú de la salud mental está cayendo y se empieza a normalizar estas enfermedades, es un buen momento para analizar cuál es la relación entre belleza y salud mental.
Todos, profesionales y clientes, sabemos por experiencia que la visita a un salón de belleza, (peluquería, spa, barbería, centro de uñas o de estética) es algo agradable. Todos salimos más contentos al vernos más guapos y mantenemos una relación muy estrecha, cercana a la amistad, con estos profesionales.
Las dos vertientes de la relación entre belleza y salud mental
Es algo sabido, pero en los últimos meses han surgido varios estudios en países diferentes, también en el nuestro, que explican un poco más nuestra relación con la imagen personal y sus profesionales.
En efecto, en IFEMA se hizo pública una encuesta poniendo números a esta realidad. En Francia están estudiando los efectos positivos, fisiológicos y psicológicos, de la aplicación de un cosmético en los tests de producto. En Australia, se han hecho estudios sobre la relación peluquero-cliente. Así mismo, en España los psicólogos expertos en imagen analizan cuál es la relación entre aspecto físico, nuestro look, y nuestro estado de ánimo.
Los psicólogos expertos en imagen hablan
Dos psicólogos expertos en imagen, Elena Dapra y Domingo Delgado, explicaban a Vogue España, las razones por las que un cambio de look nos hace sentir mejor.
- Un buen peinado puede aportar una cierta dosis de bienestar a la persona.
- Verse bien, sentirse bien ayuda a mejorar la autoestima. Las personas se sienten más seguras y más fuertes cuando se gustan al mirarse al espejo.
- El exterior siempre es un reflejo del interior.
- Un corte de pelo puede reflejar un proceso de cambio interior, incluso antes de que seamos conscientes de que estamos viviendo esa transformación.
- Cambiar el look puede ser una manera sencilla y barata de anunciar nuestro cambio o evolución como persona.
- Si uno se equivoca con un cambio de look, se puede arreglar y, en el peor de los casos, esperar a que el cabello vuelva a crecer.
¿Qué dicen las encuestas de los clientes?
La encuesta encargada por la Alianza Empresarial por la bajada del IVA al 10% a la Imagen Personal junto a Salón Look confirma que ir a la peluquería o al salón de estética "hace más feliz y mejora el estado de ánimo" al 82,9% de la población. El mismo estudio asegura que las peluquerías y los salones de estética son uno de los sectores "más apreciados" y "valorados" por sus clientes.
De hecho, estos tienen "un alto nivel de confianza e intimidad con sus profesionales”, con una puntuación media de 4,3 en una escala de 1 a 5. En este sentido, hasta el 88,6% de los encuestados considera que el nivel de confianza es bastante o mucho.
Y, ¿las encuestas a los profesionales?
Todo esto es muy bonito. Todos sabemos que el profesional de la belleza entra en contacto físico con su cliente y se establece una relación emocional muy estrecha. Los humanos somos seres territoriales y a las personas que dejamos que toquen nuestro cuerpo o nuestro cabello entran en ese territorio íntimo nos es más fácil abrirnos con ellas y hablar de cosas que de otro modo difícilmente lo haríamos.
Las encuestas a peluqueros realizadas por expertos de las Universidades de Melbourne y Adelaida en Australia confirman que los clientes hablan de un amplio rango de cuestiones íntimas (salud, problemas económicos, personales, abusos, violencias....).
¿Están preparados los profesionales de la imagen personal para lidiar con esto? No. Por mucho que se insista en que se deben llevar las conversaciones con los clientes hacia temas como la belleza, la moda u otros, lo cierto es que las cuestiones personales surgen una y otra vez. Algunos profesionales son personas fuertes y de alguna manera son capaces de construir una barrera o de aprender de las cosas que explican los clientes. Pero no siempre es así.
Muchos de los peluqueros encuestados señalaban que amaban su profesión, sin embargo necesitaban apoyo para manejar los aspectos emocionales de su día a día.
En ese estudio, se ha detectado el riesgo del síndrome de burn-out (quemado) en profesionales de nuestro sector por ser incapaces de gestionar esta vorágine de emociones. Algunos incluso han necesitado ayuda de psicólogos o psiquiatras para llevar su día a día. La presión emocional es tal que ha llevado a algunos profesionales incluso a cerrar su salón y en el mejor de los casos dedicarse a la formación y en el peor han acabado abandonando la profesión. Por mucho que te guste tu profesión, primero es la salud.
La peluquería como servicio a la comunidad
En este sentido, los expertos que analizaron los resultados en Australia señalaron que una mejor formación de los profesionales en imagen personal en los aspectos emocionales o en los temas de salud que se acostumbran a comentar en las peluquerías también podría mejorar el bienestar emocional y físico de los clientes al recibir un apoyo informal.Por el contrario, sin esa formación, por mucha buena voluntad que se ponga, esa carga emocional podría tener un impacto negativo en el bienestar de los propios profesionales de la imagen personal.
En Australia han surgido varias iniciativas que implican la colaboración de los peluqueros en la lucha contra la violencia de género, abusos, entre otros. En ese país, el trabajo de los profesionales de la belleza se contempla como un servicio a la comunidad. Es decir, se sugiere que los peluqueros reciban una formación específica para que puedan dar la voz de alarma cuando detecten en un cliente determinadas circunstancias o indicios de qué algo raro pasa.
Por: Maite Aldazabal, Belleza Pro
Fuentes: Vogue España, InStyle, Alianza Empresarial por la Bajada del IVA al 10% a la Imagen Personal, Salón Look-IFEMA
Links de interés: Universidad de Adelaida // Beauty Salon Project