La Administración de Información de Energía de Estados Unidos publicó sus avance para el próximo año
La EIA pronostica una bajada de los precios de los carburantes entre 2024 y 2025
En medio de un contexto global de incertidumbre, la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA), vinculada al Departamento de Energía de EE. UU, publicó sus pronósticos para el próximo ejercicio. En este documento, la entidad aseveró que “los precios de la gasolina y el diésel caerán durante 2024 y 2025, tanto en EE. UU como a nivel global”.
Este es un momento especialmente delicado para el sector petrolero que, salvando las dificultades y la incertidumbre de las últimas semanas, ha logrado mantener “estables” los precios. Pese a que, tras conocerse los ataques de los rebeldes hutíes apoyados por Yemenlos mercados aumentaron su preocupación, observamos una tendencia a la baja, alcanzando un mínimo de 75 dólares por barril el 8 de enero de 2024. Sin embargo, tras las interrupciones en el suministro de Libia, las crecientes tensiones en Oriente Próximo y la declaración de la OPEP enfatizando su compromiso con la “estabilidad” del mercado petrolero, el 12 de enero, el barril de Brent registró un precio de 80,75 dólares, marcando un aumento significativo en comparación con el mínimo alcanzado días antes. En esa misma sesión y tras conocerse la noticia de la contundente respuesta de los aliados occidentales ante el conflicto del mar Rojo, los precios llegaron a subir un 4%.
Del mismo modo, tras la última ofensiva lanzada sobre los rebeldes hutíes, este mismo lunes 22 de enero, los precios del Brent, que habían escalado un 2%, lograron estabilizarse cerca de los 80 dólares el barril. Además, ese día, los ataques con drones por parte de Ucrania provocaron el cierre de "una terminal clave para la exportación petrolera en el Báltico", según señalaron algunos expertos en diversos medios de comunicación. Dos conflictos, ubicados en regiones vitales para el sector de los combustibles, que comprometen parte del suministro global.
Tanto es así que, la organización norteamericana advirtió: “Nuestro pronóstico de precios de gasolina y diésel está sujeto a una incertidumbre significativa, incluyendo cualquier factor que pueda afectar los precios del petróleo crudo y repercutir en los precios minoristas de los combustibles. Además, los precios podrían ser más altos si se producen más cierres no planificados de refinerías, interrupciones adicionales en los flujos de comercio internacional o nuevos cuellos de botella logísticos que obstaculicen el movimiento de combustibles entre regiones”.
El documento señala “el aumento de los inventarios relacionado con el aumento de la capacidad de las refinerías, en Estados Unidos y el resto del mundo”, como causa principal de esta bajada de precios en el país. A su vez, adelantan que durante el próximo año el consumo tanto de gasolina como de diésel se mantendrá estale, con un ligero crecimiento (más pronunciado en el caso del diésel).
Fuente: Administración de Información Energética de EE. UU., Perspectivas energéticas a corto plazo (STEO), enero de 2024.
Por otra parte, las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) señalan una disminución progresiva de la demanda a lo largo de la próxima década. Sin embargo, la OPEP pronosticó el pasado 17 de enero que la demanda mundial de petróleo seguirá aumentando con fuerza el próximo año, en línea con lo que señala el documento de la administración norteamericana. Asimismo, a finales del 2023, vimos cómo según el Informe sobre la Brecha de Producción 2023 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), los gobiernos del mundo tienen planes de “producir más del doble de la cantidad de combustibles fósiles en 2030 de lo que sería consistente con limitar el calentamiento a 1,5 °C”.
A la hora de analizar porque aumenta la demanda, debemos tener en cuenta que “desde finales de los años 1970, la cifra del consumo global per cápita ha mantenido una asombrosa estabilidad, rondando los 4,5 barriles por persona al año”, como explicó Martijn Rats de Morgan Stanley, en declaraciones recogidas por Bloomberg Opinion. Esta constante ha resistido las fluctuaciones de los precios energéticos, los altibajos económicos y los avances tecnológicos. “A medida que la población mundial proyecta sumar mil millones de individuos para el año 2037, alcanzando los nueve mil millones, la incorporación de tantos nuevos consumidores amortiguará el impacto de innovaciones como los vehículos eléctricos", señaló Javier Blas, coautor de ‘El mundo en venta: dinero, poder y los comerciantes que truecan los recursos de la Tierra’.