“Europa importa el 80% del aceite de cocina para biocombustibles”

Europa importa cuatro quintas partes (80%) del aceite de cocina usado que utiliza como combustible para automóviles, camiones y aviones, según el análisis de datos sobre biocombustibles realizado por Transport & Environment (T&E). “La gran mayoría (60%) de estas importaciones provienen de China. Con la industria global de aerolíneas impulsando el uso de aceite de cocina usado como un ingrediente clave en el combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés)”, apuntaron desde la entidad. A su vez, T&E reclamó a través de su página web “una mayor transparencia para evitar que el aceite de cocina usado (UCO) se convierta en una puerta trasera para el aceite de palma”.

Según la entidad, los datos del mercado en 2022 muestran que la demanda de biocombustibles en Europa supera la oferta del continente. Como resultado, las importaciones de biodiesel se han multiplicado por seis entre 2015 y 2022, “lo que representa una quinta parte del consumo del bloque. Las importaciones de bioetanol han seguido tendencias similares: se multiplicaron por cuatro en siete años y representaron un tercio del consumo de la UE en 2022”, indica el documento.

El análisis revela que los biocombustibles en la Unión Europea experimentaron un marcado cambio en las fuentes de sus materias primas durante el año 2022. Según el informe, los productos derivados de desechos, como el UCO y las grasas animales, emergieron como las principales impulsoras del aumento en los volúmenes de biodiesel, llegando a representar hasta un tercio del consumo total en el continente.

"No obstante, los cultivos alimentarios aún mantienen su posición predominante en la producción de biocombustibles en la UE, tanto para el biodiesel como para el bioetanol", según T&E.

De manera simultánea, la prohibición anticipada del biodiesel de aceite de palma en varios estados miembros conllevó a una disminución significativa del 27% en el uso de este biocombustible no sostenible entre 2021 y 2022. Este cambio estratégico resultó en una reducción del 19% en las emisiones promedio de biodiesel durante los últimos dos años, de acuerdo con las estimaciones del documento.

En cuanto al bioetanol, el análisis refleja que la dependencia casi exclusiva de cultivos persiste, con maíz, trigo y remolacha azucarera representando aproximadamente el 80% de los volúmenes consumidos en el año 2022.

La alta demanda de UCO ha aumentado el riesgo de fraude, donde se sospecha que aceites vírgenes como el de palma se etiquetan erróneamente como 'usados' para aprovechar el valor inflado de los supuestos combustibles verdes. Varios países, incluyendo Alemania e Irlanda, están llevando a cabo sus propias investigaciones oficiales sobre los riesgos de fraude. La Comisión Europea también prometió investigar el biodiesel fraudulento de Indonesia que potencialmente transita a través de China y el Reino Unido para eludir impuestos.

Barbara Smailagic, experta en biocombustibles de T&E, dijo: “Europa está siendo inundada con aceite de cocina usado dudoso. Los gobiernos europeos dicen que es casi imposible evitar que aceites vírgenes como el de palma se etiqueten como desechos. Necesitamos mayor transparencia y un límite en las importaciones para evitar que el UCO se convierta simplemente en una puerta trasera para el aceite de palma que impulsa la deforestación”.

China es, con diferencia, el mayor proveedor de UCO del continente, representando el 60% de las importaciones y el 40% del suministro total de UCO en Europa. Algunos países parecen depender mucho más del UCO chino que otros. Por ejemplo, en 2022, el 96% de las importaciones a Bulgaria provenían de China, así como el 78% para España, el 74% para Italia y el 70% para Portugal. En el Reino Unido, el 60% de las importaciones de UCO también provenían de China en el mismo año. "Esta significativa dependencia del UCO chino genera preocupaciones sobre la transparencia y sostenibilidad de la cadena de suministro, especialmente teniendo en cuenta la creciente demanda de aceite de cocina usado en Europa", apunta el informe de T&E.

En el año 2022, el biodiesel de aceite de palma experimentó una notable disminución del 30%, resultado de una eliminación gradual en varios países en comparación con el año anterior. No obstante, datos revelan que Europa presenció un aumento significativo en los derivados del aceite de palma, como los efluentes de las plantas de aceite de palma (POME, por sus siglas en inglés) y el destilado de ácido graso de palma (PFAD, por sus siglas en inglés). Estos últimos, etiquetados erróneamente como 'residuos' en algunos países, son subproductos del proceso de refinación del aceite de palma, y están vinculados a impactos ambientales significativos y cambios en el uso indirecto de la tierra, al igual que el aceite de palma convencional.

Por su parte, Barbara Smailagic expresó que “Europa nunca se cansa de encontrar nuevas cosas para quemar. Antes era el aceite de palma, ahora son los llamados residuos de palma. Las materias primas sostenibles para biocombustibles son extremadamente limitadas. Necesitamos dejar de ver los biocombustibles como una panacea para nuestro problema climático. Necesitamos avanzar más allá de la quema”.

A pesar de la transición hacia biocombustibles de segunda generación, como el aceite de cocina usado (UCO) y las grasas animales, el análisis de T&E revela que el biodiesel sigue siendo en promedio casi un 20% menos eficiente que el diésel tradicional. "Sin embargo, continúa siendo recompensado bajo la ley de combustibles verdes de la UE, la Directiva de Energías Renovables (RED)", seugún señala el documento.

En cuanto al bioetanol, la proporción basada en cultivos disminuyó ligeramente en la última década, pasando del 95% en 2010 al 85% en 2022. A pesar de esta reducción, el maíz sigue siendo la materia prima más dominante, seguido por trigo y remolacha azucarera. "El uso de estos cultivos en biocombustibles genera preocupaciones sobre su impacto en el medio ambiente y los precios globales de los alimentos", según indicó T&E.

A pesar de la amplia promoción de los biocombustibles derivados de desechos, el informe sostiene que los cultivos seguirán siendo la materia prima preponderante en la producción de biocombustibles en Europa. Las proyecciones indican que los cultivos representarán más del 50% de la demanda de biodiesel y aproximadamente dos tercios de la demanda de bioetanol en la Unión Europea para el año 2030. Además, se señala "la presencia de biocombustibles avanzados como el aceite de cocina usado (UCO) y las grasas animales, cuyas importaciones generan algunas inquietudes sobre su sostenibilidad".

• Eliminar de inmediato los biocombustibles impulsados por la deforestación, como el aceite de palma y la soja, y poner fin al uso de todos los biocombustibles a base de cultivos antes de 2030, a más tardar.
• Garantizar que las materias primas de aceite de palma y soja no se reintroduzcan a través de la puerta trasera mediante otras materias primas problemáticas “avanzadas“y”de desecho”, como UCO importado fraudulentamente en el caso del aceite de palma.
• Establecer restricciones adicionales en torno al apoyo y uso de “biocombustibles avanzados y de desecho”, como la adopción de un límite estricto sobre la proporción de UCO y grasas animales que se pueden utilizar en los combustibles de transporte, incluida la aviación, y fortalecer los mecanismos de monitoreo y verificación de las cadenas de suministro de biocombustibles, especialmente para las importaciones.
• Centrarse en el potencial de materias primas sostenibles a nivel nacional y de la UE, y reducir la dependencia de las importaciones de fuera de la UE.
• Asegurar que los biocombustibles avanzados y de desecho verdaderamente sostenibles eventualmente lleguen a los mercados correctos. En este momento, las materias primas avanzadas sostenibles se utilizan principalmente para biocombustibles en el sector de carreteras y las cantidades siguen siendo extremadamente limitadas. Estos biocombustibles deberían utilizarse eventualmente en sectores difíciles de descarbonizar, como la aviación, mientras se electrifica el transporte por carretera.
• Existen opciones más ecológicas fuera de los biocombustibles. La disponibilidad de biocombustibles a base de desechos seguirá siendo extremadamente limitada y no se deben ver como una panacea para resolver nuestro problema climático. Se necesitan más esfuerzos para reducir la demanda de energía en el transporte. La electrificación directa debería tener prioridad para el transporte por carretera y los combustibles basados en hidrógeno, como los combustibles renovables de origen no biológico (RFNBO), deberían tener prioridad en la aviación y la navegación.