Los ingredientes de un negocio de lavado rentable
Desde su creación en 1985, Lavarte Car acumula ya más de treinta y cinco años de experiencia diseñando y fabricando áreas de lavado en las que la premisa de la compañía “es crear equipos de calidad, fiables y rentables para nuestros clientes”.
Esa rentabilidad, afirma el director comercial de la empresa madrileña, Ángel Carabaña, “se debe a ‘los ingredientes’ utilizados por Lavarte para nuestros clientes y para los usuarios finales por quienes instalamos los negocios de lavado”.
En primer “ingrediente” de Lavarte, continúa Carabaña, “es la robustez de nuestros equipos, que se fabrican pensando en dar respuesta a altas cargas de trabajo y que se adaptan a las condiciones climáticas del lugar en el que van a ser instalados”. En su diseño y en la elección de los materiales constructivos se tienen en cuenta la calidad del agua, las temperaturas medias, así como la pluviometría o la velocidad media del viento. El análisis de estos factores y la adecuada planificación de su construcción garantiza que los equipos “van a funcionar incluso en condiciones adversas”. Otro factor que determina la calidad de funcionamiento es la ejecución de las obras que deben prestar atención a todos los detalles para que “todo quede en perfecto estado”.
El segundo “ingrediente” de Lavarte es la posventa, un departamento en el que “nuestros clientes siempre obtendrán una respuesta instantánea a cualquier llamada que nos hagan, bien sea para consultar incidencias que pudiesen surgir en sus equipos, para solicitar asistencia técnica, llevar a cabo labores de mantenimiento o comprar repuestos a través de nuestra tienda online, alojada en www.lavarte.com.
Los productos químicos, fundamentales
“Siendo los dos ingredientes antes citados muy importantes para Lavarte, existe un tercero sin el cual los dos anteriores no tendrían sentido. Desde su creación, nuestra empresa está constantemente actualizando los componentes y consumibles que comercializamos (ceras, productos de prelavado, espumas activas, detergente líquido, detergente en polvo, etcétera). "Sin ellos”, explica el director comercial de la compañía, “no sería posible disponer de un negocio de lavado. Lavarte, tal y como sucede con los materiales y componentes utilizados para sus equipos de lavado, ha buscado y probado durante estos años distintas opciones hasta encontrar ‘la calidad idónea de este ingrediente imprescindible’, huyendo de productos de baja calidad, hasta localizar, tras muchas pruebas, el ‘partner’ adecuado a nuestros parámetros de calidad”.
“La calidad de los productos que suministramos a nuestros clientes es irrenunciable, puesto que influyen directamente en la rentabilidad de un negocio de lavado”. Carabaña añade que si estos productos “son de muy buena calidad prolongarán la vida útil de los equipos de lavado”. Además, prosigue, “los equipos no sufrirán averías por desgastes o por abrasión química de los componentes que los configuran. Dada la calidad de nuestros consumibles, con una precisa dosificación de los mismos, y sin necesidad de mezclar con agua, se pueden realizar muchos lavados ajustando la compra mensual de producto y permitiendo el control de uno de los gastos fijos más importantes del negocio de lavado”.
“Otro aspecto importante es que todos nuestros consumibles cumplen con la normativa europea relacionada con el respeto al medio ambiente y todos ellos cuentan con su correspondiente ficha de seguridad”, remarca Carabaña, quien concluye señalando que la calidad de los productos químicos “es apreciada por los usuarios de los equipos al comprobar la limpieza y el brillo de sus vehículos tras ser lavados en nuestros equipos”.