La importancia de disponer de una máquina de cambio en el negocio de lavado en régimen de autoservicio
Es posible que con el tiempo el dinero físico tienda a desaparecer. De hecho, en la actualidad ya se puede pagar a través de tarjetas mediante el sistema ‘contactless’, a través de teléfonos móviles, pagar con el teléfono, por medio de Apps, lectores de códigos QR y códigos de barras. Sistemas que Lavarte Car ya incorpora desde hace unos años en sus instalaciones. No obstante, para muchos propietarios de instalaciones de lavado las máquinas de cambio de billetes a monedas, o fichas, continúan siendo una alternativa económica que no está reñida con las actuales tecnologías.
Lavarte Car “es consciente de que aún queda mucho tiempo hasta que el dinero desaparezca físicamente, por lo que mantiene en su cartera de productos su máquina de cambio, que se puede encastrar en una pared o en la sala técnica de la instalación de lavado”. Una imagen renovada y llamativa, y la inclusión de detalladas instrucciones que facilitan su uso "hacen que en la mayoría de las instalaciones de sus clientes esté presente dicha máquina.”
Las máquinas admiten billetes de 5, 10, y 20 €. Incluso puede dar cambio de billetes de 50 euros, aunque Lavarte las suministra con esta opción desactivada. Si la máquina entregada por la compañía madrileña entrega fichas, admite monedas de 0,50 €, 1 y 2 €. Esta modalidad permite recargar tarjetas y ‘monederos’ utilizados como soportes en las estrategias de fidelización puestas en marcha tanto en las áreas de lavado como en aquellas estaciones de servicio que ofrezcan este servicio a sus clientes.
Desde Lavarte señalan que sus ‘monederos’ se adaptan a dispositivos de lectura de estas tarjetas y llaves y remarcan que con este sistema se puede mejorar la fidelidad de los usuarios incrementando el tiempo de lavado.
Asimismo, se pueden dispensar fichas y monedas adaptando un lector de tarjetas de débito o ‘contactless’ a la máquina de cambio para que así proporcione euros o fichas en aquellas instalaciones que, por su antigüedad, solo disponen de aceptación de este tipo de soportes de pago, pero cuyos propietarios quieren proporcionar facilidades de pago a los clientes.
“Queda por tanto demostrado”, concluyen desde Lavarte, “que las tradicionales formas de pago no están reñidas con las recientes tecnologías.”