La digitalización, aliada de CLH en la mejora de su eficiencia

Una de las principales preocupaciones del Grupo CLH a lo largo de su historia ha sido actualizarse e incorporar en todo momento la más moderna tecnología, lo que ha hecho posible automatizar la mayoría de sus procesos y centralizar el control de sus actividades.

Dentro de esta filosofía de mejora continua, la compañía presidida por José Luis López de Silanes lleva años aplicando la transformación digital a sus operaciones. Tal y como explica el director corporativo Técnico, Javier Alonso, “la digitalización ha permitido a CLH ser una empresa más eficiente, favoreciendo la optimización de los recursos y aumentando la seguridad de sus operaciones”.

El mejor ejemplo de este proceso de transformación se encuentra en las propias instalaciones, donde se lleva a cabo el almacenamiento de los productos petrolíferos, y, sobre todo, en la carga de los cambiones cisterna.

En el caso del acceso a las plantas, la entrada de los vehículos está completamente automatizada gracias a las tarjetas RFID (identificación por radio frecuencia) de los conductores y a los sistemas instalados en los camiones, que reducen considerablemente el tiempo invertido en el proceso. Además, este sistema garantiza que los vehículos y las personas cuentan con todos los permisos necesarios para acceder a las instalaciones.

Una vez dentro de la planta, durante la operación de carga de los camiones cisterna, el conductor programa las cantidades y el producto a depositar en la cuba, tras seleccionar el brazo de carga correspondiente. La mezcla de productos y aditivos se realiza de forma automática, por lo que se reduce el tiempo invertido y se garantiza que la proporción es la solicitada por cada cliente.

Finalizada esta operación, los propios conductores obtienen el albarán asociado a la carga y la información fiscal se transmite en tiempo real a la Agencia Tributaria. Una vez más, el proceso se agiliza y se incrementa su eficiencia, al destinar menos recursos a su ejecución.

Otro ejemplo de digitalización es el control remoto de las operaciones. La actividad de muchas instalaciones es gestionada y supervisada desde el Centro de Control de Instalaciones (CCI) gracias a la integración de los sistemas de control de cada una de las plantas en los sistemas del CCI. Uno de los elementos que facilita esta coordinación es un circuito cerrado de televisión que permite ver todo lo que ocurre en la planta, mientras que la tecnología VoIP (transmisión de voz en formato digital) posibilita interactuar con los conductores.

La compañía también gestiona digitalmente los pedidos de combustible de los clientes y monitoriza de forma continua las entradas y salidas de productos petrolíferos en su sistema. De esta forma, CLH conoce en todo momento las existencias disponibles en cada una de sus instalaciones, un dato de gran valor a la hora de planificar las operaciones logísticas.

El mantenimiento de las infraestructuras es otra tarea que se ha visto reforzada gracias a la utilización de la tecnología. Si hace unos años los intervalos de revisión de los equipos estaban basados en el tiempo (por lo que, en función del uso, podrían revisarse con poca frecuencia o bien muy a menudo), en la actualidad son mantenidos en función de las necesidades reales, que son conocidas mediante los datos transmitidos por diversos sensores y sistemas de monitorización. Así se han eliminado las actuaciones innecesarias y se ha reducido el riesgo de sufrir una parada inesperada por avería, con los costes directos e indirectos que genera.

En definitiva, este proceso digitalizador ha permitido al Grupo CLH aumentar el rendimiento de sus instalaciones, incrementando el número de camiones que pueden cargar en ellas cada día. Además, la compañía ha conseguido “procesos más ágiles, seguros y eficientes, al reducir posibles errores manuales y lograr una mejor gestión de los recursos, redundando en la viabilidad económica de las actividades”, tal y como explica el jefe de Sistemas de Control Local, Emilio Cortés.

Este proceso de digitalización se enmarca dentro de un plan de transformación más amplio que tiene como objetivo reforzar la eficiencia y la competitividad de la compañía.

En este contexto, el Grupo CLH está revisando su política de inversiones, un proceso en el que tiene como finalidad asegurar la viabilidad de las actividades actuales y poner los cimientos de aquellas otras que le permitirán seguir creciendo.

El director corporativo Técnico, Javier Alonso, afirma que “este ejercicio responde a la necesidad de contar con una visión más clara de dónde se debe realizar el mayor esfuerzo inversor de la compañía” tanto en la red logística de España como en CLH Aviación. Con estas premisas, “hemos diseñado una nueva clasificación de las inversiones en dos tipos principales: las destinadas a la sostenibilidad del negocio y las que impulsarán el crecimiento del mismo”, añade.

Cada una de estas dos categorías se divide en tres ámbitos. Así, las de sostenibilidad engloban aspectos referentes al cumplimiento de la normativa vigente, cuestiones de Salud, Seguridad industrial y Medio Ambiente e integridad de las infraestructuras. Las segundas, las de crecimiento, se refiere a las inversiones que favorecen la eficiencia a través de la digitalización y la automatización de los equipos, el afianzamiento del negocio actual y el crecimiento de la compañía mediante nuevos ingresos.

Este nuevo modelo también conlleva cambios asociados al proceso de autorización de las inversiones. La finalidad es definir aquellas que son realmente necesarias y están además alineadas con el plan estratégico de la compañía. Estos proyectos deben pasar por un comité de inversión, que se reúne al menos una vez al mes para estudiarlos y decidir su aceptación.

Según explica el director general Técnico, “esta vía permite gestionar adecuadamente la cartera de inversiones, evaluando el coste-beneficio de cada una de las propuestas dentro del conjunto de los proyectos. Por su parte, las actuaciones operativas de menor importe económico, así como las relacionadas con la seguridad o la adquisición de equipos y materiales, cuentan con un canal de aprobación más rápido y ágil”.

Por tanto, los nuevos proyectos de inversiones relevantes deben ser presentados al comité de inversión, del que forman parte profesionales de todas las áreas de CLH implicadas en el proceso de asignación de recursos económicos. El equipo impulsor de cada inversión “debe defender con el máximo detalle la iniciativa, abarcando todas las variables relacionadas: objetivo, alcance, posibles alternativas, riesgos asociados, compras necesarias y presupuesto”, detalla Javier Alonso. Además, este método permite hacer partícipe a los departamentos y profesionales de CLH en la toma de decisiones.

Varios son los proyectos que se han puesto en marcha tras ser evaluados por el comité. Por lo que respecta a la sostenibilidad, se ha aprobado la adaptación de los oleoductos e instalaciones de la compañía a las exigencias del nuevo estándar de calidad de producto JIG EI1530, así como la actualización de los Sistemas de Vigilancia Perimetral de diferentes plantas o la mejora del revestimiento de varios tramos de oleoducto.

En cuanto a las inversiones dirigidas a favorecer el crecimiento de la actividad, el Comité ha autorizado proyectos para mejorar la automatización en el Laboratorio Central, adecuar tanques para el almacenamiento de productos diferentes en varias plantas o la realización de actualizaciones tecnológicas en instalaciones, como Barcelona y Cartagena, que permitirán ofrecer nuevos servicios.

Además, tal y como destaca Javier Alonso, “se han aprobado un gran número de inversiones de menor volumen económico en línea con años anteriores, necesarias para garantizar la sostenibilidad de nuestras infraestructuras”.

Todas las instalaciones estarán digitalizadas en 2020

A finales de los años 70, y tras la automatización de la instalación de Barcelona, se inició un proceso que culminó a lo largo de los años 90 con la implantación de sistemas de control en todas las plantas de almacenamiento de CLH.

“Continuando con el proceso de digitalización”, 24 instalaciones ya están siendo gestionadas desde el Centro de Control de Instalaciones (CCI), un proceso que se prevé finalizar en 2020, cuando todas las terminales de CLH estarán integradas en el CCI.